𝟕. 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐛𝐥𝐨

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𝐵𝑖𝑒𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎𝑠

𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑒𝑑𝑖𝑡𝑎𝑑𝑎, 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑜𝑠 𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒𝑠 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑡𝑎𝑔𝑜𝑛𝑖𝑠𝑡𝑎𝑠.

𝐴𝑑𝑣𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎:

𝐿𝑒𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎𝑠 𝑠𝑒𝑥𝑢𝑎𝑙𝑒𝑠, 𝑚𝑎𝑛𝑖𝑝𝑢𝑙𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑙𝑒𝑣𝑒, 𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑑𝑒𝑢𝑑𝑎𝑠, 𝐷𝑜𝑚 𝑆𝑒𝑜𝑘𝑗𝑖𝑛, 𝑆𝑢𝑏𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎, 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒𝑠 𝑦 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑆𝑒𝑜𝑘𝑗𝑖𝑛, 𝑒𝑙 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒 𝑓𝑒𝑚𝑒𝑛𝑖𝑛𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑐𝑎𝑟𝑎́𝑐𝑡𝑒𝑟 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑆𝑒𝑜𝑘𝑗𝑖𝑛 𝑙𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑒 𝑚𝑎𝑠𝑖𝑡𝑎, 𝐶𝐸𝑂 𝑆𝑒𝑜𝑘𝑗𝑖𝑛.

𝑃𝑙𝑎𝑦 𝑚𝑢𝑠𝑖𝑐

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Claudia sintió como su mente parpadeaba, su cuello estaba sujetado con fuerza por la mano de Seokjin, sus labios moviéndose encima de los suyos, saboreando su boca como si fuera el postre que había esperado toda su vida

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Claudia sintió como su mente parpadeaba, su cuello estaba sujetado con fuerza por la mano de Seokjin, sus labios moviéndose encima de los suyos, saboreando su boca como si fuera el postre que había esperado toda su vida. Y para Seokjin lo era, había esperado tanto tiempo, año tras año viéndola desde la sombra, saboreando su cuerpo con la mirada, planeando perfectamente el momento exacto dónde podía verla vulnerable y agarrarla por detrás.

- tan bonita - Seokjin se separó un poco y la levantó de los muslos, empujó sus caderas contra el centro palpitante de Claudia y la dejó caer encima de la mesa central de cocina - tan bonita y serás mía.

Claudia parpadeó dándose cuenta en su situación, apresurada colocó su palma en el pecho de Seokjin y se separó un poco de él.

- aspe-espera, no... no podemos - trató de formular, Claudia sentía un remolino en su cabeza.

- ¿por qué?, solo debes aceptar todo lo que te ofrezco, no cuesta nada bonita - Seokjin sonrió viéndola toda confundida, un poco de la droga en el vino y la podía moldear a su gusto - solo debes abrirte para mí, ser a dulce Claudia que siempre has sido, que me veas a mí, me toques a mí, me beses a mí, gimas para mí y todo tu ser gire a mi alrededor.

La mano izquierda de Seokjin masajeó su muslo con precisión, sus dedos rozando la ingle entre la tela de la falda, todo de manera armoniosa, que ella no se fijara en qué comenzaba a subir la falda de su ropa.

- no puedo... uh... no podemos, tú no... por qué... - mareada, ¡¿qué estaba pasando?!

Seokjin deslizó sus dedos más adentro entre la entrepierna de Claudia, tarareando con su garganta hasta que llegó justo a su núcleo.

- ¿pero si estás empapada? - Seokjin sonrió cuando Claudia tembló ante su tacto, como un gatito, sus bonitas manos se aferraban a la tela de su camisa, apretando con fuerza mientras la droga adormecía cada vez más el cuerpo de la chica - tan empapada para mí.

Seokjin alejó sus manos traviesas y miró a Claudia, su polla comenzó a doler bajo sus pantalones, la imagen de Claudia era todo lo que quería ver, mejillas sonrojadas, labios brillantes y rojos, su cabello desordenando y sus dedos rizados en su camisa.

- mierda - con otro beso la hizo jadear, su boca se movió con rudeza, jamás la habían besado de esa manera, tan necesitada, tan ruda, tan brutal, no podía ni respirar y su cabeza estaba caliente, jamás se había dejado llevar por alguien que la besara, entonces, ¿Qué sucedía con este chico? ¿Por qué dejaba que la tocara?, quería decirle que parara, pero sus propias piernas temblaron con fuerza cuando las caderas de Seokjin comenzaron a mecerse contra ella - tan linda, tan linda para mi Claudia, solo debes aceptar lo que te ofrezco.

