La venganza

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05/05/15


Querido amigo imaginario:


Hoy me levante casi a las 4 de la mañana, y no hay nadie en casa ¿Donde estarán? Eso es lo de menos, aprovecharé para seguir durmiendo y no ir al colegio...

Sentí unas frías en mi rostro, entre-abrí los ojos y mire hacia arriba, era mi hermana menor, tiene 11 años, es muy molesta.

Son las 9:39 de la mañana, bajé a desayunar, vaya, ahí está toda mi familia, me senté junto con ellos que estaban desayunando Gelatina, odio la gelatina.

Sonó el timbre, abro la puerta y veo que es Richard, estaba todo golpeado, lo hice pasar y fuimos a mi habitación.

El me contó que Patrick y sus amigos lo habían golpeado a la salida de la escuela sin razón alguna, malditos bravucones.

Si pudiera hacer algo para vengarme... y claro que podía. Sonreí maleficamente, mientras que Richard me miraba raro. Le dije que por qué no íbamos a vengarnos de ellos, tenía tantas ganas, pero él se negó rotundamente. Si el no iba conmigo yo lo haría solo, al final mi compañero acepto la propuesta. Ahora solo tendría que poner mi "plan" en marcha.

Eran las cinco de la tarde, Richard y yo habiamos seguido a Patrick desde su casa, ahora se dirigia hasta un bar cercano donde pudimos divisar a unos de sus amigos. Era perfecto. Ellos no podrían reconocernos, llevábamos disfraces, si. Yo estaba con un traje de Peppa Pig, daba miedo pero era el único disfraz que pudimos encontrar en el garage de Richard, y él llevaba una peluca blanca con unos bigotes, estaba vestido de anciano. No paraba de hacerme preguntas, se notaba que estaba nervioso, igual yo pero era mejor no demostrarlo ahora. Nos veíamos..patéticos. Estabamos detrás de un árbol observando a nuestro objetivo. Mi traje pesaba demasiado y ahí adentro podía sentir olor a perro mojado, creo que iba a vomitar.

Cuando Patrick llego a la mesa donde se encontraban sus amigos, supe que era momento de que Peppa saliera.

Me dirigí cerca de su mesa, traía un paquete de caramelos, como si el del mismo traje le vendiera a los niños. Pude llegar escuchar que se estaban burlando de mi traje. Me acerque a ellos y les ofrecí caramelos solo con señas, podrían reconocer mi voz. Milagrosamente uno de ellos, acepto comprar uno. Saco todo su dinero, que no era mucho, y lo dejo sobre la mesa del bar. Aproveche eso para tirar la mesa con mi traje y el dinero se desparramo por el piso. También Patrick cayo al suelo con su silla, casi muero de risa, pero tenia que callarme.

Ahora era turno de Richard, como el pobre anciano. No podía verlo por mi traje, pero esperaba que apareciera o lo mataría.

Mire para un costado y vi a un hombre levantar el dinero del suelo antes que cualquiera de ellos, era Richard, en serio parecía un viejo.

El olor a perro mojado y yo tratando de contener la risa me iban a matar.

Sali de la escena y me escondí detrás de una pared, por fin me saque la cabeza de Peppa. Aire freso, te extrañaba demasiado.

Desde ahí pude ver a uno de los amigos de Patrick quejándose porque el "pobre anciano" había tomado su dinero. Estaban discutiendo pero no había golpes. Seguro Richard iba a morir de nervios justo en este momento. Pero todo estaba en mi plan, no podían hacerle algo a un viejo, y menos si había gente que estaba mirando. Uno de ellos levanto el puño, estaba a punto de salir a defender a Richard cuando un hombre se acerco para separar al chico, en ese momento mi amigo aprovecho para salir corriendo como nena, ya no importaba hacer el papel anciano, si no correr por tu vida.

Me puse otra vez la cabeza de Peppa, para que no me reconocieran y seguí a Richard que corría como si lo persiguiese un violador.


-Thomás Lind.

Memorias de un suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora