La noticia de que el futuro líder de Yiling Wei apadrinaba a unos Wen casualmente aún seguía siendo un misterio, Wei Wuxian se preguntaba la razón, la secta Lan podía exponerlo en cualquier momento, sobre todo ese maldito humano al que estuvo a punto de asesinar.Algunas semanas después estaba de nuevo en la oficina de Lan Qiren, el aburrimiento en su rostro era notorio, no quería seguir con esa farsa de ser cordial con los Omega que le fuesen a presentar, después de todo, lo sabe perfectamente, lo único que necesita es follar a uno de ellos en medio de su celo y listo, pero los métodos tradicionalistas de los Lan lo ponían contra las cuerdas.
No podía simplemente acostarse con un Omega Lan y no esperar un juicio, o un matrimonio en cuestión de tiempo, debe admitir que ya sabe quien quiere como madre de su hijo, pero contraer matrimonio con ese Omega le daba un poco de temor. Debe reconocer que fue muy hijo de puta al simplemente hacerle pensar en si mismo como un regalado, pero así es el mundo, y en algún momento, alguien podría hacerle algo peor para hacer que abra los ojos.
Un beso fue poco comparado con lo que miles de Alfas lujuriosos pueden hacer, muchos violan a cualquier Omega que se crucen su camino sin importarles las circunstancias, sin tener en cuenta sus sentimientos, rangos, o de que familia posiblemente adinerada vengan, un Omega siempre termina siendo eso, un Omega.
Miraba a Lan Qiren en silencio, ni siquiera sabía de lo que estaba hablando, de vez en cuando asentía con la cabeza para no levantar sospechas, su cerebro trabajaba a mil, las ideas rebotaban por su mente, y trataba con todo su ser no fastidiarse por la exuberante cantidad de tiempo que estaba perdiendo sentado allí.
Podría estar siendo regañado por Wen Qing, jugando con A-Yuan, riendo con su madre, corriendo por la plaza del mercado, recibiendo regalos de sus admiradoras en el pueblo, yendo al burdel para escuchar las penurias de todos esas pobres Omega obligadas a trabajar en algo tan denigrante. Pero aquí lo ven, con ganas de arrancarse los oídos y tirarlos en el volcán más profundo que encuentre, o tirarse él mismo.
Sinceramente si no fuese por la amenaza disfrazada de su padre, en este momento estaría haciendo cosas mejores de su vida, pero tenía que cumplir su palabra, ya los Wen se encuentran en Yiling, si vuelve sin una esposa o un hijo lo va a pasar muy mal.
Lleva un mes completo en este lugar lleno de reglas sin sentido, comiendo de forma insípida, y siendo obligado a no poner un pie fuera de la secta por su escape de unos días para llevar a los Wen a Yiling. No había visto de nuevo al segundo hijo del líder Lan, y estaba a punto de ir a buscarlo y proponerle matrimonio únicamente para que no sigan obligándole a conocer a miles de nuevos Omega.
Ya no podía ver las túnicas blancas con azul, diseñadas a medida para un cuerpo pequeño y delicado. Muchas veces duda que en verdad sea un cultivador, porque incluso el Omega menos experimentado en la cultivación tiene un cuerpo más grande y con rasgos un poco más secos.
Extraña por momentos los sencillos decorados de plata y jade blanco en su cabello negro como la tinta, por primera vez en su vida se arrepiente de algo como lo hace ahora. Sobre todo porque sabe que no podrá repararlo como en otros casos.
Un corazón herido termina reforzado, y ese refuerzo lo vuelve casi irrompible como son las mismas escamas de los dragones. Pero un día mientras dormía en la pradera pudo sentir aquel hermoso aroma que dudaba volver a sentir.
La tierra mojada, el sándalo, la flores. Todo como un recuerdo silencioso y tortuoso de su decisión. Decidió no abrir los ojos, porque si llegaba a ser un juego creado por su mente sabía perfectamente que le daría un infarto del dolor.

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Su Dragón
FanfictionWei Wuxian visita GusuLan como representante de Yiling Wei, clan de su padre ya que él aún no se sentí completamente preparado. En la montaña están esparcidos los olores de las Omega en época de apareamiento, pero ninguno llama su atención, es más l...