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'Siguiente, por favor', suspiró Ivan mientras sentía que un dolor de cabeza ardiente crecía lentamente. Llevaba siete horas en su turno en la cafetería en la que trabajaba y solo podía desear estar enterrado debajo de sus sábanas y disfrutar de su nuevo programa favorito en Netflix en lugar de estar aquí.
Pero él era un profesional, así que se aseguró de poner una amplia sonrisa en su rostro para el siguiente en la fila. En este momento del día, ni siquiera se molestó en comprobar cuántas personas estaban esperando, no cuando habían estado invadidos por oleadas y oleadas de clientes durante las últimas cuatro horas.
Dios, ni siquiera podía recordar la última vez que había bebido agua.
Estaba mirando los botones de la caja registradora, con la esperanza de que uno de ellos saltara, lo golpeara justo en la frente y le produjera una conmoción cerebral. Al menos eso lo ayudaría a salir del trabajo más temprano que tarde.
Mientras estaba perdido en sus propios pensamientos, no se había dado cuenta de que otra persona se había detenido al otro lado de la barra. Pero cuando sintió la presencia, su boca se movió por costumbre mientras seguía disparando puñales con los ojos al botón de 'medio americano'.
'Hola, en qué te puedo ayudar ho-', comenzó a decir justo antes de levantar la cabeza para mirar al cliente.
Vaya.
'Hola', una voz profunda hizo que el pelinegro sintiera los latidos de su corazón dar un vuelco en su pecho, especialmente cuando se combinaba con una sonrisa tímida, ojos esmeralda en su pequeño rostro y el cabello cafe de aspecto más suave cayendo a los lados de una cara de el hombre.
Mierda.
Él era hermoso.
'Um, ¿hola?', la voz lo hizo saltar sobre sus pies cuando finalmente comenzó a parpadear de nuevo, solo entonces se dio cuenta de que el hermoso ser que debe haber sido enviado desde el cielo había dicho algo que Ivan no había escuchado.
'Uh', trató de aclararse la garganta mientras golpeaba nerviosamente la pantalla de la caja registradora, terminando agregando y eliminando elementos mientras sentía las puntas de sus dedos hormigueando en los ojos que lo miraban.
'Lo siento, ¿podrías repetir eso de nuevo, por favor?', Preguntó con un tono más tembloroso de lo que hubiera deseado, conteniendo una mueca de dolor por lo afectado que estaba por la presencia que tenía delante.
"Sí, por supuesto", el equivalente a / sol / sonrió aún más, sus ojos desaparecieron y le dificultaron aún más respirar a Ivan.
"En realidad estoy aquí para una entrevista, mi nombre es Rodrigo", el hombre se puso de pie antes de alborotar la parte posterior de su cabello, lo que hizo que Ivan pensara que debe ser tan jodidamente suave al tacto.
