luchar juntos

11 1 0
                                    

Ha pasado un mes entero, y no se nada de Ethan, le he llamado por teléfono todos los días, fui a su casa a buscarlo pero jamás me abre la puerta, le dicho a Katerin que por favor vaya a verlo y tampoco le abren, me está comiendo la preocupación y sobretodo el saber que pasó con el, no sé si está bien, o si simplemente ya no me quiere ver, probablemente se dio cuenta que no me quiere o solo jugó conmigo, aveces rechazo está idea y pienso muy en el fondo que el no está bien, no se que hacer, la idea de perderlo para siempre me perturba.

El día de hoy, estoy decidida a esperar el tiempo que sea necesario para verlo, necesito aclarar lo que pasa, que me diga el con sus palabras que es lo que paso, si el quiere dejarme de ver, lo hare, aunque para mí, sea el sacrificio más grande.

Esta vez tocó el timbre, veo que alguien se asoma por una cortina, y sale de su casa, es su madre, a pesar de los años, se sigue viendo igual de bella como siempre, con los ojos que le heredó a su hijo.

- Buenas tardes señora, Disculpe que la moleste, quería saber si está Ethan...

-Buenas tardes Amanda, si está ...

Mi corazón se siente con esperanza de saber que pasa, si fui yo la que hice algo mal o saber si está bien...

-cree que pueda pasar a verlo, le digo.

-Claro, solo te advierto que el no ha estado de ánimos y no se si quiera recibirte...

-Entiendo, solo será unos minutos, no le quitaré tiempo. Le digo tratando de convencerla.

-Pasa, me dice.

No puedo evitar dejar de sentir que mi corazón late muy rápido, se me va la respiración, tengo miedo que me diga que lo nuestro acabo, que no siente amor por mi...

Camila toca la puerta y la abre, entro a la habitación, el está ahí, sentado en su sillón, se ve igual que siempre, aunque sus ojos perdieron ese brillo especial que siempre tenían al mirarme, tomo aire y me hago la fuerte para enfrentar todo.

-Hola, le digo.

-Hola Amanda, me mira sin ninguna sonrisa.

Amanda: ¿Cómo estás?, Mirándolo fijamente.

- Bien, me dice.

No veo ninguna expresión en su rostro de emoción por verme, después de un mes, me lo temia, seguramente se canso de mi, estoy lista para que dispare y termine con esto.

-Solo bien, le digo...

-Así es...

-No tienes algo más que agregar..

-¿Sobre que situación?, Me pregunta.

Al carajo con los modales, yo estuve buscándolo un mes y a el no le importa, por fin logré verlo y el como si nada, si se va a ir a la mierda esto, que se vaya de una vez, odio cuando me tienen lastima, y no me quieren herir, al demonio mi dulzura, le preguntaré de una vez lo que quiero saber.

- ¿Que fue lo que pasó?, ¿Porque no me abriste la maldita puerta durante un mes?, ¿Acaso no te importa que me muero de angustia?, Le pregunto...

Antes de el pueda responderme, le digo.

- Tal vez a ti no te importa lo nuestro, tal vez tú estás acostumbrado a hacer esto siempre, dejar a la persona que te quiere y lastimarla, a ti no te importe, no sabes cómo me preguntó todos los días, porque no me mandas mensaje, porque diablos no me contestas mis llamadas, a ti no te importa lo que yo llegue a sentir, ¡Verdad!.

- Amanda, me dice, no es eso, yo no quiero seguir a tu lado, no puedo más...

-Tan difícil era levantar ese maldito móvil y decírmelo, le digo entre sollozos. Nunca pensé que tú fueras así, que jugaras con alguien, pues si tú decides terminar con todo, que se vaya a la mierda, estoy muy cansada de buscarte para que tú me salieras con esto. Le digo.

El frío de tu adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora