Pero por la gracia de Dios

Capitulo 11

2013

Conseguir un nuevo estudiante en clase no era exactamente un hecho común para Shinji. Tokio-3 no era realmente el vecindario más deseoso de mudarse, y considerando que Shinji sabía lo que sucedería con los Ángeles en un par de años, sabía que no iba a mejorar en el corto plazo. . Aun así, no fue algo tan extraño que sucediera como para haberlo tomado por sorpresa tanto como lo hizo. Kaworu Nagisa se había mudado a Tokio-3 desde la zona rural de Hokkaido y ahora estaba en la clase de Shinji, y eso era todo.

Al menos, eso era todo lo que debería haber sido, pero Shinji no pudo evitar mirar boquiabierto a Kaworu durante la mayor parte del resto de la mañana. Había algo en él que Shinji no podía ubicar del todo, y fue solo una vez que estaban en los campos de juego durante el almuerzo que se dio cuenta. Kensuke y Toji parecían haber aceptado a Kaworu en su grupo con bastante facilidad, y Shinji los estaba viendo interactuar y aprendiendo la historia de Kaworu pieza por pieza, no es que Kaworu en realidad estuviera revelando mucho en ese aspecto. Hasta ahora, todo lo que realmente habían logrado averiguar era que sus padres habían muerto en un accidente automovilístico hace unos años y que él había estado viviendo con parientes lejanos, y no podía recordar nada antes del accidente.

Lo que le había llamado la atención era simple. Shinji había notado que Kaworu tenía el mismo color extraño que Rei. Era más obvio en Rei porque su cabello era muy despeinado en comparación con el de todos los demás, pero el cabello pálido y plateado de Kaworu era igual de extraño, y tenía los mismos ojos de color rojo oscuro. Shinji nunca antes había cuestionado el extraño color de Rei, pensando que era solo una especie de casualidad genética, como que algunos gatos tienen dedos extra en los pies. Esta era la primera vez que lo había visto en otra persona.

Era la primera vez que Rei lo había visto en alguien más, y su reacción, cuando Kaworu había seguido a Kensuke y Toji y había ido con él a recogerla, fue solo mirarlo como lo había hecho Shinji, antes de romperse. en una enorme sonrisa.

"¡Emparejamos!" dijo emocionada. "¡Nunca he conocido a nadie que se parezca a mí antes!"

Kaworu solo se encogió de hombros, pero parecía estar tomando el entusiasmo de Rei con calma. Continuaron juntos por un par de cuadras antes de que los demás se fueran a sus propias casas, y Rei continuó parloteando alegremente sobre Kaworu por el resto del viaje de regreso al departamento. Fue solo una vez que estuvieron dentro que se detuvo, con el ceño fruncido.

"¿Rei? ¿Estás bien?"

Ella asintió, todavía luciendo solemne y mucho mayor que sus siete años.

"Kaworu es especial," dijo finalmente. "Tienes que vigilarlo y mantenerlo a salvo. Va a ser muy importante".

Shinji estaba acostumbrado a que Rei saliera con extrañas y maravillosas tonterías todo el tiempo, pero esta era extraña incluso para ella, y él la miró.

"Acabamos de conocerlo," señaló.

"Lo sé. Pero puedes tener este tipo de sentimientos acerca de las personas cuando recién las conoces", dijo Rei sabiamente. "Va a ser importante. Simplemente lo sé.

"Está bien... ¿Qué va a hacer?"

"Todavía no sé mucho". Rei lo miró como si le hubiera hecho una pregunta estúpida. "Pero es especial. Él es... Él es como yo."

Shinji siempre había sabido que Rei era especial. Por lo general, lo sabía de una manera inconsciente, que ella era especial porque era su hermana y él la amaba y eso era todo, pero a medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta de lo única que era. Era que había empezado a creer que ella era especial en un sentido más general, que en realidad no era como nadie más que él conociera. Cuanto más pensaba en ello, más pensaba que tal vez ella tenía razón sobre Kaworu. No lo conocía lo suficiente como para llegar a un juicio adecuado, y el comportamiento general de Kaworu era muy diferente al de Rei, pero, de nuevo, Rei solo tenía siete años y tenía padres y un hermano, por lo que probablemente tenía algo que ver con eso.