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- ¡Seas imbécil! - gritó Jake a quien se había parado para irrumpir en la boda de sus hyungs.
- Respeto. - dijo el padre, metiéndose a la conversación.
- Sólo soy un idiota enamorado de Jimin. - dijo el joven.
- Pendejo, ya siéntate. - ese fue Jay.
- Por favor. - volvió a pedir el padre de la iglesia.
La escena era una mezcla de gritos con groserías, personas rezando en cuanto alguien se quiso meter entre el casamiento de la pareja, los padres de Yoongi mirando todo con sorpresa y los hermanos gritando cosas a aquel joven metido.
- Papá, ¿es en serio? - preguntó Jimin hacia su papá Hoseok.
- ¿Qué? Pudo haber funcionado. - se defendió.
- Jamás me voy a alejar de Yoongi, ¿acaso no lo entienden? - preguntó dolido.
Todos los presentes callaron al escuchar tal cosa.
No lo podían creer.
Después de discutir entre las dos familias y amigos de los medio casados, el padre puso orden, dando por terminada la boda con más rapidez de la que quisieron los ya esposos.
- Pueden besarse. - declaró después de que los anillos les fueron dados por Sunoo y Riki.
Yoongi y Jimin se unieron en un beso lleno de cariño y dulzura, uno que siempre recordarían como el beso que inició su nueva etapa de la vida.
Las familias volvieron a reunirse de nuevo a eso de las ocho y media de la noche, pero, esta vez, fue en el salón de la fiesta.
Los invitados quedaban asombrados y embobados en cuanto al inmenso lugar y a la decoración del salón, era bellísima la combinación del blanco y dorado, eran los estilos de los recién casados. Nadie podía creer que tales colores fueran a hacer una de las mejores combinaciones vistas por ellos mismos.
- Les pido que se comporten de la mejor manera. - rogó Seokjin a todos sus hijos.
- Joder, ya somos adultos, a los que les deberías de decir eso es a Jungwon y Riki. - se quejó Taehyun con carita de perrito regañado.
Seokjin rodó los ojos, no es que lo dijera simplemente para molestar a sus demás hijos, pero los conocía, a pesar de no pasar tanto tiempo con ellos, los seguía conociendo y sabía cómo podría terminar aquella fiesta si sus hijos no se comportaban.
Los relojes de todos marcaban las nueve en punto, la hora en que los novios deberían de aparecer en la entrada de aquel gran salón.
- ¡Démosle la bienvenida a los recién casados! - pidió el DJ a través del micrófono que manejaba.
Los invitados aplaudieron en cuanto Yoongi y Jimin entraron agarrados de las manos y vestidos con sus trajes de color blanco pulcro.
Jungwon comenzó unos silenciosos sollozos a la par que aplaudía, Riki lo miró con pena y se acercó a él, tomándolo por los hombros.
