𖤍𝐂𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐂𝐚𝐫𝐦𝐞𝐬𝐢྅ [terminada]

ᕙ•Dos y tres faltan Tres•ᕗ

Un hermoso fin de semana para MinHo, el sol brillaban hermosamente y el clima era totalmente agradable, sus planes para hoy serían disfrutar este bello día con su mejor amigo, HyunJin. Él cual conocía ya de años atrás, más que amigos eran como hermanos, aunque discutieran, pronto lo resolverían y seguirán con su bella amistad.

Las horas pasaron rápidamente para ambos chicos, se habían divertido durante todo el día, habían ido al cine, comer helado, ir a la feria y subirse a mucho juegos bastante divertidos, fue un día baste cansado y divertido. La noche cayó, daban alrededor de las 11:00 de la noche y ambos regresaban a su departamento cada uno. Pero no todo es felicidad, la oscuridad cae y uno nunca sabe lo que se encontrará en ella.

Se habían detenido en un parque, no había nadie, era lógico, ya daban más de las 11:00 de la noche, se sentaron un rato en una banca sola, charlando y contemplando la hermosa vista del cielo, con el aire fresco acariciando sus rostros. Estaban felices, pero todo aquello se fue cuando a lo lejos, unos cuantos metros, ambos pudieron visualizar dos siluetas.

Veían como se tambaleaba ambas siluetas y como en sus manos sostenía dos botellas casi vacías de alcohol, definitivamente estaban ebrios, pero no parecían ser personas amables, calor que no, entre más se acercaban a ellos, más miedo tenían HyunJin y MinHo.

ーMierda HyunJin creo que deberíamos irnos ー habló MinHo con la voz un poco temblorosa

ーSi tienes razón ー trago saliva y como pudo se levantó de la banca seguido de su amigo

Ambos les dieron la espalda a aquellos ebrios, que cada vez avanzaban más rápido para alcanzarlos. El miedo los invadió a ambos chicos, intentaron correr pero sus piernas no querían, estaban temblorosas, al igual que todo su cuerpo.

Un grito ahogado, fuerte y escalofriante retumbó por todo aquel parque, HyunJin y MinHo se detuvieron en seco, tenían miedo de mirar atrás y ver algo que pudiera aterrorizar los más de lo que ya estaban. Pero tomaron el valor suficiente y dieron media vuelta.

Un fuerte olor asqueroso los invadió rápidamente, HyunJin sintió náuseas y tapo su nariz con sus manos, MinHo se quedó blanco al ver lo que estaba frente a sus pies. Dos cadáveres estaban frente a ellos, uno tenía una botella de vidrio encajada en el pecho, que aún seguía desangrando y sus extremidades rotas.

Mientras que el otro cadáver tenía su propia cabeza encima de su pecho abierto, sustituyendo el lugar del corazón, que por otro lado este y algunos intestinos estaban dentro de la boca de aquella cabeza. Ambos estaban totalmente en blanco, HyunJin cayó de rodillas al suelo, sentía que en cualquier momento se desmayaria.

MinHo se inclino y tomo a HyunJin en sus brazos, sin poder quitar la mirada de aquellos cadáveres, '¿Qué mierda paso?', se pregunto a sí mismo Lee, tan solo hace unos momentos estaban escapando de dos ebrios que querían buscar pelea con ellos. Y ahora aquellos dos estaban frente a ellos, muertos.

ーUn conejo y un pequeño hurón perdidos ー

Hwang y Lee alzaron la mirada, frente a ellos aparecieron dos chicos, uno de cabellera azul y el otro de cabellera café oscura, sus ojos color carmesí tenían la mirada en aquellos dos, Bang sonrió dejando ver sus grandes colmillos y dientes afilados, para luego hincarse y estar a la altura de esos dos.

Él peli-azul tomo con su mano derecha la mejilla de Lee y la acaricio suavemente, dejando un rastro de sangre hasta bajar a su cuello. Con su otra mano acaricio el pelo de HyunJin, desordenado su pelo y bajando poco a poco hasta su cuello.

ーYo les salvé la vida ー sonrió ーAhora me pertenecen ー

Sin decir algo más, Bang se acercó lo suficiente al cuello de MinHo, encajando sus afilados colmillos. El horrible dolor que sentía MinHo era incomparable, SeungMin tan solo podía ver aquella escena, y recordaba aquel dolor que también había sentido él. MinHo al igual que SeungMin cambio, su piel era más blanca, sus ojos color rojo vivo y su dentadura ya no era la misma.

Bang se separó de él y continúo con el pequeño HyunJin, el cual estaba petrificado, no había soltado ninguna palabra, su cuerpo por más que quisiera no reaccionaba.

ーPequeño hurón no tienes nada que temer ー sonrió, se acercó hasta él e hizo lo mismo

Hwang emitió varios gritos ahogados, el dolor que sentía logro ayudarlo a reaccionar, pero por más que quisiera zafarse del peli-azul, no podía, la fuerza de aquel chico era sobrenatural, por más que lo golpeará el contrario no reaccionaba a ningún ataqué. No tardó mucho para que los cambios empezarán, sus ojos, piel, dentadura y lo demás cambió.

'Conejito y hurón, son míos ahora'