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Hoy era día de cita, para Jungwon, con la psiquiatra.
Ya había pasado un mes desde la última cita que había tenido. Al inicio, sus citas eran cada dos semanas, pero, esta vez, la psiquiatra le había dicho que agendara una cita para dentro de un mes. Y eso había hecho Won, bueno, lo había agendado Soobin.
Su cita iba a ser a eso de las ocho y media de la noche, sabía que iba a salir tarde, debido a que su psiquiatra agendaba las citas a una hora, pero todos sabían que iban a comenzar después de la hora acordada. De igual forma, Jungwon no la culpaba, su doctora daba citas en dos hospitales distintos, más a aparte en donde Jungwon era paciente.
Y, a decir verdad, Wonnie siempre ha odiado los hospitales, no sabe si es por el olor del alcohol tan fuerte, que intentan inhibir con olor a detergente de pino o aromatizantes en aerosol. No sabía si por lo anterior o porque, de pequeño, era muy enfermizo y siempre terminaba en el hospital, acompañado por uno de sus padres, no sabe si es porque pasó mucho tiempo en el hospital cuando su hermano mayor, Taehyun, estaba con sus ataques de ira y necesitaba ayuda médica.
No podría decir con exactitud el por qué no le gustaban los hospitales.
- Won, Soobin quiere que te lleve al hospital, dice que él te verá allá. - Jay avisó mirando a su hermanito menor. El rubio apenas y había metido la cabeza a la habitación de su hermanito, sabía que debía respetar la privacidad de sus hermanos menores, pero también necesitaba mirar si Jungwon se encontraba bien. - No te ves muy bien que digamos. - opinó con preocupación.
- No quiero ir. - susurró Jungwon.
Sus hermanos sabían que algo andaba mal, desde hacia días que veían diferente a su hermano menor, pero no querían incomodar con preguntas a su hermano. Además, pensaban que lo sacaba con su psiquiatra, por eso no se apuraban en preguntar lo que sucedía.
- ¿Y eso, peque? - Jay se adentró por completo a la gran habitación, que se encontraba decorada con animales acuáticos y pintura azul y blanca, se sentó en la orilla de la cama de Jungwon, ya que el menor estaba hecho un ovillo en su cama, bajo las sábanas.
- Simplemente, es de esos días en los que no quiero ni levantarme de la cama. - informó, su voz estaba siendo amortiguada por las sábanas, haciendo que se escuchara más bajita de lo normal.
Jay asintió con la cabeza y soltó un suave suspiro. No sabía qué decir, estaba estudiando para maestro de deportes, no una carrera que se fuera hacia la psicología.
Lo mejor que pudo hacer fue abrazar a su hermanito y quedarse así con él.
- Vamos a llegar tarde. - se quejó Jungwon.
- Lo sé. - respondió el mayor.
Se quedaron unos diez minutos más abrazados. De todas formas, Won sabía que su hermano podía conducir muy rápido, así que, no llegarían tarde a su cita con la doctora.