Claudia movió un poco su cabeza mientras se separaba, necesitaba aire, quería urgentemente aire para pensar, pero las manos traviesas rozando la piel de sus piernas la hicieron temblar, jadeos y más jadeos salieron de su boca.

- tan bonita - Seokjin levantó totalmente la falda Claudia y vio sus deliciosas y gruesas piernas, su piel suave, abiertas para él, el comienzo de sus bragas negras, simples, pero tan tentadoras a su vista, las estrías cerca a esa zona, marcas hermosas que iba a adorar desde ahora - abre tus piernas, necesito probarte.

- aspe-espera... - Claudia jadeo cuando la empujó de espaldas contra la mesa, intentó levantarse, quiso hacerlo, pero una mano presionando su estómago se lo prohibió - no podemos, está mal, yo no estoy... no estoy en condi...

Seokjin colocó su mano por debajo de la nalga de Claudia y tiró sus bragas, el material raspó lentamente la piel de la chica mientras se lo retiraba de una manera tortuosa para su propio cuerpo, negó intentando detenerlo, eso estaba mal, todo estaba mal, desde un comienzo a fin, no estaba pensando con claridad, no estaba en sus facultades racionales.

Cuando la tuvo sin nada encima, pudo admirar el coño de Claudia, un poco de bello comenzaba a crecer en su monte de Venus, pero, su piel suave y los labios ya mojados los instaban a acercar su boca y comerla viva, como todos los sueños que había tenido con ella mientras la follaba por detrás hasta que le rogara que se detuviera.

- mira nada más, dulce amor - murmuró soplando entre sus pliegues, Claudia saltó atormentada, jamás le gustaron los orales, ni mucho menos hacer, se sintió incómoda y quería decirle que se detuviera, aunque a este punto ya no tenía uso su cuerpo, parecía plastilina bajo la mano de Seokjin - ¿te excita esta situación?

Seokjin sacó su mano del estómago de Claudia, probó su teoría, la droga había hecho efecto en sus músculos, así que ya no importaba qué pasara, ella no podía moverse. Acercando sus dedos a su boca, lamió lentamente, dejando un rastro de baba entre dos dígitos, con una sonrisa gatuna miró a Claudia.

- solo tienes que decir que si, Claudia - murmuró, separando sus muslos, acercó sus dedos lentamente al coño húmedo de la pobre mujer, los acercó como un toque fantasma, viendo como la piel de la chica se erizaba por el frío - dilo.

- yo... - Claudia tenía tanto en su cabeza, tanto que no podía pensar con claridad, su cuerpo quemaba, jamás se había sentido así, quería decir que no, que no quería nada de esto, negarse siempre había sido fácil.

- entonces tendré que sacarlo -

- ¡Ah! - Claudia jadeo cuando un dedo entró en su interior, sus paredes se apretaron alrededor de un dígito de Seokjin, dulcemente, como si supiera que debía dejarlo pasar - no, ¡no!

Al momento siguiente, la lengua de Seokjin se une a la comida, lentamente rodeando el clítoris de Claudia mientras bombeaba su dedo lentamente, los bonitos jadeos que suelta Claudia es un espectáculo para sus oídos, sentía como su polla se apretaba bajo sus pantalones, con fuerza.

- ¡vaya, mira como dejas mis dedos! - Seokjin sacó sus dedos del interior de Claudia y los mostró ante la luz de los focos del techo - Dios mío, todo esto será mío... no, es mío.

Sorprendida, siente cómo cierra sus muslos y la hacen parar de nuevo, su trasero choca contra la frialdad de la mesa y la sostienen antes de que sus rodillas se rindan.

- está bien bonita, está bien, date la vuelta, quiero ver tu bonito trasero - Seokjin le da un beso casto en sus labios antes de sujetar sus caderas y darle vuelta, la inclina de nuevo y esta vez sube totalmente la falda hasta su cintura, sin que Claudia pudiera decir algo más, sujeta sus brazos y las apretó detrás de su espalda, con el tiro de su ropa las amarra para que no pudiera hacer nada.

- que... Jin, suéltame, esto está... -

Claudia se siente mareada más que nunca, pero, su coño palpita, palpita queriendo que se entierren dentro de ella. Pronto, no puede pensar, ahora, sin esperar a nada más, Seokjin clava tres dedos en su interior, la boca de Claudia se abre ante la intrusión, el ardor de ser estirada la hace sollozar.

- no puedo esperar a que mi polla se complemente a tu pequeño coño - susurró Seokjin viendo su forma destrozada, sus labios formaban un puchero debido a su cuerpo rendido contra la mesa, tenía las orejas rojas de vergüenza, la boca entreabierta mientras jadeaba - estoy seguro de que eres perfecta.

Seokjin comenzó a mecer sus dedos, dentro y afuera, viendo como la crema de Claudia comenzaba a rodear sus dedos, tan dulce como nunca, el sonido de su bonito coño era tan tentador, solo quería enterrarse de una vez, pero si lo hacía, la lastimaría, no quería lastimar a su bonita bebé.

Claudia jadeó, los dedos dentro de ellas se movían tan bien, tan bien que chocaban con los puntos correctos, jamás le había hecho sentir de esa manera, tan expuesta e irreconocible, quería arañar algo, sujetarse y separarse de las manos de Seokjin, pero sus brazos estaban amarrados, como si fuera un juego para él.

- ¿te gusta bebé? - Seokjin murmuró mientras la follaba con los dedos, la maravilla de ver como las piernas de Claudia temblaban, era dicha para él - solo debes decir que si bonita.

- Seokjin, para... yo no quiero - murmuró aterrada, aterrada por todos los sentimientos en potencia que estaba sintiendo, no sabía qué pasaba en su cabeza para no gritar y pedir ayuda, no sabía cómo es que dejaba que Kim Seokjin hiciera de las suyas.

No debió ingresar a ese lugar en primer lugar, Jeannie le advirtió de sus tendencias mitómanas, ¿De verdad estaba pidiendo matrimonio a base de un chantaje emocional y económico?, bien sabía que aceptar era cubrir todo lo que debía, desde la deuda de sus padres hasta la casa, inclusive el monto que debe pagar a su anterior empresa por golpear y dañar la infraestructura del local.

Todo se iba a esfumar si le decía que si, pero... no conocía a Seokjin, desde hace mucho tiempo, incluso, se esforzaba por entender al chico, a veces sus acciones eran extrañas, tanto que cuestionaba siquiera como lo había criado.

- ah, mira esto - Seokjin encorvó uno de sus dígitos y presionó, Claudia gimió removiéndosela, intentando mover sus caderas para alejarse - no bebé, ¿Por qué quieres moverte?, puedo hacerte sentir bien.

- para... - jadeo, su estómago hacía presión, estaba a punto de correrse, jamás había tenido tanta euforia por correrse en su vida, ni mucho menos por otra mano que no sea la suya.

- no, no voy a parar -

- ¡ah! -

Seokjin comenzó a follarla con más fuerza, moviendo sus dedos en tijera dentro de ella, mientras con la otra mano frotaba su clítoris hinchado, las piernas de Claudia temblaron.

- ¡no, espera... ahm, por favor, para! - gritaba, todas las sensaciones se sintieron con una presión profunda, su estómago se removió y pronto, ante la succión de su clítoris con dos labios afelpados, sé corrió.

Claudia soltó un grito agudo mientras se deshacía en las manos del chico. Seokjin vio fascinado como se corría a chorros en su boca, y no desperdicio ni una gota, tan dulce como se lo imaginaba, y no importó si estaba sensible, comenzó a comer de nuevo de ella, moviendo su lengua, presionando su clítoris adolorido y abriendo su coño para él.

- ¡no, ya no... ya no puedo! - Claudia sintió la sobre estimulación, no podía soportar, se había corrido con tanta fuerza hace segundos, pero Seokjin parecía entusiasmado con hacerlo de nuevo - ¡duele!

Seokjin sonrió, con su lengua presionando los puntos correctos, volvió a morder dulcemente el botón de placer en Claudia, y nuevamente, sé corrió.

Con otro grito acabo de nuevo.

Agitada y aturdida, motas blancas en su vista la hicieron flaquear, jamás se había corrido dos veces seguidas, sintió como sus piernas se arrastraban en el suelo y solo la mitad de su cuerpo yacía muerto, agotado por las pulsaciones dolorosas de su sobre estimulado coño.

- ¿Te encuentras bien amor? -

- eres un... -

Seokjin sonrió, lamió sus dedos empapados por la esencia de Claudia, con un ligero golpe en el trasero la hizo saltar, era tan sensible, no podía creer que su futura mujer era tan sensible.

