Los Sims [Jikook / Kookmin]

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Salpicones

    El Sol partía las piedras y las cigarras cantaban. Estar afuera era insoportable, era el día más caluroso de todo el verano y todavía era muy temprano como para poder ir a la playa. El ventilador estaba prendido pero solo largaba aire caliente.

    Jimin estaba tirado boca abajo en el suelo de su habitación, en las baldosas, vistiendo nada más que unos shorts de playa y una musculosa suelta.

    Estaba en su computadora viendo tutoriales de cómo descargar Los Sims 4 con todas las expansiones de manera gratuita, pirata. Hacía rato que estaba intentando dar con el tutorial indicado, la base de la laptop estaba caliente, por eso había decidido seguir con su búsqueda en el fresco suelo.
Se le estaba colmando la paciencia, ningún tutorial parecía funcionar. Miró videos, entró a páginas raras... de todo. Se cansó de buscar.

    Muy a su pesar, se levantó del suelo, tenía sed. Cerró la laptop y la dejó sobre su escritorio. Caminó hasta la cocina, abrió la heladera y se sirvió un vaso de agua. Abrió el congelador para sacar unos hielos, dejó la puerta abierta por más tiempo del necesario para aprovechar el aire fresco que salía de dentro del electrodoméstico.

    Su madre estaba sentada en una silla del comedor, viendo una comedia en la televisión. Se abanicaba con una revista de cosméticos.

    —Cierra la heladera que se le va todo el frío —le llamó la atención la mujer.

    Jimin le hizo caso y caminó hasta donde estaba ella, se sentó en una de las sillas del comedor. Miró la televisión con curiosidad, intentando descifrar la trama con lo poco que estaba viendo. Se tomó todo el vaso de agua de un sorbo.

    —¿Estás muy aburrido? —le preguntó su madre.

    —Un poco —admitió. Apoyó una mejilla sobre la mesa, la madera estaba fresca.

    —Puedes regar las plantas, si quieres, te dejo que juegues con la manguera —le propuso.

    Jimin lo consideró por unos segundos, jugar con agua no parecía una mala idea.

    Miró alrededor, se detuvo en la repisa que estaba a un lado del televisor. Allí estaba su diploma de egreso de la secundaria y cuadros de fotos. La mayoría eran fotos familiares, un par eran de él junto a sus amigos en un cumpleaños.

    Entonces se le ocurrió algo maravilloso. Se sentó erguido.

    —Jungkook tiene piscina —recordó.

    Se levantó de la silla y trotó hasta su habitación. Se sentó en la silla de su escritorio y abrió su laptop. Entró a WhatsApp Web, entró a su conversación con Jungkook y le escribió un mensaje de texto en el que le preguntaba si la piscina estaba llena. Esperando la respuesta, se empezó a morder las uñas. Estaba nervioso.

    Jungkook no respondía, Jimin chasqueó la lengua. Se echó para atrás en la silla, mirando a la pantalla con molestia. Cerró los ojos y respiró profundo, el calor lo estaba haciendo transpirar. Fue entonces que el sonido de una notificación llamó su atención. Abrió los ojos y miró la conversación: Jungkook le había respondido que sí.

    Con una sonrisa en los labios, cerró la laptop y se levantó de la silla. Se puso sus sandalias y guardó su celular en el bolsillo de sus shorts. Apagó el ventilador y salió de la habitación.

    —Voy a lo de Jungkook —le avisó a su madre cuando pasó por el comedor.

    —Vuelve para el almuerzo —le pidió ella sin despegar su vista del televisor.