Entre a mi oficina y comencé a revisar mi diario para ver si lograba recordar donde estaba su arena
-Pareces muy apegado a tu arena - le dije
-Es parte de mi
-Si, ¿y como la perdiste? - le dije curiosa
-Me lo robó un usuario de magia llamado Burgess
-¿Roderick Burgess?, ¿el viejo rey demonio?, se decía que era un farsante, decía que tenia al diablo en el sotano, pero sabemos que eso es imposible, ¿como carajos te...? - dije sin terminar por que comprendí todo - Mierda, no era él diablo, pero no estaba tan lejos, ¿verdad? - le dije refiriéndome que la persona que estuvo en su sotano era él - ¿estuviste encerrado ahí todo este tiempo? - le dije realmente sorprendida teniendo un sentimiento de pesar y tristeza por él
El sólo aparto su mirada de la mía, lo que me dio una respuesta clara, sobre que mi teoría era cierta, me acerqué a mi escritorio y revisé mi diario, hace aproximadamente unos meses mi excompañera me había robado algunas cosas, en cuanto me di cuenta, fui y la enfrente, sin embargo se había quedado con la arena y yo no le daba gran importancia
-Carajo - le dije - se donde donde esta tu arena
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Nos dirigimos a la casa y habia un gran silencio tenso
-¿La conoces? - me dijo asustandome ya que me saco de mis propios pensamientos
-¿Perdón? - le dije sin entender
-A tu madre, ¿la conoces?
-No, lo cierto es que no he tenido la oportunidad, espero algún día poder hacerlo - le dije sincera a un que dentro de mi había una mezcla de sentimientos
Rápidamente llegamos a la que era mi antigua casa en un conjunto de apartamentos
-Creo que deberías esperar aquí, yo tráete tu arena - le dije a lo que el asintió
Entre a los apartamentos y llegué hasta donde nosotros vivimos, toque la puerta y Sally mi excompañera mi abrió la puerta
-Jenna o que bueno que estas aquí
-Hola Sally, me alegra verte
-¿Por qué te fuiste? Llevo un montón de tiempo sin verte - me dijo asiendose a un lado para dejarme pasar
-Crei que mi propia compañera de cuarto la cual consideraba mi mejor amiga me robará seria una buena razón - le dije enojada
-Trate de buscarte sabes, llame a todos nuestros conocidos - me dijo seria- y sabes que me dijeron, que me olvidara de ti que debía agradecer que hubieras salido de mi vida - dijo para luego comenzar a convertirse en arena
