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Mavis Heinz despertó justo cuando su despertador sonó haciéndola resoplar fastidiada, apagó la alarma de su celular y volvió a acurrucarse debajo de sus sábanas quedándose dormida una vez más.

Eso hasta que recordó que hoy era su primer día de trabajo.

Sí, su primer día de trabajo.

Nuevo año, nueva vida.

Es lo que todos dicen, no?

Aunque para ella todos los años era lo mismo desde que se mudó con su madre, su padrastro y hermano menor a Eastasia, una pequeña ciudad en Queensland, una provincia de Oceanía. Aunque si le preguntaran, el año pasado fué uno de los peores años a su parecer.

O eso es lo que ella puede recordar.

Fué un año oscuro, lleno de problemas, llanto, dolor y ganas de morir, las marcas es sus piernas son una clara muestra de ello...

Mavis dió un pequeño salto de su cama y corrió a meterse al baño para empezar su rutina mañanera, se había quedado reflexionando sobre su pasado y el cómo terminó aquí.

Entró al baño y empezó haciéndole el debido tratamiento a su cabello color blanco, luego que terminó, salió y entró a su habitación corriendo a vestirse, gracias a Dios que había dejado su ropa y su mochila con lo necesario lista. Luego de vestirse combinando el estilo casual con la camisa del trabajo, secó su cabello y se hizo un leve maquillaje natural. Al finalizar, se observó en el espejo no gustandole para nada su apariencia, su cabello era lo único lindo a su parecer.

Veía sus ojos rasgados sin gracia, sus mejillas un poco rellenitas ya y su cuerpo... Ni hablar de el, siempre lo ha odiado, a su parecer, todos a su alrededor tenían mejor apariencia que ella, hace años que dejó de amarse y cuidarse como era debido. Resopló al darse cuenta de hacia donde la estaban llevando sus pensamientos y tomó su teléfono, sus audífonos y su mochila saliendo de la habitación, pasó por la nevera tomando una manzana, la lavó y se dirigió a la puerta de enfrente mientras le daba un pequeño mordisco a su manzana, miró a su mamá conversando con su hermano menor y sonrió falsamente como siempre.

-Ya me voy, nos vemos más tarde. -/Se dirigió a la salida escuchando a su madre decir lo mismo de siempre, ya era algo automático.

-Ten cuidado en la calle, cualquier cosa me llamas. -/Se despidió su madre.

-Está bien. -/Caminó con calma a pesar de saber que iba casi con la hora, se colocó sus audífonos reproduciendo una de sus músicas favoritas mientras cruzaba la calle, mirando hacía el frente.

Sentía las miradas sobre ella, sin embargo hizo como si nada, odiaba la atención pero era más fácil sobrellevarlo si se distraía con la música.

Minutos más tarde ya se encontraba en frente del local, era una pequeña tienda de conveniencia. Se quitó los audífonos y entró con calma dirigiéndose directamente a la oficina de su 'jefe' luego de haber susurrado un suave "buenos días" en la entrada.

Narra Mavis:

Suspiré en frente de la puerta y luego di dos suaves toques cuescuchando un "pase" desde adentro. Me adentré allí sonriendo como siempre.

-Buenos días señor Bexley. -/Saludé amable mientras observaba un punto fijo en la pared detrás de él.

-Buenos días Mavis, como estás? Desayunaste? -/Preguntó amable y yo tomé asiento en frente de él mientras asentía con mi cabeza suavemente.

-Estoy bien, gracias por preguntar... Y usted? Que tal su fin de semana? -/Desvié la atención que él me había dado observándolo sonreír pícaramente.

Stay AliveOnde histórias criam vida. Descubra agora