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—¡Ya déjame en paz! Ore-sama quiere seguir durmiendo, ¿cómo te atreves a interrumpir mi sueño?

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—¡Ya déjame en paz! Ore-sama quiere seguir durmiendo, ¿cómo te atreves a interrumpir mi sueño?

—¡Nada de Ore-sama! Reiji-kun dijo que si no te levantabas no ibas a comer.

—¡Pues no me importa! Por no comer un día no voy a morirme.

—Ah bueno. Entonces tampoco comerás los takoyakis que te hice, ni modo. Se los daré a Subaru-kun. –la persona procedió
a irse con una sonrisa maliciosa mientras tarareaba una canción–

—¡Espera! Ya lo pensé bien, Ore-sama siempre debe estar bien alimentado. ¡Que no se te ocurra darle mis takoyakis al idiota tsundere! –se fue al baño–

—¡Está bien! Pero será mejor que bajes rápido "Ore-sama". –se fue del cuarto para darle privacidad al vampiro–

[••••]

—¡Maldita sea! Volví a soñar eso, ¿por qué tuviste que dejarme solo? Extraño que vengas a despertarme con tu voz escandalosa y extraño tus takoyakis. –el pelirrojo solo pudo emitir un suspiro lleno de tristeza–

Recordarla siempre tenía esa sensación en él, esa chica había sido su luz en la oscuridad. Era normal que ahora, sin ella, se sintiera a oscuras.

—Tardaste de nuevo Ayato, ¿qué te demoró tanto? –preguntó con molestia el de lentes–

—Eso no te incumbe Reiji, déjame comer en paz. Ya estoy aquí, ¿o no? –habló con molestia mientras tomaba asiento en el comedor–

—Nfu nfu, hermanito, ¿por qué no nos dices qué estabas
haciendo? ¿Por qué tardaste eh? –sólo buscaba molestar a su hermano–

Pero el pelirrojo de sombrero no se esperaba esa respuesta.

—¿Quieres que te lo diga? Bien, ¡soñé con ella! ¿Eso te basta? No me digas, por tu rostro, sé que tú nunca volviste a soñar con ella después de una semana de lo que pasó.

—Hmp, debe ser un castigo por lo que le hiciste a la pobre de... –fue interrumpido por su hermano, quien se paró abruptamente–

—¡No te atrevas a mencionar su nombre! ¡No tienes el derecho!

—¿Y crees que tú sí lo tienes? Por tu culpa ella acabó como está ahora, ella merecía algo mejor. –también se levantó de su lugar–

—P-por favor, c-cálmense. –habló con miedo la rubia–

—¡Tú no te metes maldita humana! Me largo, se me fue el apetito. –mencionó el pelirrojo de sombrero, para luego irse furioso–

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2022 ⏰

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𝗨𝗻𝗮 𝗯𝗼𝗱𝗮 𝗳𝗮𝗹𝗹𝗶𝗱𝗮 | 𝖣𝗂𝖺𝖻𝗈𝗅𝗂𝗄 𝖫𝗈𝗏𝖾𝗋𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora