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No sabía el por qué, pero cada vez que veía a Alexby, su corazón empezaba a saltar.

Fargan no era capaz de entender el por qué sucedía, solo sabía que cada vez que veía al de casco, su pecho se tornaba cálido a agradable, como una sensación de familiar demasiado conocida. Su cabeza se sentía llena de niebla, como si de alguna manera intentara desesperadamente encontrar algún recuerdo que se relacionaba con ese sentimiento, algo importante...

¿Tal vez su vida pasada? ¿Acaso en su dimensión hubo un Alexby? Eso podría explicar muchas cosas.

Desde que salieron de aquel espacio blanco donde derrotaron a aquel ángel, sintió una especie de conexión inmediata con el hombre de casco. No dudó ni un segundo en juntarse con él para hacer de las suyas, llamándolo inmediatamente 'compañero de maldades'. Había una atracción satisfactoria en las minas y bromas, sin hablar del sentido del humor que ambos parecían tener, simplemente... se llevaron bien enseguida.

Y fue exactamente eso lo que desencadenó esos sentimientos, fue esa buena relación que tenía con el menor.

Fueron grandes amigos, y conforme pasaban las semanas, cada vez más cercanos. Por Dios, ¿cómo no serlo? Alexby era una maravilla de persona, a veces algo brusco y gruñón, pero amable y divertido a la vez.

Tenía la sensación de que lo conocía de toda la vida.

Sin embargo, poco a poco esos sentimientos empezaron a tener otro enfoque.

Había noches en las que tenía pesadillas, pesadillas horribles llenas de caos y sangre, gritos de absoluto terror y, sobre todo, oscuridad. Siempre despertaba gritando en mitad de la noche, siempre temblando tan furiosamente que podía sentir sus órganos sacudirse al mismo tiempo, hiperventilando por las imágenes de fuego y cenizas de sus pesadillas. Tardaba horas en volver a dormir, y cuando lo hacía...

Soñaba con Alexby, soñaba con esas salidas suyas a Karmaland, soñaba con las decenas de luchas que tuvieron juntos y los momentos divertidos que vivieron en sus tardes libres. Había veces en las que tenía sueños de ellos dos siendo... ¿Policías, tal vez? Donde ambos, por razones que no entendía, corrían por todo Karmaland con sus armas al aire y gritando "¡Alto, policía!" mientras usaban unas faldas, sueños que realmente le relajaban y, en sus palabras, le hacían dormir como un bebé.

Empezó a pensar más seguido en Alexby.

Era muy raro verle sin casco, pero todos los héroes tuvieron la oportunidad de verle. Su pelo corto negro, ojo derecho marrón y ojo izquierdo azul claro, en contraste al azul oscuro que recorría su rostro en la parte izquierda. Realmente era guapo, en humilde opinión de Fargan, y no desaprovechaba la oportunidad de mirarle cada vez que necesitaba comer y sacarse el casco o porque, bueno, hacía demasiado calor como para soportarlo.

Con cada día que pasaba, el vínculo con Alexby era más fuerte y grande. Cuando Karmaland quedó destruído por los alienígenas tras rescatar a Stax, con apenas 2 meses de conocerse, sentía que eran inseparables.

Y fue justamente en ese momento, cuando pasaron más tiempo juntos ayudando al pueblo de Karmaland a ser reconstruido, que empezó a sentirse extraño.

Al principio no lo notó, un leve aumento en el ritmo de su corazón cada vez que Alexby reía por sus bromas o le felicitaba por cualquier tontería. Sin embargo, los síntomas fueron a peor, por ejemplo el extraño cosquilleo en su estómago cuando ambos paraban a comer cerca del lago, o cuando se abrazaban para despedirse después de una jornada de construcción, o incluso cuando, al minar, se felicitaban mutuamente cuando hallaban diamantes. Cuando llegó a un punto en el que ambos se terminaban las frases mutuamente, aumentó el sentimiento.

Feria // FargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora