Siempre me acompaña, se encuentra en mi.
Me hace sentir algunos días que no puedo lograrlo.
Se acumula en mi pecho.
Tengo estas ganas de llorar y querer que alguien venga y me abrace.
No puedo, no puedo, no puedo repite esa vocecilla en mi cabeza, la escucho en eco y la odio.
Me siento tan nostálgica.
La sensación de temor me hace querer olvidar todo por un momento.
Y vuelve ese horrible sabor a fracaso.
No hay nadie en la habitación solo yo destruyendo emocionalmente a la persona que me devuelve la mirada en el espejo.
-JaneT