- ahora, bebé, vas a recibir la polla de tu prometido -

Claudia sintió como separaban sus muslos más que antes, ahora sus brazos fueron liberados, sintiéndolos adormecidos por un momento, intentó arañar la mesa cuando la empujaron hacia atrás, jadeo al sentir la piel suave de las caderas de Seokjin.

- ¿Podrás cargar con mi polla, nena? - preguntó Seokjin burlándose de tu entrada, la cabeza de su miembro era grande y rosada, con venas cruzando lo largo del falo, era grande y grueso, tenía un color tan bonito que él se sentía orgulloso de eso - si podrás, vas a hacerlo.

Claudia se remueve al sentir la punta de la polla de Seokjin presionar con su entrada y luego mojar más su clítoris, la otra mano del chico sostenía su trasero en popa para que no se moviera tanto, la vista de ella de espaldas, toda destrozada intentando sujetarse de algo, lo ponía más duro.

- te voy a follar tan bien, Claudia, que jamás pensarás en separarte de mí - Seokjin se inclinó un poco, acercó sus labios a la mejilla de la pobre chica, y depositó un beso - eres mía.

Lentamente, comenzó a entrar, Claudia jadea, siente el piquete de ardor ante ala intrusión, no la había follado hace tanto tiempo que estaba segura, de que iba a doler más de lo normal, se aferró a la mesa como si fuera su vida, boqueando y moviendo sus caderas incómoda, lentamente iban estirándola.

- mierda, tan apretada - Seokjin se detuvo un poco a la mitad de camino, Claudia era tan estrecha que estaba seguro de que iba a explotar - mira como me tomas tan bien, bonita, tan bien, ¿Por qué querías esconder este coño codicioso?, tan mala.

- duele... ah - temblorosa, cerró los ojos, se sentía tan llena, tan llena que no podía respirar.

- no muevas tus caderas así o no seré tan bueno, quiero golpear este bonito culo por ser tan mala y rechazarme a cada rato - Seokjin masajeo sus nalgas mientras veía como la mitad de su polla estaba dentro de ella - ahora, voy a hundirme más bonita.

Una ráfaga de dolor surcó su espina cuando Seokjin golpeó con rudeza dentro de ella, gritó sollozante ante el golpe en su útero con tanta facilidad.

- mierda -

Claudia ahora no podía pensar en nada más que no sea como la llenaba totalmente, araño el mármol en busca de apoyo, jamás la habían tratado de esa manera, una parte de su cuerpo le gustaba, pero la otra le gritaba que lo detuviera, que algo estaba mal.

- mira como cremas mi polla nena -

Seokjin comenzó a mover sus caderas, lentamente al principio, sintiendo como las paredes gomosas de Claudia lo apretaban por cada movimiento, se separó viendo como su falo se manchaba de una crema clara, la propia dulzura de ella para que pudiera entrar en ella con facilidad, si eso no era amor ¿Entonces por qué su cuerpo lo recibía tan bien?, ah, eras para él, fuiste diseñada para él, y estaba tan feliz que no midió sus golpes.

Claudia era tan vocal, tan bonita gimiendo con cada golpe, tan suave a su tacto, viendo como con debilidad intentaba pararlo, colocando su bonita mano en sus caderas presionando contra ella, claro, sin éxito alguno.

- mierda, sigue apretando de esa manera -

- Jin, para... - Claudia gemía, parpadeaba con pura euforia, su cuerpo casi desnudo delante de Seokjin, viendo cómo la sujetaba con tanta fuerza de las caderas mientras la tomaba por detrás - dios.

- no, Seokjin, ahora soy tu Dios - Seokjin saco su polla solo hasta la punta, esperó viéndola suspirar y luego, con pura fuerza, la follo a pelo, dirigió sus manos a los bordes de su vestido y tiró la tela hacia abajo, las tetas de la chica se frotaron contra la frialdad del marco y sus pobres brazos, tomados por Seokjin para que ella no se moviera, fueron tirados hacia atrás.

- ¡Ahm, oh dios, deten...! - la boca de Claudia se movía, intentando articular alguna palabra que pudiera decir, algo, pero pronto solo se volvieron jadeos y gemidos continuos, tan irracionales y tonta.

De nuevo se corrió con fuerza, Seokjin no pudo evitarlo también, sintiendo sus paredes apretarse alrededor de su eje, tiras de semen llenaron su interior, pintando delicadamente hasta que no pudo más.

Seokjin se alejó y se arrodilló, viendo como su coño abierto dejaba salir su esencia lentamente.

- no, no podemos desperdiciar nada esto - Seokjin abrió sus nalgas y acercó su boca, probando su propia corrida y deslizando su lengua dentro de Claudia, la hipersensibilidad de sus piernas lo hizo sonreír.

Claudia quería alejarse, ya no podía, se había corrido tantas veces seguidas, era doloroso, no podía más.

- ¡para, para... duele... ! - cerró sus ojos cuando la lengua de Seokjin volvió a aplastar su clítoris enrojecido, otra vez empezó a torturarla, metiendo su lengua y lamiendo su centro ya abusado, sacando quejidos y gritos de la pobre Claudia.

Seokjin aplastó una de las piernas de Claudia hacia abajo, con un siseo de dolor, Seokjin volvió a ponerse tan duro de nuevo, comenzó a suspirar, lamiendo por última vez a la chica y levantándose, esta vez la volteó, su bonito rostro lleno de lágrimas lo hizo sonreír, quería verla destrozada desde hace tiempo, rogando que se detuviera por la sobre estimulación, no saben cuanto soñó por ese día.

Nadie iba a detenerlo ahora, nadie.

- ahora solo debes decir las palabras correctas Claudia, dilo -

Claudia sollozó, separó sus labios y miró con los ojos acristálalos a Seokjin.

- si, si - murmuró rogando - pero para ya, por favor -

Seokjin sonrió complacido.

- ¿por qué debería parar?, si ahora eres mi prometida debo saciarte por completo - Seokjin tiró de ella y volvió a entrar con fuerza en su dolorido coño, un gemido amortiguado por sus labios se escapó, meciendo sus caderas contra ella.

Seokjin se sintió en la cima del mundo, el amor de su vida estaba bajo de él, lloriqueando y gimiendo dulces lamentos de su bonita boca mientras la follaba como si su vida dependiera de eso, ¡Era su prometida ahora!, ya no había vuelta atrás, tampoco es que hubiera una escapatoria de él, siempre buscaría algo peor con lo que chantajearla, ¿inculpar a Dongdong? ¿A su madre? ¿Dejar en bancarrota a la familia de Jangseok? ¿Amenazar a Jeannie?, podía hacer cualquier cosa para tenerla, pero opto por lo menos horrible, no quería asustarla tanto.

Claudia gimió sintiendo como volvía a crecer el nudo en su estómago, movió su cabeza a un costado buscando aire, su cuerpo ultrajado se estaba rindiendo, poco a poco manchas blancas se arremolinaban en sus ojos, pinchazos de dolor en su coño y las manos de Seokjin apretar su carne mientras miraba la unión de sus cuerpos.

- mírame, mírame cuando me corra o no me detendré, ¿Quieres eso?, puedo durar mucho más que esto, puedo arruinarte, joderte durante horas, durante días, he estado esperando este momento, tener destrozada para mí, goteando mi semen - Seokjin arrugó su frente, su polla comenzaba a latir - ¡Mírame!

Claudia parpadeó y miró a Seokjin, y tan pronto como lo hizo, se corrió. Un grito amortiguado por los labios de Jin salió de su garganta, igualmente él se corrió con fuerza, descargando toda su semilla otra vez.

Solo unas cuantas estocadas más, y sacó su polla de Claudia, la pobre se desmayó por la rudeza y el dolor, no pudo soportar tanto.

Seokjin sonrió viendo sus piernas abiertas de par en par, como los chorros de semen caían de su coño hasta el suelo, ah, era una vista maravillosa.

- mía - sujetando la mano de Claudia, sacó un anillo de su bolsillo, el diamante brilló contra la luz, tan precioso y caro, y si te acercabas mejor, podías ver el pequeño chip dentro del material, era tan poco visible y tan buen escondite - marido y mujer.

Y con dulzura, lo puso en del dedo anular de Claudia antes de recogerla y llevarla a su habitación.

Y con dulzura, lo puso en del dedo anular de Claudia antes de recogerla y llevarla a su habitación

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𝔅𝔦𝔱𝔢 𝔪𝔢 |𝔎𝔦𝔪 𝔖𝔢𝔬𝑘𝔧𝔦𝔫| +21 Yandere au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora