Dos dimensiones un solo Corazón

Capítulo V. La Isla en el Cielo

-Cuatro Años Antes-

Konoha

Cuando finalmente llegaron a la aldea luego de completada la misión en el País de las Olas se dirigieron a la torre Hokage, el sensei se encargó de informar lo ocurrido, tras finalizar el Kage los despidió, pero cierta kunoichi de cabellos rosa se quedó, poco después de llegar al lugar de la misión comenzó a sentir una opresión en el pecho, sus padres habían salido de misión unos días antes que ellos y no había tenido noticias suyas desde entonces, por lo que estaba preocupada.

Sakura: (nerviosa) etto... hokage-sama, mmm, ¿mis padres ...ya regresaron de su misión?

El hombre mayor le dio una calada a su pipa y su mirada se posó en la niña, ella pudo distinguir lastima y pena en la mirada que le dedicaba el hombre mayor, pero ¿por qué?

Hiruzen: Sakura, lamento tener que informarte que la misión de tus padres no salió bien

Su corazón comenzó a bombear más fuerte, ¿la misión fallo?, sus padres, ¿estarán bien?, ¿Qué paso?

Hiruzen: lo lamento mucho pequeña, tus padres fueron emboscados, cuando llego el equipo de apoyo... ya era tarde

¿Tarde?, no, no puede ser, eso significaba entonces que... sus padres estaban... El anciano se había levantado de su asiento y se había acercado a la niña que se encontraba en una especie de trance, le rompía el corazón tener que darle una noticia así a la pequeña.

Hiruzen: de verdad lo siento

Ella finalmente reacciono cuando sintió la mano del hombre mayor sobre su hombro en señal de apoyo, sus ojos estaban humedecidos por las ganas de llorar, pero ahora mismo se encontraba frente al Hokage, no podía desmoronarse ante él, por más amable que fuera el hombre mayor, no era correcto, así que se tragó la bilis que comenzaba a subir por su garganta y enderezo la espalda.

Sakura: e-está bien, lo entiendo, somos ninjas después de todo, el riesgo de muerte está presente cada vez que salimos a misiones

Hiruzen: (preocupado) ¿Sakura...?

Ella le dio una pequeña sonrisa al anciano.

Sakura: estoy... bien Hokage-sama

Minutos más tarde salió del despacho del hokage, a paso rápido se dirigió a su casa, sabía que se derrumbaría en cualquier momento y lo que menos quería era que alguien la viera, ya suficiente tenía con las personas que la insultaban cada que salía de casa por haber quedado como miembro del equipo 7 siendo de un clan civil. Para su suerte no se topó con nadie en el camino, cuando finalmente se encontró dentro de su casa, no pudo más y se desplomo en el piso sollozando y gritando.

No muy lejos de ahí se encontraban un azabache con peinado de piña y un castaño de ojos perla que acababan de enterarse del regreso de la pelirrosa y rápidamente se dirigieron al distrito civil, rumbo a la casa de su amiga, cuando llegaron pudieron escuchar los gritos de dolor y el llanto de esta, sin más demora ingresaron en la vivienda solo para encontrarla tirada en el suelo abrazando sus rodillas en un intento de consolarse a sí misma, se lanzaron hacia esta y la abrazaron fuertemente, esta se aferró a ellos como si su vida dependiera de ello, y lloro, toda la noche lloro, sus amigos se quedaron con ella todo el tiempo, no podían dejarla sola en un momento como este, sabían que al otro día estarían en problemas con sus familias por no haberles avisado donde estarían, pero no les importaba, ahora mismo el bienestar de su amiga era lo más importante.

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Como ya era costumbre para la pelirrosa se encontraba entrenando por su cuenta, constantemente iba a la biblioteca ya que su sensei no la entrenaba, así que decidió buscar información en los libros sobre las formas básicas de combate cuerpo a cuerpo, de vez en cuando Neji la ayudaba, pero como se encontraba ocupado haciendo misiones con su equipo casi no tenían tiempo, decidió momentáneamente conformarse con eso, pero sabía que necesitaba un sensei.