Posesivo [Dekubaku] {+16}✅

Capítulo Dos

Narrador omnisciente.

Oscuridad, eso era lo que había en el ambiente apesar de la luz del fuego que emitían las antorchas, el peliverde se encontraba con las manos y piernas encadenadas, sus gritos se oían por todo el castillo, esa era la consecuencia de sus actos, la consecuencia de actuar sin pensar.

-¡Detente! - grito al sentir otro jalón en la extermidad de su cuerpo - ¡Por favor, para! - sus gritos fueron ignorados arrancando su ala derecha.

Un grito desgarrador y ensordecedor para los cercanos dejó aturdidos a los encargados de tal tortura, el peliverde respiraba agitadamente tratando de olvidar el dolor, sin embargo las cosas no acaban ahí, la orden fue arrancar ambas alas.

La sangre corría por su camisa blanca que ahora se encontraba totalmente roja de la espalda, sus ojos se encontraban entrecerrados del cansancio después de tal tortura, quitaron sus ataduras y lo dejaron tirado en el frío suelo de las mazmorras, salieron cerrando su celda asegurando que lo liberarán mañana para ir con su protegido.

Izuku

Desperte de golpe por los recuerdos que se me mostraron mientras dormía, tal vez por lo reciente que era esa sensación, seguía en el plano espiritual al parecer a Bakugo le está costando mucho asimilarlo o está muy cabreado con el hecho de que quieren atentar con su vida.

Eso también me cabrea mi, no me gusta que toquen lo que me pertenece, deberían aceptar que dejo que se acerque por que seres tan repugnantes no son dignos ni de respirar el mismo aire que mi protegido.

Me acomode en mi nido notando que mis alas ya se habían regenerado por completo, tardaron más en quitarmelas que ellas en crecer, comprobé su movilidad notando que estaban perfectas ya listas para alzar el vuelo, mire aquellos árboles y montañas llamándome, la brisa acariciandome terminó por convencerme a tener un pequeño vuelo.

Camine al borde de mi lugar de reposo, este se encontraba construido en un árbol que crecía en un acantilado, así que para volar solo debo dar un paso más y... caer.

Extendi mis alas dejando que ellas me elevarán por los aires, aprecie a cada criatura en este plano, nosotros lo llamamos el Páramo, un nombre que solo mantenernos entre nosotros los guardianes, este lugar siempre se encuentra iluminado y verde, no hay nada que puede perturbar esta magia, había de todo aquí, Elfos, Kinokos, Hadas, Duendes, Leones, Lobos, Dragones, Fénix's, Jaguares, halcones, zorros y osos.