El frío de tu adiós

Entierro de sueños

A veces lo que la vida tiene que ofrecerte, es una buena historia de amor, que como muchas otras novelas de escritores famosos, tienen que tener un final trágico.

La tragedia no solo es perder a una persona, si no, todo lo que está representa.

Es dificil ver un ataúd, y en ella ver a la persona que amas, asomarte y ver su piel pálida, sin la sonrisa que siempre lo caracterizo, sin poder escuchar su voz, ni ver abrir sus ojos.

Dejo un girasol encima de la ataúd, sus flores preferidas, ahora no podrá tomarla, ni olerla, y menos me dará una sonrisa por lo feliz que le hace.

Tantas personas a mi alrededor acercándose a darme palabras de consuelo, no es que no aprecie su tiempo, pero cuando estás en un momento de decir adiós a alguien, las palabras son las que menos consuelan.

Noto la frialdad de el día, a pesar de que está soleado, mientras van muriendo mis sueños y mis ganas de vivir, se que no todo está perdido, pero en este momento lo siento así.

Mientras vamos caminando hacia el panteón donde enterrare su cuerpo, sus recuerdos y su marca en mi. Recuerdo todos aquellos momentos que fui tan inmensamente feliz, donde sonreía por qué así lo sentia y no por obligación como lo tendré que hacer de ahora en adelante.

Llegamos a la parte donde es más dolor que tristeza...
Comienzan a bajar la ataúd donde está un cuerpo sin vida, lentamente sigue desendiendo y mis lágrimas comienzan a bajar lentamente, intento no gritar y lo único que tengo en ese momento para tomar fuerzas es mi soledad... Luego comienzan a lanzar la tierra y tapar la ataúd donde están mis sueños y mi felicidad, es como decirle a la vida que se lleva todo y quedas sin nada.

Los funerales son para las personas que seguimos vivas, para hacernos recordar que mientras estamos aquí, tenemos la oportunidad de cambiar y hacer las cosas de la mejor manera, me hubiera encantado que Ethan hubiera tenido esa oportunidad, la oportunidad de seguir con vida, no solo para que esté a mi lado, si no porque tenía muchos sueños y metas que cumplir y el legado que el dejo a todos, incluyendome a mi, jamás se me olvidará.

Todas las personas comienzan a irse lentamente del panteón, yo he pedido estar a solas un rato más, aunque mi madre no está segura, al final me deja estar a solas...

Que difícil es la despedida cuando no quieres hacerlo...

-Por fin unos minutos a solas, no tuve la fuerza para despedirme como debia de ti, es más no estaba segura si es lo que quería y no sé si lo quiero ahora, pero se que si estuvieras aquí, eso es lo que me dirías y si los papeles fueran invertidos, se que lo harías...

No he tenido muchas fuerzas y creo que me iba a desmayar, cuando vi que la tierra tapaba tu ataúd, pero mantuve la fuerza y la cordura para decirte adiós, detrás de esta tierra y de esa caja donde está tu cuerpo, están nuestros planes y sueños, y se que tú hubieras querido que yo siguiera adelante, no te prometo que lo haré rápidamente porque vamos perderte es como perder todas las vidas que aún tenía que vivir, de nada sirve una eternidad si no estás...
Agradezco tanto que hayas estado aquí en la tierra, y que dentro de un mundo de millones de personas, tu fueras elegida para mí.
Gracias por todas las sonrisas, por los abrazos y los besos que me regalaste, por la calidez de tu alma y por todas esas pequeñas grandes cosas que nos faltaron por vivir.
Me hubiera encantado que los papeles fueran al revés, pero si algo me enseñaste es que vivir es amor, si hay amor se que podré encontrarte, solo te pido que desde donde estés en el cielo, en las estrellas o incluso en la aurora boreal, siempre me mires con una sonrisa y cuando yo requiera de tu fuerza veré el cielo porque se que tu alma siempre estará aquí.
Te amo, te he amado más de lo que una vez pensé hacerlo y se que también jamás volveré a amar así, seguramente amare en un par de años pero nunca con la misma intensidad que a ti, porque tú eres todo lo que yo siempre quise para mí.
Por último te dejo este girasol aquí afuera de tu lápida, porque se que nuestro amor fue tan bello como el girasol que me regalaste, que regaste y que abonaste para que diera frutos que jamás imaginaste.
Te amo con toda la intensidad que puede existir y con todas las leyes que nuestro amor siempre tuvo. Te respetaré hasta el último aliento de mi alma y te amare hasta que un día no muy lejano espero, pueda verte en la eternidad.