—Venus mueve tu trasero que llegamos tarde—habla Nuria mientras me lleva del brazo por todo el pasillo.
Nos habíamos levantado tarde, mala idea haber hecho una noche de chicas un día antes de comenzar las clases.
Estábamos en último año de Secundaria, gracias a Dios ya iba a terminar este sufrimiento.
—Shh, es el primer día, seguro la señorita Potts se quedó dormida—gracioso, ojalá nuestra profesora fuera Pepper Potts, pero lamentablemente era una señora regordeta y que siempre está de mal humor, no se quien los manda a ser profesores de matemáticas.
Llegamos a la puerta del aula y veo como la morena acomoda su cabello y me mira.
—¿Me veo bien?
—Perfecta Honey, ahora entremos.
Nuria y yo somos polos opuestos, ella es tan amable, coqueta, sociable y dulce, la chica que todo padre quiere como amiga de su hija. Y yo, yo soy todo lo opuesto y la "Mala influencia" me sorprende como tengo más de dieciséis años de amistad con esta chica.
—¿Llegando tarde señoritas?—vemos a la profesora llegar.
—Rio falsamente y la miro—¿Usted también no?
—Venus...—siento un codazo por parte de Nuria y me jala dentro del aula—Que imprudente eres.
—¿Ahora que hice? Sólo dije la verdad, está llegando tarde.
—Igual ¿No puedes mantener tu bocota cerrada?
—Es imposible Honey, es como pedirle a un calvo que se peine, no se puede—digo mientras le regaló una sonrisita y me dirijo a mi respectivo lugar.
Siempre me sentaba atrás a un lado de la ventana, eso me ayuda a entretenerme cuando la clase se pone aburrida. Nuria no, primero está más ciega que una abuela de sesenta años y debe sentarse de primera, Obvio dejando de lado que ama matemáticas, que rara.
Llevo mi mirada hacía al frente y me encuentro con esos ojos grises, unos ojos grises que llevaba tiempo sin ver, pensé había desaparecido de la faz de la tierra.
—Alumnos, denle la bienvenida de nuevo a Nathan Drake—dice la señorita Potts y todos comienzan a susurrar.
Mi mirada se dirige rápidamente a Nuria quien me ve confundida, como yo a ella.
Los rumores eran muchos, de la noche a la mañana Nathan desaparecio y su madre decía que estaba con su familia materna, otros decían que estaba en un reclusorio por matar a su padre, otros decían que quería vivir la vida feliz y andar de puta en puta y la mas famosa era la de que estaba en un hospital psiquiátrico.
Toda mi vida estuve al pendiente de él, se podría decir que lo acosaba pero en ningún momento note algo raro en el... Bueno, exceptuando lo de esa noche, la noche en la que murió su padre.
A mi mente volvieron todos esos intentos fallidos de acercarme a él por durante cuatro años y no haber podido logar nada.
—Sin más nada que decir, la clase ha acabado—escucho a la Señorita Potts y me paro rápidamente dirigiéndome a Nuria.
La clase no duró nada ya que era la primera clase del año y pues no sé hacía una mierda.
—el loquito volvió—dice ella cuando me ve frente a ella.
—No le digas así—digo mientras frunzo el ceño.
—Uy perdona, se me olvidó que te enamoraste locamente del man que siempre te ignoro y evitó acercase a tí—dice divertida y yo ruedo los ojos—Ay no me digas que aún sigue latiendo tu corazóncito por el Venus, han pasado dos malditos años desde que se fue.
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NATHAN |©|
FantasyNathan Drake, todo en el decía misterio y como por ahí dicen, la curiosidad mato el gato y yo soy el gato que por curioso quedó atrapada en esa oscuridad. Un gusto soy Venus Jones.