No he sido capaz de decirte todo lo que siento por ti, soy muy caga'o para decírtelo de frente y por eso te escribí ésta carta... Pero luego recordé que si te lo digo por una carta no vas a saber quién soy porque iba a esperar a que tú mismo te dieras cuenta y tú eres sendo pega'o.
Espérame en la mata de mango cerca de la laguna a las 5 de la tarde.
El carabobeño al terminar de leer aquella misteriosa carta que fue encontrada cerca de sus papeles, miró su reloj y se dio cuenta que ya eran casi las 5 de la tarde y decidió partir al lugar especificado.
Al llegar a aquel lugar se encontró con un merideño casi dormido en el tronco de aquel frondoso árbol.
Carabobo: Hola Mérida! -saludó con todo alegre a su hermano andino-
Mérida: Oh, hola -se despertó de inmediato al ver a su otro hermano-
Carabobo: Qué haces aquí tan solito? Pensé que estarías cayéndote a coñazo con Trujillo -soltó una pequeña risa que hizo que el andino sintiera mariposas en su estómago- Tú me escribiste esa carta? -el merideño asintió algo nervioso- Y qué me querías decir?
El merideño tomó una gran bocanada de aire para luego acercarse al carabobeño y mirarlo a los ojos, esos hermosos ojos que lo hacían sentir como si estuviera volando.
Mérida: Mira... Cómo te digo... Agh... -respiró hondo, controló todas sus emociones y volvió a mirar a Carabobo-
Carabobo: Marico... Qué pasó? Te sientes mal? -se acercó a su hermano y tocó su mejilla-
Mérida se sonrojó al sentir el tanto de aquella mano en su cara, en su mente ya se estaba arrepintiendo de todo, pero no! Él no se echaría hacía atrás de nuevo.
Mérida: Carabobo, yo... Yo te quiero, desde hace mucho tiempo -dijo mirando a su hermano fijamente-
Carabobo: Yo también te quiero Mérida -sonrió felizmente-
Mérida: No! No de esa forma, Carabobo, yo t-te amo, y haría cualquier cosa por ti porque me gustas, y yo jamás me he sentido así, y sé que somos hermanos y todo pero no sé por qué tengo estos sentimientos, pero... -tomó otra bocanada de aire- No sé... Por muy raro que sea, no me arrepiento de éste tipo de emociones cuando te veo, siempre cuando me prestas atención me siento raro, como mariposas en mi estómago -dio un pequeño suspiro- te llamé a éste lugar solo para preguntarte si tú... Q-Quisieras ser mi jevo -soltó con un pequeño titubeo, pero se sentía más calmado ahora-
El carabobeño al escuchar cada palabra dicha por Mérida se sintió algo raro, confundido, quizás un poco nervioso, pero sobretodo sorprendido, jamás pensó que alguien pudiera sentir todo eso por el, y aunque él no conocía a ciencia cierta estar enamorado, al terminar de escuchar todas aquellas palabras ya sabía que decisión tomar.
Carabobo: Mérida, yo, la verdad no sé qué me viste -rió de nuevo- yo jamás me e sentido de la misma forma que tú, y dado a mi trabajo no tengo mucho tiempo para mí y creo que tampoco tendré tiempo para una relación amorosa
Aquello casi hizo llorar al pequeño andino, que ya tenía sus ojos cristalizados y con un dolor en el pecho.
Carabobo: Pero... Me gustaría darme una oportunidad con alguna persona -tomó las manos de su hermano tomándolo por sorpresa- Y qué mejor persona que tú, que te tomaste el tiempo de explicarme todo lo que sentías -le mostró una sonrisa sincera con un pequeño rubor en sus mejillas-
Mérida se sentía muy feliz en ese momento, sentía que su corazón iba a explotar de la emoción, jamás pensó que le correspondiera, él ya estaba preparado para un rechazo inmediatamente.
Mérida: Carabobo... -soltó una pequeña lágrima que fue limpiada por el estado central- Si aceptas ser mi jevo? -dijo alegre-
El carabobeño asintió, el estado andino se lanzó a los brazos del otro, mientras que Carabobo correspondió a aquel abrazo felizmente.
Mérida jamás pensó que ésto podría estar pasando, todo su mundo se llenaba de colores como nunca antes, la sensación de las mariposas en su estómago se intensificó, quizás como una respuesta de que sí, sí estaba completamente enamorado de aquel estado.
Carabobo se separó un poco de Mérida y con una mano tomó la mejilla de éste, lo miró a los ojos para luego darle un beso tierno en los labios del andino, beso que fue correspondió con todo el amor que sentía por el estado central.
Todo parecía un sueño... Y efectivamente, todo era un sueño, los gritos fuera del cuarto de aquel estado andino lo despertaron, se levantó pesadamente de su cama, maldiciendo a sus hermanos por despertarlo tan temprano un domingo.
Al levantarse se fue al baño a asearse, para luego vestirse y salir de su cuarto para hacer sus quehaceres.
Hola amiguitos!
Cómo están? Espero que bien!
Jsjdjdj Xd, la verdad es que si quería hacer este capítulo
Y sí, sí shippeo a Mérida con Carabobo, no es mi culpa es que lo bien un libro y me gustó xd.
Supieron que ayer se murió la reina de Reino Unido? Nwbonaaaa, potenteeee, pensé que jamás iba a morir.Bueno eso era todo, espero que les haya gustado, voten porfis, cuídense el dulce.