Después de una noche de insomnio y el recuerdo de ojos brillantes y bonitos labios invadiendo cada uno de sus pensamientos, Ivan tomó una larga ducha caliente temprano en la mañana y usó un poco más de acondicionador para asegurarse de que su cabello se viera lo más suave posible.
Se puso un bálsamo labial de color nude a rosa que hizo que sus labios se vieran más carnosos de lo habitual.
Después de peinarse la parte superior de su cabello y asegurarse de que dos mechones cayeran a ambos lados de su rostro, Ivan asintió hacia su reflejo, decidiendo que ese es el mejor aspecto que puede tener en el trabajo, donde no tuvo más remedio que usar su uniforme poco sexy habitual.
El sol brillaba bastante incluso tan temprano en la mañana y ayudó a levantar su estado de ánimo aún más. Entonces, cuando se dirigió a su lugar favorito en el autobús (sí, tenía uno, demándalo), puso a todo volumen las canciones de amor más alegres que tenía en su lista de reproducción y se encontró sonriendo mientras observaba todos los edificios familiares escapar de él mientras el autobús conducía hacia su lugar de trabajo.
No pudo evitar relacionar todas las canciones que escuchó con Rodrigo, incluso si solo lo había visto una vez.
Sus amigos lo llamarían un dramático romántico sin remedio.
Ivan discreparía.
No era culpa suya que Rodrigo tuviera el aspecto que tenía.
¿Quién no se enamoraría de él a primera vista?
Ivan casi salta alegremente después de bajarse del autobús y cruzó rápidamente la calle y entró en la cafetería, saludando a los clientes habituales que ya estaban sentados en sus mesas favoritas y gritando un "Buenos días" a Tonas, quien le envió un seña de paz mientras tomaba el pedido de una señora que venía todas las mañanas a buscar su Americano antes del trabajo.
Después de prepararse un café y beberlo casi de una sola vez, llegó exactamente a tiempo, ya contando los minutos que faltaban para que Rodrigo se presentara para su turno de prueba de cuatro horas.
Ivan se sentía como un estudiante de secundaria ansioso por ver a su enamorado entre clases, pero no le importaba particularmente. Los sentimientos revoloteantes y los colores invisibles del arco iris a su alrededor fueron un cambio agradable de sus días grises habituales.
Con estos pensamientos, se permitió sucumbir a las sensaciones de un nuevo enamoramiento mientras saltaba emocionado mientras esperaba que Rodrigo entrara. El entusiasmo hizo que sus manos temblaran, haciéndolo salpicar leche caliente contra su piel mientras intentaba hacer un bonito café con leche en forma de corazón, pero no le importaba demasiado, estaba demasiado acostumbrado a las quemaduras leves como para sentir un dolor demasiado fuerte por ellas.
Aproximadamente media hora después de su turno, hubo una avalancha de personas que aparentemente habían decidido tomar su café exactamente a la misma hora. Por lo menos, el ajetreo ayudó a que el tiempo pasara más rápido mientras él se concentraba por completo en la tarea que tenía entre manos y preparaba café tras café con destreza, sus manos moviéndose rápido de una manera experimentada.
Habiéndose metido profundamente en su "zona de trabajo", no lo pensó dos veces cuando Tomas gritó "latte con extra vainilla, por favor" y rápidamente agarró una taza para ponerle el jarabe antes de tomar una nueva bolsa de leche. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de cortar la esquina de la bolsa con las tijeras de trabajo, accidentalmente miró hacia un lado y la vista de un Rodrigo sonriente y de aspecto hermoso emitió un chillido de Ivan, quien dejó caer las tijeras en el suelo en medio de su sorpresa.
