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    Para la fortuna de las plantas, a eso del mediodía, se había largado una lluvia torrencial. Tormenta de verano. Hacía calor y el aire se respiraba pesado. El cielo estaba totalmente cubierto y las gotas que caían eran gruesas. Los canteros del jardín de la casa de Jimin no tardaron en llenarse hasta desbordarse de agua.

    Él estaba en su habitación, jugando a Los Sims 4. Estaba concentrado en lograr que su sim obtuviera un ascenso en su trabajo cuando le llegó una notificación a su celular. Desbloqueó la pantalla, era Jungkook videollamándolo por WhatsApp. A Jimin se le dibujó una sonrisa en el rostro, siempre le alegraba hablar con él. Se acomdó el flequillo y arrastró su dedo pulgar por la pantalla para aceptar la llamada. Se ahogó con supropia saliva al ver los hombros desnudos de Jungkook. El chico estaba acostado en su cama.

    —Hola—sonrió Jungkook.

    —Hola—dijo Jimin, ya recuperado.

    —¿Tú tienes Netflix, no?

    —Sí, ¿por?

    —Porque ví una publicación en Twitter que decía que habían subido un montón de películas de Studio Ghibli, ¿quieres que vaya a tu casa y las vemos?

    A Jimin se le dibujó una amplia sonrisa en el rostro.

    —Claro, vente y nos mandamos una maratón.

    A Jungkook se le escapó una risita pícara, negó con la cabeza.

    —Ya salgo para ahí —cortó la llamada.

    Jimin dejó su celular en la cama y miró alrededor: tenía que ordenar su cuarto. Se apuró a cerrar la laptop y ponerla sobre el escritorio. Tendió su cama, llevó un par de medias sucias al baño, guardó la ropa que estaba tirada en el suelo dentro del ropero y barrió.

    Fue hasta la habitación de su madre y tomó un desodorante ambiente, lo roció en su habitación. Inspiró el aire perfumado con satisfacción, todo estaba impecable.

    Se escuchó como alguien golpeaba las manos entre la lluvia y los truenos lejanos.
Jimin sonrió y salió de su habitación. Abrió la puerta de la casa. Al otro lado del portón, cubriéndose con un paraguas, estaba Jungkook.
Jimin lo miraba y le recordaba a una novela romántica en la cual los protagonistas se besaban bajo la lluvia. Se moría por ser el protagonista de esa novela. Pestañeó un par de veces para sacar esos pensamientos de su cabeza.

    —Pasa—dijo Jimin sin salir de la casa.

    Jungkook abrió el portón y se adentró en el jardín. Cuando llegó al porche de la casa, cerró el paraguas y lo dejó colgado en la reja de la ventana. Secó la suela de sus zapatos con un trapo que estaba en el suelo y entró a la casa. Jimin guió a Jungkook hasta su habitación.

    —A que no sabes de qué me enteré —dijo Jungkook sentándose en lacama.

    —¿De qué? —habló Jimin sentándose en la mesa del escritorio.

    —Taehyung empezó a salir con Jisoo —sonrió divertido.

    —Estaba visto,

    —Me alegra que se haya animado a decirle lo que siente por ella después de todos estos años... —dijo Jungkook recostándose en la pared.

    Jiminlo miró unos segundos, se sintió identificado. Empezó a jugar consus uñas, clavó la vista en sus manos al tiempo en que hacía girara la silla del escritorio de izquierda a derecha. Jimin hubiera deseado que Jungkook tuviera el poder de leerle la mente para así no tener que confesar nada, desearía tener el valor necesario.

    —Que bien por Taehyung —murmuró volviendo a mirarlo a los ojos.

    Se quedaron así por unos segundos, como si el tiempo se hubiera congelado.

    —Bueno —Jungkook cambió el tema de conversación dando un aplauso—, ¿se empieza esa maratón?

    —Sí —Jimin se puso de pie, caminó hasta el marco de la puerta—, ve poniendo Netflix en la computadora, yo voy a buscar algo para comer a la cocina.

