LEÑADOR [BrightWin]

²~ DESCUBRIMIENTO

La mañana siguiente me desperté con solo sonido de las aves que se encontraban en la ventana, sentía que había dormido lo suficiente, como nunca antes lo había hecho, sentir esa paz contigo mismo, ese latir de tu propio corazón, a su propio ritmo, era algo gratificante, miré el reloj de la pared y daban las doce del día con veinte minutos, en verdad había dormido mucho.

Tomé mi celular y había solo dos mensajes de Gun, solo con ver la notificación sin abrir los mensajes, pude leer de uno que el leñador pasaría a dejarme unas provisiones y el otro mensaje que había un lago cerca donde podría ir a explorar.

Salí de la cama, entre al cuarto de baño, me lave los dientes y me acicalé un poco, me puse unos bermudas y una camisa sin mangas, dentro de la casa no hacía calor gracias al aire acondicionado, pero viendo a través de las ventanas, podía notar el sol en su máximo esplendor y por ende el calor.

Salí de la habitación y noté que había una pequeña canasta en la puerta que da a la parte de atrás de la cabaña, ésta es corrediza y de vidrio, ligeramente la cubre una cortina blanca semi transparente, abrí la puerta y había una nota pegada a la canasta.

"Pase esta mañana, pero nadie abrió, supuse que estaba aun dormido, dejo estas provisiones que el joven Gun me pidió traer, espero tenga un día agradable, si gusta puedo darle un tour, mi cabaña está a pocos metros de aquí, siguiendo el sendero de la izquierda.."

B.

─¿B? ─Cerré la puerta y puse la canasta en la isla.

Había algunas frutas como fresas, uvas, manzanas, algo de comida preparada, algunas botellas de agua, jugo y una botella de vino, ¡Dios! Gun en verdad me conoce. Tome algunos sándwiches y un jugo, leí de nuevo la nota, no sabía con qué tipo de persona podía encontrarme, si es leñador es muy probable que sea un tipo viejo, barbudo y canoso. De verdad no quería lidiar con alguien así en su estancia en la cabaña, pero por otra parte, no pasaría estos días metido solo ahí.

Después de meditarlo un poco y de terminar de desayunar, fui a cambiarme, me puse unos pantalones de pans y una camisa ligera de algodón, me puse mis converse y salí de la cabaña, caminé hacia donde ese leñador me había dicho. El lugar era verdaderamente asombroso, los árboles, las flores, el cantar de las aves, la naturaleza completa era completamente hermosa, el sol que iluminaba ese día daba el calor perfecto, el sendero que llevaba hacia la cabaña contigua estaba cercado por rocas de color gris, lisas y redondas, eran aproximadamente diez metros los que ya había caminado, cuando logré visualizarla.

No era tan grande como la cabaña de la familia de Gun, pero sin duda era muy bonita, había muchas flores rodeándola, daba esa sensación de calidez hogareña, era la primera vez que lograba sentir algo así.

─¿¡HOLAAAA!? ─Seguí avanzando, pero no lograba ver a nadie, rodeé la cabaña, para ir hacia la parte de atrás, cuando logré escuchar ruido. ─¿¡HOLA!?

─¡Aquí atrás..! ─La voz varonil de alguien me respondió. ¡Dios! hizo que mi piel se erizara.

Más naturaleza se dejaba ver confirme caminaba, pero en cuanto llegue a la parte de atrás, una persona hizo que prácticamente ese paisaje natural que un bosque puede darte, se convirtiera en nada, no cuando enfrente de mi aparecía un hombre de al menos treinta años o un poco más, se notaba al menos una estatura de un metro con mas de ochenta centímetros, vistiendo un pantalón de mezclilla que marcaba perfectamente esas largas piernas, sin camisa y dejando ver esos músculos de ensueño, un dios griego quedaba corto a comparación de él, perlas de sudor decoraban cada parte de su pecho, una pañoleta en color rojo estaba atada a su cabeza a la altura de su frente, en sus manos sujetaba una enorme hacha con la que al parecer estaba cortando algo de leña.