love, sunoo│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻

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Señor Lee

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Taeyong lleva un buen rato inhalando ese bello aroma que lo excita y lo embriaga por igual... Y eso definitivamente también es emocionante. Su pene pareció entrar más profundo. ¿Está temblando el cuerpo de Ten? Porque el reposabrazos del sofá se está moviendo tanto...

Taeyong no tardó en empujarlo completamente hacia arriba.

—Ah, espera... ¡No, no, no!

Ten gritó con ganas, con las manos temblorosas y el rostro lleno de enormes gotas de sudor. Lo sostuvo tan fuerte como pudo y dejó caer su espalda toda hacia atrás. Taeyong entonces levantó la cabeza hacia su rostro distorsionado y se permitió incluso abrir un poco más los ojos.

—Oh, ¡Mierda...!

Entonces, una fuente de líquido blanco se esparció sobre el vientre de Ten mientras sentía como Taeyong terminaba dentro de él. Era la primera vez para el Alfa pero Ten ya había eyaculado un par de veces mientras temblaba y volvía a abrir la boca para gritar.

Debido a esto, todo su cuerpo estaba lleno de semen y fluidos corporales que le hacían sentir asquerosamente pegajoso.

—... Te dije que no lo hicieras así.

Sin embargo, Ten, que se había derrumbado sobre su abdomen, todavía parecía poder darse el lujo de regañarlo con una voz fuerte. Como si no pudiera seguir el ritmo, sin embargo, sus ojos comenzaron a parpadear y luego solamente se cerraron un momento.

Realmente eso lo cansó.

—Tenía prisa.

—Y yo quería estar seco.

—No puedo controlarme tanto, Ten. Mi pene también tiene sentimientos.

Después de soltar una excusa así de tonta, Taeyong arrojó un suspiro enorme y terminó por recostarse también...

Siempre que Ten parecía a punto de terminar, le decía que se detuviera para que pudiera salirse. Pero le seguía pareciendo bastante indigno tener que sacarlo antes de eyacular, así que no hacía eso. Por el contrario, cada vez que tenían relaciones sexuales, siempre eyaculaba en lo más profundo de la pared interior de Ten. Eso... Lo hacía sentir mejor que cualquier droga o medicina en el mundo.

Cuando conoció a Ten hace cuatro años, fue la primera y la última vez que tuvieron un "Nudo". No significaba que no quisiera hacerlo, por supuesto... Pero Ten tenía miedo. Cuando ocasionalmente sentía que los genitales de Taeyong estaban más hinchados de lo normal, ponía una cara de pánico extremo y gritaba que quería que se detuviera.

Obviamente, él no tenía más remedio que aceptar.

—¿Te dolió mucho cuando adunamos la última vez?

Taeyong, carraspeando un poco, besó la frente de Ten y lo recostó para comenzar a buscar su ropa interior, que estaba tirada al azar por todo el suelo. Ten, que gradualmente se dio la vuelta, se extendió a todo lo largo y de repente frunció el ceño ante el inesperado dolor.

—Sí, en ese momento pensé que mis intestinos estaban rompiéndose... Incluso me dieron ganas de vomitar. La verdad es una experiencia que no quiero volver a tener.

Una respuesta más honesta que nunca vino de los labios de Ten. Taeyong arqueó las cejas.

—Bueno, pero... ¿No querías un segundo bebé?

—Pues, sí. Pero podemos tenerlo incluso si no anudamos.

—Bueno, eso no es algo tan fácil de hacer. El cuerpo de un Omega reacciona mejor cuando...