5. Asi que ¿No piensas disculparte?

134 2 1
                                    

¡Hola hermosuras de mi vida! Bueno este capitulo esta dedicado a una amiga que quiero mucho y me amenazo para que escribiera mas rápido.

-No es necesario, Niall.-Repetí por tercera vez.

-Quiero hacerlo, Savannah. ¿Por que solo no me dejas y todos felices?.-Bufé

-Esta bien, Nialler. Vamos.-Finalicé comenzando a caminar devuelta a casa de mis tíos. No me mal entiendan, me cae muy bien Niall, es solo que no me gusta que me tengan que acompañar a todos lados como si fuera una niña. Pero sobretodo no quería que viera donde me estaba quedando, no después de pasarme una tarde de lo mas acogedora en sitios sencillos de forma simple, caminando por el parque mientras tomaba y nos tomaba fotografías. Giré en la calle contraria a casa y al azar me detuve frente a una de tamaño normal.

Niall encarnó una ceja. -¿Aquí es?

-Si, gracias por acompañarme.-Sonreí mientras empezaba a jugar con mis manos por el nerviosismo. Cálmate Savannah.

-¿De verdad?.-Se cruzó de brazos. Mierda.

-Sip. Pero debes irte, mi tío no es que sea de lo mas simpático y no creo que apruebe que haya llegado con un chico.-Reí nerviosa. Joder que se lo crea, por favor. El rió negando con la cabeza y empezó a acercarse a mi, se que lo mas normal sería retroceder pero no pude mover ni un músculo, quede total y completamente paralizada e hipnotizada por sus profundos ojos azules. Él se detuvo justo frente a mi, podía sentir el roce de mi torso contra el suyo sin realmente llegar a tocarse. El empezó a acercar su rostro al mío pero se desvió y se detuvo justo cuando sus labios estaban junto a mi oreja. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo al escuchar su voz, mucho mas grave, profunda, que antes.

-Es curioso porque...-Hizo una pequeña pausa y soltó una risita.-Ésta es la casa de mi mejor amigo, Josh.- Mierda. Se alejo de mi empezando a reír como si hubiera escuchado la mejor broma jamas dicha. Repito, Mierda.

-Yo.. Yo.. Yo no..

-¿Por qué no quieres mostrarme donde vives?.-Detuvo su risa y quedo asombrosamente serio. Solté un suspiro.

-Bien, sígueme.-Comenzamos a caminar en la dirección correcta y antes de que lo hubiera querido estábamos frente a la inmensa edificación que hace sentir miserable a cualquiera. Voltee a ver a Niall quien tenía esa expresión en su rostro: Asombro, incredulidad, fascinación.

-¿E..Es aquí?.-Cuestionó

-Si, Niall. Es aquí.

-¿No te volviste a detener frente una casa al azar? ¿No?

-No Niall. Es aquí.-Repetí.

-¡Es increíble!.-Exclamó levantando los brazos cual niño en una tienda de juguetes.-¡Imagina cuanta comida cabría en un lugar tan inmenso como este!.-Agregó dando pequeños saltos dejándome paralizada. ¿Es enserio? Solo pensaba en la comida que cabría. Empecé a reír entre dientes y antes de que pudiera notarlo ya estaba riendo a carcajadas.

-¿E... En.. Enserio eso es lo que.. Lo que piensas cuando la miras?.-Hablé tratando de no reír -Sin mucho éxito-. Un sonrojo cubrió su rostro.

-Yo.. Si..-Bajo la cabeza causando una sonrisa en mi. Demasiado tierno.

-¿Quieres entrar? Me iría bien un amigo, estoy prácticamente sola allí dentro. Ademas podríamos pasar por la cocina, algo encontraremos.-Su rostro se iluminó a la vez que una sonrisa se extendía en su rostro.

-¡Vamos!.-Exclamó abrazándome.

Al separarnos de aquel abrazo me voltee para caminar hacia la puerta pero me encontré de lleno con esos ojos ¿marrones? ¿Miel? ¿Hazel? O simplemente ¿una combinación de los anteriores?

Forbidden LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora