-6-

41 8 0
                                    

-Vamo' a ver, que no lo entiendo. ¿Me estás pidiendo consejos para ligarte al Alexby?

-Por favor, prometo pagarte todas las cervezas que tienes en la barra si me ayudas.

El de camisa blanca y azul desvió su mirada del mayor para desviarla a la barra, sus ojos marrones posándose en las más de treinta jarras de cerveza recién traídas que descansaban en ella y en algunas estanterías detrás de la misma. Alzó una ceja pensativo, un trato jugoso a decir verdad.

Logró vender unas pocas jarras en lo que terminaba de colocar la arena y madera del lugar, muy pocas, pero ganó algo de dinero. No era tonto, dentro de poco esas cervezas no serían útiles y se vería obligado a tirarlas a la basura. Muy tentador.

-Trato hecho- volvió a mirar al híbrido, sonriendo de lado al ver la sonrisa deslumbrante del fan de los búhos-. Vale, ahora eh importante que me ecushe, pasa pa' detro'.

Ambos chicos caminaron a la zona con techo del local, justo donde estaba la barra de bebidas con unos asientos perfectamente colocados delante. Se sentaron uno al lado del otro, teniendo la libertad de agarrar ahora mismo una cerveza para charlar.

-Dime que sabes frases románticas, por favor.

-Primero dime cua' e' tu plan.- Juan tomó un sorbo a su bebida mientras le veía seriamente, sacando un suspiro al castaño mientras miraba al líquido amarillo en su mano.

-Pues... jugar en la feria, pagarle la comida, tal vez... y antes de irnos a casa confesarme.

Escuchó el suspiro del de pelo negro a su lado, acomodándose mejor en la barra.

-Vaya basura de plan, illo. Primero debes exhibite'.

-¿Exhibirme?- Fargan alzó confuso una ceja por eso, no llegando a entender eso.

-Claro. Mira, quiere' que Aleby' se divierta, ¿no?- el castaño asintió con seguridad, atento totalmente al contrario- Pue' haz eso primero. Intenta juga' con él en los juegos y ganarle cosas, o dejale' ve' que ere' bueno en algo. Seguro que hay un juego de tira' botellas con pelotas, intenta tirarlas todas de un golpe.

-¿Por qué?

-Para así segui' juntos, suelta un '¿Quiere' ve' cómo lo vuelvo a hace'?', y aprovecha' para hablar, tío.

Eso... tenía sentido.

A veces Alexby era muy competitivo, si era capaz de demostrarle que era bueno a la primera en algo seguro que mínimo le llamaría la atención, y ya si ganaba un premio que le pudiera gustar a Alexby dárselo como regalo para ver su sonrisa. Podrían tener una bonita noche de charla y bromas jugando a las tiendas timadoras de la feria, sería genial.

-Entiendo, primero desfrutar de su compañía.

-Eso eh', y cuando esté po' acabar la noche,  vamo' todos pa' la noria y, en lo alto, te confiesa' como en esas películas chorras de adolescentes.

-¿Qué tiene de malo hacer eso?

-Muy cliché, illo.

Confesión en la noria, en lo alto de todo Karmaland mientras admiran las vistas nocturnas. Ese escenario... podía salir o muy bien o muy mal.

Pero, sinceramente, la imagen mental que estaba teniendo de ese momento era demasiado tentadora. Luces brillantes y coloridas iluminándolos, los ojos marrón y azul de Alexby brillando de emoción al ver a través de la ventana las hermosas vistas del pueblo que actualmente llamaban hogar, su sonrisa brillante y perfecta reluciendo suavemente por el momento...

Sentía sus mejillas rojas por el simple pensamiento, confirmando que se estaba sonrojando al escuchar la risa divertida de Juan.

-¿Crees que... le guste a Alesby?

-Eh muy duro y todo eso, pero me lo creo de un chaval que grita de emoción por ver una mariposa rosa, ¿sabes? Que tenía un puto creeper de bambú, seguro que le mola ese rollo.

-No sé...

-Bueno, pueh solo sé romántico en la noria, coño. Trátale de colega en lo' juegos.

Fargan asintió, dando un pequeño sorbe a su cerveza que, sin darse cuenta, había estado bebiendo seguidamente. Aún no había llegado a la parte importante.

-¿Y qué digo cuando estemos en la noria?

-Pueh cosas románticas, ¿qué coño sé? Que soy un puto tío que pierde su vida pillando arena para crea' una playa.

-No ayudas, tío. No quiero cagarle en el mejor momento.

IlloJuan suspiró antes de darle un buen sorbo a su cerveza, frotándose los ojos con cansancio. 

-Yo qué se, di lo que te gusta de él.

-Todo.

-Más específico, hombre.

El mayor suspiró, mirando fijamente al suelo mientras pensaba.

-Bueno, yo... Me gusta su risa, tan única y alegre que es imposible no reírse con él de igual manera, es contagiosa. ¿Y son ojos? Juro que podría mirarlos una eternidad. Me encanta lo valiente y divertido que es, su alegría, su todo... Argh, no se me ocurre nada bueno.

Se giró levemente para apoyar su codo en la barra, ocultando su rostro entre sus manos para acallar su grito de desesperación. Juan simplemente se le quedó viendo, quieto en su sitio con su jarra de cerveza en mano a apenas centímetros de su boca. 

-¿Y si no lo piensas tanto y te deja' lleva'?

Los ojos del de cabello negro se abrieron como platos al ver el surreal movimiento del castaño, girando su cabeza para verle de una manera tan rápida que debería haberse partido el cuello. Sus ojos dorados parpadearon confusos por esa frase, ignorando el gesto de terror de su amigo.

-¿Que improvise?- su cara adquirió un gesto de enfado, dejando en la barra la jarra vacía- No puedo hacer eso, me estoy declarando a Alexby, es un momento importante.

-Si tu vida e' improvisa'.

-Pero no quiero fastidiarla con comentarios que puedan ofenderle o sentirse incómodo, yo... realmente quiero que sepa que realmente me gusta, ¿sabes? No que piense que solo es un juego.

Suspiró, apretando sus manos por la pequeña tensión en su cuerpo por ese miedo. Decir alguna mala palabra que estropeara todo, que pareciera que era otra broma como otras tantas...

-Entonce' no merece la pena.

-¿Eh?

Levantó su vista nuevamente para ver al menor, el cuál se había levantado para recoger con sus manos las jarras vacías para lavarlas.

-Si una persona debe obligarte a oculta' una parte tuya, e' que no vale la pena. Debe querer todo de ti, ¿sabe'? Al meno' e' lo que yo pienso, vamos. Aleby' no parece ser el tipo de persona que haga eso.

El sonido de un grifo abierto fue lo único escuchable, dejando a Fargan a solas con sus pensamientos. 

Alexby nunca lo juzgaría de esa forma, ¿no? Por algo eran tan buenos amigos.

Sonrió, Quackity tenía razón sobre lo de hablar con Juan. Dejaría a su corazón hablar libremente, como Alexby cuando le ayudaba a poner TNT. 

Su sonrisa decayó al notar que el de cabello negro empezaba a ponerle en su cara las cervezas, su estómago revolviéndose fuertemente por la imagen. Iba a tener un día largo mañana. 

Feria // FargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora