Aquí sigo...
Algunos días creo que no he cambiado y es en esos momentos de mi vida donde más dura soy conmigo misma, duelen mis palabras, me lastiman los gritos silencios que escucho como en eco en mi cabeza, un nudo en la garganta, los ojos llenos de lágrimas y vuelve esa horrible sensación de soledad.
Uno, tras otro, son como balas en mi dirección, no hay quien me cubra, soy el objetivo y duele.
Entre lamentos me derrumbo, es historia contada, no es la primera vez, ni la tercera, pero lo convierto en vergüenza.
Si viera hacia atrás diría que no puedo creer que estoy aquí, cuando pensaba que no habría futuro, se me hacía tan larga la noche y tan corta la mañana.
Pero apesar de todo eso, sigo siendo desagradable con la persona que me devuelve la mirada en el espejo.
Esa neblina que empaña el espejo se sienten como mis pensamientos, me estoy sintiendo abrumada por no verme y no poder escuchar otra voz.
Gris, blanco y negro.
Regreso a las secciones, donde me dicen que no estoy en peligro, que respire y me vuelvo creyente de estar bien, por que realmente lo siento al salir.
¿Pero cuando viene?
Miro el reloj, está en mi.En está madrugada me pregunto si el próximo domingo dormiré tranquila?
Ya abrá pasado?
Respira.
Es otoño otra vez.
-JaneT