--𝗣𝗿ó𝗹𝗼𝗴𝗼

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Una chica rubia de ojos rubíes corría en busca de una salida y de una vía de escape

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Una chica rubia de ojos rubíes corría en busca de una salida y de una vía de escape. Debía salir lo más rápido posible de esa mansión, esos vampiros iban a matarla.

Mientras corría vio unas escaleras y subió por ellas, cuando llegó a una de las habitaciones, en la puerta de la misma había lo que en su momento fue un candado enorme y una gran cadena que seguramente lo sostenía.

Con miedo, ingresó a la habitación, que estaba muy limpia y con todas las cosas ordenadas. Lo primero que le llamó la atención fue un maniquí sin la cabeza, pero este portaba un hermoso vestido blanco. Parecía ser un vestido de novia.

Sería completamente encantador, de no ser por las manchas de sangre que estaban en casi toda la tela. Se asustó por ver las manchas, pero al acercarse pudo notar en el tocador muchas joyas.

Una especie de tela se asomaba por un cajón entreabierto, cuando quiso abrir el mismo pudo percibir una silueta en el balcón.

Al asomarse mejor, pudo ver una mujer de largo cabello morado, la mujer la vio de reojo con sus ojos entrecerrados.

—Ella era más hermosa, tú no eres nada en comparación a mi pequeña. Ahora veo, que no todos los humanos son así de lindos.

Susurró, para después entrecerrar aún más sus ojos y verla con un toque de desprecio. Eso provocó un dolor en el pecho de la rubia que solo pudo caer sentada, por la presión en su pecho.

Luego, la mujer simplemente desapareció, la rubia creyó estar loca. Quizá solo alucinaba.

Sintió respiraciones tras de ella. Se dio la vuelta temblando del miedo y pudo ver a los vampiros con sus ceños fruncidos. Era claro, estaban furiosos.

—¿Qué hace aquí? Ésta habitación estaba sellada para que nadie que no tuviera la llave pudiera entrar. Tendré que poner una nueva cerradura. –habló molesto el de lentes–

—¿Cómo entraste aquí? Ore-sama te prohíbe volver a entrar a ésta habitación.

—No puedes entrar de nuevo, éste lugar no puede ser contaminado por tu horrible olor. Si vuelves a entrar aquí, te mataré. –mencionó con una notable molestia el menor de los hermanos–

—Que alivio que no rompieras nada Subaru-kun, sabes que éste lugar es muy especial. –habló con un tono sorprendentemente serio el pelirrojo de sombrero–

—Pero Subaru-kun tiene razón, si vuelves a pisar ésta habitación Teddy y yo te mataremos, te convertiremos en una linda muñeca. ¿Nee~ Teddy? –tenía una voz y expresión escalofriantes, mientras miraba a su oso–

—Eres molesta aparte de ruidosa, tu presencia es innecesaria. No tienes ningún derecho de estar aquí, ¿entiendes? –habló enojado el mayor de los hermanos, quien ahora no estaba dormitando–

—Etto, disculpen pero, ¿de quién es esta habitación? Es muy hermosa y está bien ordenada, ¿la dueña del vestido salió? –preguntó temblando del miedo, pero su curiosidad pudo más–

—Eso no te interesa, ¿acaso no escuchaste nada de lo que dijimos? No te importa saber quién es la dueña de la habitación ni del vestido. –mencionó aún más molesto el menor–

—¡L-lo siento! N-no volveré a entrar aquí, perdón. –habló con miedo de hacerlos enfadar aún más–

La rubia tenía tantas preguntas rondando por su mente, ¿por qué habían reaccionado todos los hermanos de esa manera? La dueña de la habitación y el vestido, ¿era la mujer de cabellos morados?

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La rubia tenía tantas preguntas rondando por su mente, ¿por qué habían reaccionado todos los hermanos de esa manera? La dueña de la habitación y el vestido, ¿era la mujer de cabellos morados?

Pero, ¿por qué el tal Laito le dijo eso al salir?

Flashback

—¿Tienes curiosidad por quién es la dueña no es cierto, Bitch-chan?

—E-eh, sí. Seguro es alguien muy hermosa, por la decoración del cuarto diría que tiene buen gusto. ¿Quizá podría ser amiga suya? ¿Usted sabe cuándo regresará? –mencionó con mucha alegría–

—Sólo te diré algo Bitch-chan, ella... no va a regresar. –tenía una mirada sombría al decir esas palabras–

—¿Eh? ¿Acaso está de viaje?

—Se podría decir de esa forma, pero es un viaje muy largo.

Después de decir eso, simplemente desapareció del lugar. Para irse a quién sabe dónde.

Fin del Flashback

Eso solo la había dejado con más preguntas. Pero la principal era...

¿Quién es la dueña del vestido y dónde está?

Continuará...

𝗨𝗻𝗮 𝗯𝗼𝗱𝗮 𝗳𝗮𝗹𝗹𝗶𝗱𝗮 | 𝖣𝗂𝖺𝖻𝗈𝗅𝗂𝗄 𝖫𝗈𝗏𝖾𝗋𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora