CHAT INÉS Y OLI
Lunes, 27 de enero, 11:00
OLI: Eyy
¿Entonces no vienes a Inmuno?
¿Estarás todo el día en la cama?
INÉS: Hoy no me toca a mí coger apuntes
OLI: Ya, pero te gusta ir a clase de todas formas
INÉS: Hoy no me apetece
OLI: Vale. Nos vemos luego. Te quiero
Los mensajes se acumulan en mi WhatsApp. Los mensajes de Pedro, los de Oli, los del grupo de clase, los de mamá y los del club de debate. Me gustan las clases de Inmunología. La profesora es amable, puedo transcribir lo que dice al tiempo que habla, y encuentro la asignatura particularmente fascinante. Pero hoy no me puedo levantar: el mundo es demasiado complicado y demasiado confuso en estos momentos.
El móvil reposa encima de mi vientre, haciéndome vibrar con cada notificación. Mamá me diría que esto no puede ser bueno y me hablaría de las radiaciones del móvil y de que todavía no he hecho la cama... Ya sé que esto no puede ser bueno. Miro el techo preguntándome si seré capaz de encontrar una respuesta o de tomar una decisión por una vez en mi vida. Apenas he dormido esta noche. Mis compañeras de piso, Oli y Mar, me han acompañado con mis dudas durante todos estos meses, así que me he visto en la obligación de contarles lo que he descubierto. Han intentado animarme y anoche consiguieron sacarme una sonrisa, pero en cuanto se van me siento triste de nuevo.
Cojo el móvil, evito WhatsApp y abro Instagram, dejándome engullir por el bucle infinito de stories de gente que no me interesa demasiado, esperar a que la gente le dé me gusta a mis fotos y pensar en Pedro y en Lara.
No me ha costado nada encontrar a Lara en Instagram. Pedro ha sido hábil porque no la seguía ni estaba etiquetado en ninguna de sus fotos. Tampoco es que me extrañe, Pedro nunca ha sido fan de las redes sociales y en su cuenta solamente hay tres fotos y todas ellas de antes de conocerme.
Pero Lara sí que estaba etiquetada en la cuenta de Instagram del restaurante italiano en el que ambos trabajan: Pizza Pasta Presto. Dios mío, me he convertido en el cliché de la novia celosa que siempre he odiado. Insegura, celosa, paranoica, stalker, acosadora. El caso es que el restaurante creó su cuenta de Instagram hace cuatro meses y ellos dos aparecen en la foto del equipo: Joaquín, el jefe; Pedro, Lara y otro chico llamado Mateo. Es cierto que Lara y Pedro aparecen muy juntos en la foto, pero jamás se me habría ocurrido pensar que estaban liados en función de ella. Quiero decir, no soy de esa clase de chicas que montan una película a partir de una foto y un acercamiento.
Pero es que ahora sé lo que sé.
El usuario de Lara es @Gallard_Lara. Se llama Lara Gallardo, tiene veintidós años y estudia Bellas Artes en la UPV, que también es la universidad en la que estudia Pedro. Su Instagram está lleno de dibujos preciosos, acuarelas, un gato de pelaje gris al que le falta un ojo y un tal Mateo, que también trabaja en el restaurante y que parece ser su hermano.
Aun después de haber leído los mensajes que intercambia con Pedro, paso media hora revisando sus fotos, buscando desesperadamente una que me indique que Pedro y ella son una pareja y se quieren de verdad.
Aunque Pedro no sale en ninguna publicación, encuentro la prueba definitiva: una fotografía de un papel de lleno de dibujos preciosos, acuarelas, un gato de pelaje gris al que le falta un ojo y un tal Mateo, que también trabaja en el restaurante y que parece ser su hermano.Aun después de haber leído los mensajes que intercambia con Pedro, paso media hora revisando sus fotos, buscando desesperadamente una que me indique que Pedro y ella son una pareja y se quieren de verdad.
Aunque Pedro no sale en ninguna publicación, encuentro la prueba definitiva: una fotografía de un papel de un cuaderno amarillento de líneas azules. En la foto aparece una lista sencilla, escrita con un simple rotulador negro y una caligrafía que reconozco al instante: la letra de Pedro. Dice lo siguiente:
50 películas de Disney que ver contigo.
Se me rompe el corazón en tres trozos.
Lara es real. La relación entre Lara y Pedro es real. Son Ledro, o Para, o Pedlara. No es un simple lío, no es cuestión de un par de besos o quizás un polvo. Son novios.En la foto de perfil de Lara se ve su ojo: uno azul, con pequeñas motas doradas alrededor del iris. En su biografía dice que le encanta pintar. Y ya está.
«Me encanta pintar».
La opción de «enviar un mensaje» está al alcance de mi mano, a un clic de distancia.
¿Y si lo hago?
Mañana tendréis disponible el último capítulo que compartiré por aquí.
Ojalá disfrutéis de la historia, la tenéis completa en todas las plataformas digitales <3
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Operación Cliché | PUBLICADA COMPLETA CON SELECTA
RomanceNada une más a dos personas que el deseo de venganza. Inés tiene veintiún años, estudia Farmacia y lleva dos años saliendo con Pedro. Su noviazgo es perfecto... salvo que no lo es. La relación se ve acompañada de un sinfín de discusiones y la sospe...