Capítulo 13. Comienzo.

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Las caderas del rubio se movían en un constante vaivén, era duro y preciso, golpeaba con su glande de forma directa con la próstata del menor, aquellas embestidas, el sonido del chapoteo constante, sus pieles chocando cada vez más fuerte y rápido le hacían perder la razón.
En esos instantes no podía ver nada, únicamente escuchar todos aquellos sonidos eróticos que le rodeaban siendo acompañados de sus gemidos, el tacto y el gusto estaban más activos que nunca, aquellos besos le sabían a gloria, no quería parar, su mente comenzaba a quedarse en blanco cuando se acercaba cada vez más al orgasmo, sin embargo las caderas del rubio bajaron su ritmo, esto sorprendió bastante a Ace sobretodo cuando el sonido del celular del mayor se hizo presente.
--¿Diga?--Ace mordió su labio inferior con fuerza, Sabo había contestado la llamada mientras con su mano se dedicaba a masturbarlo--, buenos días director Sengoku, si...la verdad lamento informarlo pero está con una fiebre muy alta, creí que era mejor que descansará.
Ace intentaba de forma desesperada liberar sus manos pero no podía, le era imposible liberarse aquel amarre, además de que le era tan difícil contener sus gemidos, y era aún peor aquella sensación al saber que podrían ser descubiertos en cualquier instante ya que Sabo estaba respondiendo la llamada de su director. La mano del rubio aumento su ritmo mientras sus embestidas eran lentas pero certeras tocando aquel punto que era su debilidad.
Las lágrimas comenzaron a caer por sus ojos, se estaba ahogando en el placer--encuanto este mejor, ira al colegio, gracias por comprender. Listo Ace, puedes gemir.
--aaahhh~
--buen chico, ahora, di mi nombre~
--Sabo~ Sabo~
El nombrado sonrió, se inclino hacia el más bajo para susurrarle al oído con su voz ronca ahogada en el placer--, dilo, di lo mucho que te gusta mientras te follo como animal en celo.
--y-yo--temblo--, a-aaah~ ¡l-lo amo!, ¡A-amo ahhh~ como me follas!
Dichas estas palabras el adulto siguió moviéndose con fuerza, aquel joven que era incapaz de ver y moverse no podía hacer nada más que caer ante el placer y sus bajos deseos, respondiendo de forma constante a todo lo que le pedía el adulto, solo hasta que ambos alcanzaron la gloria dentro del orgasmo.
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--lo siento...yo ...me creo que me excedi...otra vez...
--no siento el culo...--dijo al mismo tiempo que masajeo sus muñecas suavemente ya que aún tenía las marcas en ellas después de haber sido inmovilizado con el cinturón del mayor--, ¿Es normal?
--como lo dije, me excedi...lo lamento bastante...pero ya va siendo hora de volver
El pecoso miro al mayor, seguía recostado en la cama, miro hacía el frente donde se encontraba el adulto, Sabo estaba sentado a la orilla de la cama, solo vistiendo sus pantalones mientras arreglaba el resto de la ropa que debía ponerse, miro atento su espalda y las marcas de las cicatrices causantes del accidente, cada que las veía recordaba ese día, fue un incendio del cual para salir vivo con Luffy no le importo salir herido con quemaduras tan graves en su cuerpo y rostro, tenía perfectamente grabado aquellas veces que lo veía en el hospital, no fueron muchas en las cuales paso al interior de la habitación, fueron pocas, prefería verlo a través del cristal por miedo a decir algo fuera de lugar, Sabo noto su mirada por lo que de inmediato se vistió con su playera, no lo decía, pero sabía perfectamente que el mismo rubio sentía asco de las marcas de ser un héroe, aquel hombre estaba acomplejado por su apariencia y su trabajo que tomaba de medio tiempo como modelo no ayudaba, ya que las maquillistas lo llenaban de base para esconder las marcas de sus quemaduras, tal vez por eso le era fácil andar por la calle, nadie creía que un hombre lleno de cicatrices podría ser tomado como alguien atractivo.
--no...no tengo que hacer tarea ¿Verdad?
--bueno, un trato es un trato.
--lo rompiste con lo de hoy.
--cierto, cierto, tienes toda la razón, pero si te sigo mimando acabarás hecho un desastre.
Ace miro por más tiempo al mayor, Sabo se giró y sus miradas se encontraron por lo que el pecoso sonrió--arruiname--dichas estás palabras Sabo le lanzó su zapato--¡Oye!
--no tienes remedio--susurro.
--oye Sabo--lo miro--, ¿Tienes novia?
El nombrado arqueo una ceja por la repentina pregunta por parte de Ace, pero supuso que sería normal la curiosidad a estas alturas después de todo lo ocurrido, además de que el día que ocurrió aquel incidente con el juego del pecoso lo había encontrado en una situación que facilmente se podría mal interpretar, ya que lo había encontrado estando sobre su amiga--no, en realidad no y antes de que digas algo, la mujer que viste la vez pasada es mi amiga, suele traerme comida, pero no es muy buena guisando.
--¿Desde cuándo se conocen? No solías hablar de ella...
--actuas como novia celosa ¡Hey!--Sabo comenzó a reír cuando el menor comenzó a lanzarle cualquier cosa que tuviera cerca, por lo que levantó las manos en señal de rendirse--, la conocí en la preparatoria, no te preocupes, está enamorada de alguien mucho mayor que ella.
--Sabo--llamó al rubio quién lo miro  una sonrisa, en el fondo odiaba cuando lo miraba de esa forma, porque no podía evitar sentirse especial y justo ahora era incluso peor, porque se sentía la persona más especial y única del mundo, aunque en el fondo sabía que eso no duraría porque, se llevaban por bastantes años--¿podemos seguir? Me refiero a que, no es necesario que olvidemos lo que hicimos hoy...yo, quiero seguir siendo especial para ti...

Adolescente [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora