ᕙ•Cuatro y Cinco faltan Dos•ᕗ

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Una noche fría y lluviosa, JiSung mantenía su mirada al frente mientras manejaba, Félix a su lado, en el asiento del copiloto, dormido, habían pasado su fin de semana en un pequeño pueblo muy hermoso

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Una noche fría y lluviosa, JiSung mantenía su mirada al frente mientras manejaba, Félix a su lado, en el asiento del copiloto, dormido, habían pasado su fin de semana en un pequeño pueblo muy hermoso. Y ya era momento de regresar, el camino era largo, se hacían 3 horas aproximadamente.

Las luces de auto iluminaban el camino, daban alrededor de las 10:26 de la noche. JiSung sentía sus párpados pesados, esperando a cerrarse, así que se detuvo un momento, estaba bastante cansado, Félix despertó y propuso que el manejaría por el resto del viaje.

HAN no pudo negarse a eso, así que ambos intercambiaron lugar, ahora Félix manejaba, mientras que JiSung dormía un rato. Faltaba 1 hora y medio más o menos para llegar, la lluvia se hacía cada vez más fuerte, así que YongBok bajo un poco la velocidad del auto.

Sabía que con lluvias tan fuertes como está, era mejor ir despacio, no quería causar un accidente o algo. Media hora paso, un truene resonador asustó a ambos chicos, JiSung despertó de golpe. Miro a su mejor amigo y sonrió, para luego dirigir su mirada al frente. Viendo el camino iluminado por las luces del carro, mientras la lluvia seguí fuertemente.

A lo lejos, unos metros de ellos, lograron visualizar un carro blanco, aseguraron que la persona que manejaba aquel carro estaba fuera de si, iba en el mismo carril que ellos y en sentido contrario, manejando como loco. JiSung le pidió a Félix que se saliera de ese carril, pero por más que quisiera no podía.

Un camión grande paso a su lado, lo cual les impedía pasarse al otro. JiSung se quedó en blanco, vió por un momento su vida pasar frente a sus ojos, Félix estaba en shock, sus manos, su cuerpo total temblaba. Este sería su fin, morirían en tan solo segundos, HAN logró mantenerse en si y tomo el volante del auto, el camión que antes los había estorbado por fin se había alejado lo suficiente.

A tan solo un metro de distancia de aquel carro que estaba frente a ellos, JiSung dio vuelta desviándose de los carriles, cayeron a un pequeño acantilado, donde el carro se estampó fuertemente a un gran árbol. Su fin, el fin de todo, creyeron haber muerto, pero no fue así.

La sangre recorrió por el rostro de ambos, las ventanas se habían roto por el impacto, salpicando vidrios, los cuales se enterraron en el rostro de Félix y HAN. Ambos se miraron, estaban totalmente confundidos, ¿Cómo carajos habían sobrevivió a un accidente tan grave?.

Una ardilla y un pequeño polluelo perdidos

Frente a ellos, un chico de cabellera azul, Bang, sentado con las piernas cruzadas, sonriendo, mostrando sus grandes colmillos, a su lado izquierdo un chico de cabellera morada, detrás de él uno de cabellera roja y el último a su derecha de cabellera café oscura, de pie mirando a JiSung y Felix. Los ojos rojos del peli-azul hicieron que a ambos les recorriera un escalofrío.

ーBajen los del auto ー dio la orden a sus tres acompañantes

Estos hicieron lo que les pidió Bang, con cuidado bajaron a ambos chicos del auto y los sentaron en la yerba, poniéndose tras ellos para que no escaparan. Bang apareció frente a ellos, sentado, son su singular sonrisa.

ーYo les salvé la vida ー tomo las manos de ambos chicos y las acarició, para luego entrelazar sus dedos ーAhora me pertenecen ー

Dicho esto, Bang se acercó lo suficiente a JiSung, beso su lindo cuello, para luego hacer su trabajo. Este hizo lo que los anteriores hicieron, sus ojos cambiaron a un rojo vivo, su piel se volvió más blanca, su dentadura ya no era la de antes, ahogando los gritos de dolor mientras que lo demás de él cambiaba.

Terminó con JiSung y continúo con Félix, el cual temblaba de miedo. Bang se acercó y encajo sus afilados colmillos. Este a diferencia de JiSung, no gritaba, tan solo se retorcía del gran dolor, que provocaba ser mordido por aquel peli-azul, apretaba fuertemente sus puños, hasta que sus palmas comenzaron a sangrar. Sus ojos, piel, dentadura y todo en él cambio, al igual que los demás.

'Ardilla y polluelo, son míos ahora'

'Ardilla y polluelo, son míos ahora'

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𖤍𝐂𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐂𝐚𝐫𝐦𝐞𝐬𝐢྅ [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora