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Adam estaba muy intranquilo necesitaba enviar unos archivos a su jefa, pero por alguna extraña razón su computador no funcionaba. Por suerte tenía el archivo en una "tarjeta de memoria" pero necesitaba si o si un computador. Ahora que lo recuerda Cain tenía uno en su habitación para realizar sus estudios solo será cuestión de minutos enviar eso nisiquiera notará que la utilize pensó Adam.

Y así fue subió los escalones llegando ala habitación de su hijo tomando el computador y enviando dichos archivos. Luego de evitarlos iba a dejar el computador tal y como dijo hasta que algo le llamó la atención.

"Rule 34 de nekos"

¿Será una de esas bandas raras nuevas qué le gustan a los adolescentes?" Adam ya sabía que sus tiempos habían pasado pero vamos ¿quien mierda se pondría ese nombre y más un grupo de personas? No cabe duda que los adolescentes y sus cancioncitas están locos.

Investigo sobre dicha "banda" dándole click.

Grave error.

Adam no podía explicar lo terriblemente horripilante que se encontró esas escalofriantes imágenes. Esa gata y su cola.

Cuando llegue su hijo no la pasará nada de bien.

Con razón iba bien a gusto al cuarto, cuando Adam lo mandaba al cuarto ya sea a comer, dormir, descansar.

"Si ma' muchas gracias te quiero" si ma' me voy a jalar el gatucharro con esta aberración.

Nisiquiera recuerda que Jhon-calo abusara tanto de la locura como su hijo cain. Tremendo loquito que le salió el chamaco eh.

Hasta qué de un momento a otro dejó de pensar en cain.

"Si el pendejo de Cain lo hace y era uno de mis críos más tranquilos de chico, eso quiere decir que probablemente el más jodón vea cosas peores que éstas"

"Okita" solo pudo pensar en ese nombre y girar su cabeza a su habitación. Cuando se levantó para ir a revisar justo tocaron la puerta.

"Ahora si cago este pituflango, chamaco puerco" pensó Adam mientras bajaba rápidamente las escaleras en dirección ala puerta que anteriormente había sido tocada.

-¡Ahora si hijo de tu reputisima madre! ¡Por qué mierda estabas viendo eso perro mal parido-fue interrumpido al escuchar un sollozo, abrió los ojos dándose cuenta que no era su hijo.

-S-señor aquí....a-aqui esta su-su entrega...por favor no me grite más-dijo el cartero sollozando mientras de su nariz salía de poco a poco un moco.

-Yo lo siento mucho muchacho... yo pensé que era mi hijo ¿tengo que firmar?-pregunto algo avergonzado.

-No...no señor no tiene que firmar absolutamente nada. Con permiso-dijo para irse corriendo lejos del rubio.

Genial ahora había actuado como su hijo okita.

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