Señor Lee
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—Y claramente no fue así.
Hakyun volvió a apretar la mano contra Taeyong, que era abiertamente sarcástico, y lo amenazó con aventarle un puñetazo si seguía hablando así de él. Sin embargo, pronto pensó que no tenía sentido hacer algo como eso y mientras soltaba un suspiro realmente pesado, se conformó con enterrar la espalda en el sofá.
—Theron te está buscando. Sería peligroso para ti venir a Italia o llevar a tu familia para allá, como querías... así que por eso decidí venir.
—¿Theron?
Ten, escuchando en silencio su conversación, se volvió hacia Taeyong en un intento por que pudiera explicarle. Era la primera vez que escuchaba de ese nombre y tal vez no le habría dado tanta vuelta... Pero la cara de su esposo tiene una sombra inmensa. Parece que incluso hay mucho frío en sus ojos azules.
—... ¿Por qué no me lo dijiste antes? —su voz oscura y pesada hace eco en el corazón de Ten, tanto como si le hubiera dedicado una oración grosera.— Dios, ¡Acabo de casarme! Si él sabe eso...
Hakyun, que fue consciente de lo atento que estaba Ten, elevó la mano para pedirle que guardara silencio... pero Taeyong abrió la boca de todas maneras y preguntó en italiano sobre lo que iban o no a hacer, sosteniendo su mirada, la que ahora parecía estar llena de toda clase de recuerdos.
—Bueno, por el momento solo le di la vuelta. ¿Qué más podemos hacer?
Hakyun, arrugando la frente, sacó un cigarrillo importado del bolsillo de su pantalón y se lo llevó de inmediato a la boca. Parecía mucho más agitado que cuando llegó por la mañana. Incluso, tenía una cara realmente vieja... ¿Es por la iluminación? Sus arrugas parecían más profundas, la sombra alrededor de sus ojos también estaba oscura. Dios, ¿Quién demonios es Theron? ¿Y por qué lograba que la atmósfera de ambos se enfriara tan rápido?
Ten se frotó lentamente las manos mientras un terrible presentimiento subía por su espalda. Taeyong también tomó un cigarrillo...
—¿Por qué de repente me está buscando?
—No lo sé... pero dime, ¿Quién podría saber alguna vez lo que hay dentro de ese loco?
Hakyun mantuvo el cigarro dentro de su boca, respondiendo sin rodeos. Taeyong ni siquiera parecía que tuviera intención de fumarlo. Simplemente, movió las yemas de sus dedos sobre todo el papel blanco y luego, cruzó los brazos en su pecho.
Un breve silencio se postró sobre todos.
—No sé que quiere, pero puedo apostar que nunca será algo bueno... Oye, ya entendí que eres muy feliz ahora ¡Y eso solo vuelve las cosas en algo más jodido! Mira, sé que no eres del tipo que se esconde o que corre pero, no hay nada de malo en tener un poco de cuidado extra de vez en cuando. Además él es... —de nuevo, Hakyun dejó de hablar de golpe. Como si fuera más consciente de Ten de lo que lo era Taeyong. Silenciosamente escupe el humo, se frota la frente y revela un extraño cansancio que no parecía tener cuando comenzó con el interrogatorio.— Soy una persona de la que depende otros cientos. Debo ser fuerte para ellos así que no puedo perder la compostura incluso si algo te sucede a ti... pero tengo miedo. Me asustas tú, me asusta el niño.
Silencio...
—Y tú sabes por que lo estoy diciendo. Es decir... ¿Realmente te ves ganando contra él? Y no hablo de lo fuerte que tú seas, sino de lo que vas a sentir en tu blando y estúpido interior. Por eso necesito ver por mi cuenta como era tu Omega.
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love, sunoo│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻
Fanfic𝐈𝐈│Hakyun, el abuelo de Taeyong, no puede esperar a que deje San Diego. Todos están nerviosos por su aparición. La imagen misma de la mafia... Pero Ten parece más curioso por la infancia de Taeyong y la historia familiar que parece seguirle oculta...