Two For One de Ourliazo

01

 : Compras

Texto del capítuloTom se pone de puntillas para agarrar el libro de la biblioteca y la mujer detrás del mostrador arrulla suavemente a un chico tan lindo mientras se lo entrega.

Tom lanza una mirada de muerte a la bruja y ella retrocede antes de que pueda detenerse.

"Cuidado, Tom", se ríe Harry. "Podrías petrificar a alguien con una mirada de basilisco como esa". Levanta al niño sobre una cadera y se aleja de la línea y del cauteloso miembro del personal.

Tom frunce el ceño (hace pucheros) pero al menos ya no está tratando de crucio a la gente con su magia. "No soy un bebé, bájame".

Un tirón en los pantalones de Harry lo hace mirar para encontrar a Gellert mirándolo, con los ojos muy abiertos en inocencia. Lo que significa que algo malo va a pasar.

"Quiero que me cargues a mí también", dice Gellert.

Harry comienza a bajar a Tom, pero las uñas del niño se clavan en la parte posterior del cuello de Harry, el libro de la biblioteca de Tom agarrado contra su pecho con el otro brazo.

"¡No, me estás cargando!" Tom chasquea.

"Dijiste que-"

"Cambié de opinión", sisea Tom.

Harry levanta una ceja. "¿Estás tratando de fastidiar a Gellert?"

Tom frunce el ceño. "Me gusta que me carguen, creo que es algo de bebé".

Harry se endereza y agarra mejor a Tom. Mira entre los chicos y decide que será muy malo si no explica claramente por qué no puede recoger al rubio.

"Lo siento", comienza Harry. "Creo que si te recojo a ti también, no podré sostener a ninguno de los dos correctamente y podría dejar caer uno".

Gellert entrecierra los ojos concentrado, descartando la excusa. "Podemos aguantar", protesta.

"Probablemente no pueda", admite Harry. "No soy tan fuerte y ambos sois bastante grandes". En cambio, ofrece un premio de consolación. "¿Qué tal esto? Te llevaré la próxima vez que vayamos de compras".

"¿Qué? Eso es injusto", responde Tom. "Me acabas de recoger y casi hemos terminado. No he tenido un día completo".

"Um", intenta Harry.

Ambos niños descartan al adulto porque claramente es un incompetente y, en cambio, se vuelven el uno al otro con enojo.

"¡Espera espera!" Harry llora antes de que comiencen el uno con el otro.

Realmente no quiere que una rivalidad sea algo normal entre ellos. Rápidamente baja a Tom a pesar de las protestas y el aferramiento del niño.

"Mira, ahora ambos están a la par. No estoy reteniendo a nadie". Harry sonríe, complacido de haber arreglado las cosas.

Tom y Gellert no parecen muy contentos. Se alejan lo suficiente para poder tener una conversación breve y seria sin que Harry la escuche.

Harry termina sosteniendo las manos de ambos en casa. Un día después encuentra un horario, dibujado con crayón, clavado en la pared al lado de la puerta.

"¿Qué pasa si no vamos de compras un día de estos?" Harry pregunta.

"El contrato será renegociado", responde Gellert con una linda sonrisa. "Hay cláusulas de excepción en la parte posterior".

Harry levanta el papel y, todavía en la misma mezcla de colores de crayones, los chicos han escrito un contrato sorprendentemente hermético con varias subcláusulas y condiciones. "Eh."