Capítulo 7

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Capítulo siete

Final

—¿Eso es un cuerpo calcinado? —es lo primero que pregunta Mariela al cruzar el camino.

Todas caminan rápido hacia el cuerpo, Isabel, que es la primera en llegar se arrodilla y lo mira

—Si, definitivamente si es un cuerpo calcinado —confirma.

—Ahí hay algo —señala Mari.

Joselin se aparta y toma la nota que se encuentra al lado del cuerpo leyéndola

La clown que está calcinada es Mami Dani <3.

—Hasta deja una nota para que sepamos —murmura Antho.

—Que considerada, eh —exclama con sarcasmo Marianyely.

—Verdad que si —dice Alexandra que aparece de la nada asustando a todas.

Las siente chicas se alejan rápidamente provocando una pequeña risa en Alexandra, sin decir nada más se va caminando en pequeños saltos y se adentra a un camino que como ella, aparece de la nada.

Todas fruncen el ceño al ver aquello.

—¿Ustedes también vieron eso? —pregunta Fernanda.

—Si —asienten todas en respuesta.

De pronto ven a su alrededor todos los caminos se cerraron, un solo camino abierto quedó. Todas se miraron entre sí sin entender nada y con temor se adentrar al único camino libre.

Al entrar, vieron que había un gran espacio solitario y como no consiguieron nada, se dieron media vuelta para salir de allí pero sus planes se vieron interrumpidos cuando el camino donde habían entrado, se cerró.

Mientras tanto en el otro camino las dos asesinas juegan con las mentes de sus últimas víctimas, ya no hay más caminos y en la última entrada donde Weigel, Nina y Camila golpean la pared de arbustos con rabia, Valentia se oculta en su elemento de oscuridad mientras Alexandra entra triunfante.

—¡Ay! Hola de nuevo —exclama malévola.

Las tres chicas se mantienen en silencio, Nina irradia rabia mientras que las demás tiemblan abrazándose entre ellas.

—Se dice “Hola”, maleducadas —sale Valentia empujándolas.

Ambas asesinas se ríen por las caras de sus víctimas.

—¿Qué dices, que mueran como pájaros en cacería? —le propone Valentia con su sonrisa curvada.

Su compañera asiente, las clowns se miran entre ellas sin entender.

Empiezan a sentir un cosquilleo en su cuerpo, en cuando miran lo que está pasando, ya no están en el suelo, están volando. La posición del aire no solo queda a la vista de sus asesinas, en el otro lado de la pared las amantes al pene se ven obligadas a ver el espectáculo.

Valentia dispone de escopetas para las dos, carga la suya y empieza a disparar a la zar con toda la intensión de no darle al objetivo.

Las chicas en el aire se mueven queriendo escapar, en otra circunstancia estarían dichosas de volar, pero esta justamente no es.

Con seriedad Valentia le apunta a Weigel que patalea desesperada por escapar, atraviesa su cráneo y cae desatando los brinquitos de la asesina.

Alexandra no se queda atrás dispara consecutivamente en las extremidades de Camila dando la última bala en su corazón.

Laberinto sangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora