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Heeseung se encontraba tan tranquilo en su habitación, estaba terminando la decoración de un proyecto que le habían pedido en su clase de diseño, era fácil, casi nunca llevaban proyectos hechos a mano, pues, realmente, lo hacían en computadora o tableta.
Estaba tan centrado terminando de pintar la habitación de su maqueta, cuando de repente la puerta de su habitación fue abierta algo brusco.
- ¿Qué cara...?
- ¡Ayúdame! - pidió con la respiración demasiado acelerada.
- Sunghoon, pudiste tocar, ¿qué demonios te pasa? - preguntó extrañado por la actitud de su hermano menor.
- Bien, debo hablar de esto con alguien, no quiero que me juzgues, te rías o me ignores, ¿bien? - preguntó, esperando a que su hermano le dijera que sí, pero Heeseung sólo se le quedó viendo con rareza. - Por favor, hyung. - pidió.
- Agh, bien, habla. - le dio luz verde.
Sunghoon respiró profundo y contó hasta cinco.
- Me acuesto con Jake. - soltó con rapidez.
La cara de Heeseung cambió demasiado rápido.
- ¿Escuché bien? - dijo algo cohibido.
- Sí, hyung, me acuesto con Kim Jake, el hermano de mi mejor amigo, tu mejor amigo, ajá. - apresuró.
Heeseung dejó caer su pincel, lo bueno fue que no cayó en la maqueta y no la manchó.
- ¿Hace cuánto?
Sunghoon mordió su labio.
- Jung Sunghoon, ¿hace cuánto te acuestas con él? - se cruzó de brazos.
- Desde la boda de Jimin hyung. - respondió sin muchas ganas.
Heeseung hizo cuentas mentalmente. Sus ojos se abrieron en grande cuando las tuvo.
- ¡¿Hace un mes?!
- Sí. - dijo bajito.
- Bueno, ¿y nada más me vienes a restregar que sí tienes quién te dé atención? - preguntó, intentaba calmarse, veía inútil el enojarse con su hermano, ya estaba grande, sabía lo que hacía.
- La cosa es que..., no sé si en verdad me gusta o simplemente me gusta cómo me foll...
- ¡Sunghoon! - lo reprendió Hee.
- Ya, perdón. - rió. - Bueno, eso.
Heeseung se acomodó mejor en su silla, hubiera preferido no aceptar desde un inicio, pero, bueno, lo hecho, hecho está.
- Ugh, ¿intentaste ver qué te hace sentir a la hora de acostarse y de no hacer nada?
- ¡Ese es el problema! Me hace sentir bien de las dos formas, es demasiado amable y atento, tanto en la cama, como fuera de ésta. - tapó su cara con sus manos y fingió llorar.