    —Bien —Jungkook pasó a sentarse en la silla del escritorio, Jimin se fuede la habitación.

    Jungkook abrió la computadora, tardó en desbloquearse. Una vez desbloqueada, la pantalla mostró el juego de Los Sims 4 que Jimin había dejado en pausa. A Jungkook le enternecía saber que el chico no había parado de jugar desde que lo había podido descargar. Le quitó la pausa al juego, empezó a explorar la casa.
Sonrió al ver que tenían un gato de mascota.

    Entonces ocurrió algo que lo descolocó: vio a su sim y al de Jimin besarse. Frunció el ceño, le resultó extraño. Dio clic en el sim de Jimin, notó que la barra rosada que medía la relación romántica entre los sims de ambos estaba casi al máximo. Alejó las manos de la computadora, se quedó viendo la pantalla

    En ese instante, Jimin entró a la habitación con un paquete de galletitas y una botella de gaseosa. Miró a Jungkook, Jungkook lo miró de regreso sin decirle una palabra. Sus cejas se habían elevado, como afligidas. Jimin desplazó su mirada hacia la computadora, ató cabos, sus ojos se abrieron como si fueran a salirse de las cuencas. Su primera reacción fue cerrar la computadora con la mano que tenía libre. Su respiración estaba acelerada, sentía que se acababa de meter en un serio problema, tenía miedo de lo que podía ocurrir.

    —Hey... —le dijo Jungkook posando una mano sobre la mano de Jimin.

    Jimin retiró su mano y se zafó del agarre. Se le cayeron las galletitas. Jungkook intentó agarrar el paquete de galletas al tiempo en que Jimin se agachaba para recogerlo. Sus manos volvieron a tocarse, por accidente esta vez. Nervioso, Jimin recuperó el paquete de galletitas.

    —Jimin... —le llamó con dulzura en su voz.

    —No, no me digas nada —su voz se quebró, estaba a punto de largarse a llorar.

    Caminó hasta la cama, se sentó con brusquedad y dejó las galletitas y la gaseosa a un lado. Puso sus codos en sus rodillas y cubrió su rostro con ambas manos, tenía el rostro colorado. Jungkook dejó salir un suspiro, se dirigió hacia Jimin, se agachó frente a él.

    —¿Me darías una oportunidad? —preguntó Jungkook.

    Jimin destapó sus ojos. Miró a Jungkook, se vió reflejado en sus ojos. En su mente repetía la pregunta una y otra vez. Lo único que rompía el silencio eran la lluvia y sus respiraciones.
Jungkook tomó una de las muñecas de Jimin con delicadeza, Jimin aflojó su cuerpo. Jungkook hizo que Jimin sacara sus manos de su rostro, cerró los ojos y unió sus labios en un rápido y corto beso. A Jimin se le escapó un suspiro.

    —Me gustas, Jimin —confesó.

    Las pupilas de Jimin se movieron con velocidad, llorosas. Tomó el rostro de Jungkook entre sus manos, cerró los ojos y le devolvió el beso a Jungkook. Jungkook correspondió al beso acariciando su mejilla y Jimin, con ese toque, sintió que estaba soñando. Se separaron del beso y se dieron un fuerte abrazo.

    —Tu también me gustas —susurró entre sus brazos.

    —¿Ahora qué? —preguntó Jungkook separándose del abrazo.

    —Nos damos una oportunidad —sonrió Jimin. 

♦︎FIN♦︎

bueno buenooo, fanfic en una semana. modo turbo.

para agregarle a la fantasía, sepan que escribí esto en el bondi escuchando "the oozes" y en clase de guión.

nada, espero que hayan disfrutado de la historia <3

si llegaron a este punto, síganme, es gratis y tengo unas cuantas historias más que les pueden gustar. o no, puede que las odien, pero no pierden nada dándome una oportunidad uwu

Los Sims [Jikook / Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora