L'amour de ma vie

아홉

– Neuf –

— Heonie-hyung – Hoyoung saluda levantando la mano felizmente hacia el recién llegado – Aquí. Siéntese conmigo.

Los chicos con los que Dongheon solía compartir el tiempo miran fijamente al pelirrojo, sorprendiendo al mismo Hoyoung, cuando camina hasta su mesa.

— Hola – saluda suavemente Dongheon.

— Hola – Hoyoung apoya sus brazos sobre la mesa y sonríe ampliamente para Dongheon – ¿Cómo estás?

— Bien... Gracias.

Hoyoung parpadea lentamente, sin resistir la felicidad que siente por tener cerca a Dongheon. Sin poder creer que el chico de sus sueños está sentado a su lado.

— No hay problema, siempre podemos compartir la mesa. Siempre estaré disponible para usted.

Dongheon asiente.

— Gracias.

Hoyoung ríe.

— No me agradezca. Lo hago con mucho gusto.

Dongheon vuelve a asentir y Hoyoung le mira embelesado, hasta que llega el docente, iniciando con su clase.

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Hoyoung invita a Dongheon para almorzar con sus amigos, presentándoles amistosamente.

— ¿Lo lograste? – pregunta Sejeong muy impresionada, mientras aguardan en la fila para recoger los almuerzos – ¿Leyó la carta? ¿Ya son novios?

Hoyoung hace un pequeño mohín con los labios, inclina la cabeza a un lado y mira con tristeza hacia la mesa, donde Dongheon y Yongseung los esperan quietos.

— No lo leyó. No sé lo que sucedió. Heonie-hyung no estaba bien, pero tuve la oportunidad para estar a su lado y ahora, lo tengo tan cerca.

— Oh. Entonces, aún no sabe quien está  detrás de las cartas.

— No, pero eso me da la oportunidad de seguir intentando. Puedo mejorar y estar cerca de hyung al mismo tiempo.

Sejeong sonríe ante el optimismo de Hoyoung.

— Debe ser algo bueno para tí, pero sé cuidadoso al expresar tus sentimientos, ¿De acuerdo?

— Sí.

Sejeong y Hoyoung regresan a la mesa con los platos de todos y conversan un poco. En realidad, Sejeong y Hoyoung son los únicos que hablan, mientras Dongheon y Yongseung escuchan sobre la ocupada vida de la cantante.

— Oh~ Mi gerente es tan encantadora que no podría confiar en nadie más que en ella para ayudarme a escoger todos mis proyectos – decía Sejeong, sonriendo encantadoramente antes de mirar a Dongheon – ¿Qué hay de tí?

Sejeong intentó ser lo más amable posible con Dongheon, pero sus breves respuestas inevitablemente generan un incómodo ambiente y Dongheon se dab acuenta de ello.

— Estoy arruinando su descanso – dice Dongheon, poniéndose de pie – Mejor me voy, para que se diviertan.

— No se vaya – dice Hoyoung, poniéndose de pie – No es necesario hablar, si no quiere hacerlo. Ni siquiera has probado tu comida. Sólo siéntate con nosotros. No les molesta.