𝐅𝐢𝐧𝐧𝐞𝐲 𝐁𝐥𝐚𝐤𝐞 - 𝙵𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚢 𝙲𝚑𝚘𝚌𝚘𝚕𝚊𝚝𝚎𝚜

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Pedido de LolaHatake4
Personajes:Finney Blake, ___ Martin
Advertencias/Aclaraciones:Ninguna
Duración:Media(900-2000 palabras)

☁︎☁︎☁︎

Y allí se encontraba la muchacha, bajando las escaleras que daban al patio de su escuela, con su cabello gris brillante haciendo ondas con la leve brisa del viento, dejando hipnotizado a todo aquel que la viera. Ella ni siquiera lo notaba, pero habían tantos jóvenes que deseaban tener algo con ella, que no podía imaginárselo con su inocencia.
Pisó el último escalón, y divisó no tan lejos a su amiga Gwen, y, sin dudarlo, se acercó a ella a paso rápido, para contarle como iba su día en cuanto antes.

-Hola, Gwennie- saludó dulce la chica.

-Oh, hola ___, mira, el es mi hermano- presentó la Blake menor a su amiga.

-¿Finney?,¡Es un gusto!, Yo soy ___ Martin- dijo entusiasmada la oji-azul.

Por su lado, Finney Blake la miraba perplejo, con la mirada clavada en ella, pero poco a poco perdiéndose en sus ojos. Nunca se habría imaginado que su hermana tenía como amiga a una muchacha tan linda como ___, e incluso que sería de su edad, y no de la de su hermana.

-Ho...Hola..Lo mismo digo...- la chica le dedicó una sonrisa enantadora, de esas que solo ella sabe dar, y se sentó junto al chico. Esto puso aún más nervioso al rubio, ya que constantemente rozaban sus codos.

Los días pasaban, y cada vez Finney se sentía más extraño al estar junto a la de ojos claros, pero esta no lo notaba. Por su lado, el rubio, poco a poco se daba cuenta de que se estaba enamorando de la de cabello platinado.
Finney y ___ se habían vuelto muy unidos desde que se conocieron, y el chico intentaba conquistarla con todo tipo de flores, bombones de chocolate o cartas demostrandole su cariño. ___ había hecho que se olvide completamente de Donna, y él agradecía eso, pues a la de pelo negro le gustaba otro chico de su clase.
___ esperaba a que el chico Blake pasara por su casa a buscarla, ya que saldrían a caminar al parque, y luego a tomar un helado.
El timbre de su casa sonó. Bajó las escaleras, se despidió de su tío, y abrió la puerta lo más rápido que pudo, pues no quería hacer esperar a su, lamentablemente para el rubio, amigo.

-Hola Finn -saludó la chica, dedicandole una sonrisa encantadora.

-Hola ___ -devolvió sonriente el saludo, y le extendió a la chica un ramo de flores de lavanda y rosas lilas -Encontré estas en un campo, no sé si te gustan, pero... - la chica lo interrumpió.

-¡Muchas gracias Finn!, Me encantan, son perfectas -exclamó, para luego sentir su espléndido aroma. A la joven realmente le parecieron perfectas esas flores, mientras que, al chico, lo más perfecto le parecía ella.

-Me alegra que te gusten -sonrió nervioso -¿Vamos? -y finalmente, emprendieron camino al parque.

Ese día la pasaron de lo mejor. Y la chica comenzaba a sentir algo de atracción hacia el rubio, pero no lo notaba, pues solo creía que era la tranquilidad que este le brindaba. Para ella, él era un escape de la realidad que fingía ser perfecta, cuando enrealidad se desmoronaba poco a poco. Y para él, la chica era un escape de la realidad que ya se encontraba desmoronada. Ambos estaban en un mundo de ensueño junto al otro, y cada vez anhelaban más cercanía.

-Ya te lo dije, ¡Le gustas! - le aseguraba Gwen a la muchacha, luego de que esta le contara lo sucedido el día del parque.

-Claro que no, solo me ve como una amiga -decía la de cabello gris.

-¡Ya te dije que no!, de verdad le gustas -exclamó la pelinegra, frustrada de repetirlo una y otra vez a su amiga -El punto es: ¿A ti te gusta? -cuestionó. ___ nunca lo había pensado, siempre pensó que lo que sentía era sólo paz.

-Bueno... -titubeó la de ojos claros -No lo sé...¿Qué sientes cuando te gusta alguien? -preguntó.

-Pues, en un inicio te sientes muy bien con esa persona. Quieres estar con ella siempre, te gusta recibir regalos de su parte, siempre que alguien te llama quieres que sea él, creas escenarios en tu mente en los que estás muy unida a esa persona, etcétera. -explicó Gwen, pero no recibió otra respuesta más que un asentimiento.

-¿Estás segura de que le gusto? -cuestionó insegura la oji-azul, luego de un rato de silencio.

-¡Que si! -afirmó su amiga.

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La de cabello platinado intentó "coquetearle" al rubio. Como digo, intentó, pues no sabía muy bien qué hacer, ya que nunca se lo había planteado.
Comenzó intentando tomarle la mano y entrelazar sus dedos. El chico se puso nervioso, de manera notable, por lo que comenzó a hacerlo siempre que tenía la oportunidad.
Luego, le dió un beso en la mejilla. El chico se quedó helado la primera vez que lo hizo. De a poco, se acostumbraba a los hábitos de la chica.
Y así siguió durante un tiempo. Intentaba comprobar que realmente le gustaba a su "amigo". Y, definitivamente, así era. 
Hasta que un día, el plan de ___ dió un giro inesperado. Finney la citó en el parque en el que solían juntarse seguido, y, al llegar, la chica vió al rubio con un ramo de begonias y rosas rojas en una mano, y, en la otra, una caja que probablemente llevaba dentro chocolates, como muchas que el chico le había entregado antes. Intentó esconder ambas cosas detrás de su espalda, pero no lo logró.

-___, hay algo que he querido decirte desde hace mucho -dijo el chico apenas la muchacha se acercó lo suficiente para escucharlo.

-Dime Finn, ¿Qué es? -cuestionó ella, regalandole una sonrisa muy propia. Claro que ye sabía lo que Finney le iba a decir, pero quería escucharlo.

-Bueno...Tú...Yo...Estoy enamorado de ti desde que te conocí, peero nunca he tenido el valor suficiente para decirtelo -habló el joven, extendiendo sus brazos con los regalos en sus manos, sin dejar de mirarla a los ojos, apreciando su belleza como si pudiera ver su alma en ellos.

Ella soltó una risa leve, confundiendo al chico.

-A mi también me gustas, Finney Blake, me gustas hace mucho.

El chico, sin esperar, soltó las flores y los chocolates para abrazarla por la cintura, y, finalmente, besarla, a lo  que ella correspondió con gusto.
Fue como si miles de emociones que nunca antes habían experimentado se presentaran en un mismo momento. Ambos sintieron una mezcla de paz y emoción invadir sus cuerpos, y solo disfrutaron el momento.
Finalmente, se separaron para tomar aire.

-¿Por qué soltaste las flores y los chocolates? -cuestionó riendo la chica.

-Porque unos chocolates y un ramo de flores no se comparan en lo absotulo con el amor que siento por ti -explicó.

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𝙾𝚗𝚎-𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 ☾︎𝕋𝕙𝕖 𝔹𝕝𝕒𝕔𝕜 ℙ𝕙𝕠𝕟𝕖☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora