4. Mi realidad

80 8 4
                                    

- La, ¿Qué te pasa? - La ví llorando acostada en el pasto del que llamábamos nuestro lugar  y el corazón se me encogió.

Ella miró hacia arriba mientras se limpiaba las lágrimas.

- ¿Cómo me encontraste? 

- Porque te conozco como a nadie, chiquita - Canchereé con media sonrisa mientras me sentaba al lado suyo. - ¿Me vas a contar qué pasa? - Insistí mientras limpiaba con delicadeza su cara llena de lágrimas.

- Lo de siempre Pitt - Me contó suspirando con pesar. - Mi viejo, o eso que tengo, - dijo con disgusto - que jode todo el tiempo, si no se hizo cargo de nosotros cuando tuvo que hacerlo, ahora no puede venir a cambiar todo. 

- ¿Qué quiere ahora? - Le dije conteniendo el enojo, mientras la miraba a sus ojos brillosos. 

- Que Gas y yo nos vayamos con él - Soltó de repente sin dejar de mirarme, y yo me quedé congelado ante esa posibilidad.

- ¿Te vas? Alcancé a esbozar. 

Lali me tomó de la mano y apoyó su cabeza sobre mi hombro.

- Juan Pedro Lanzani, no hay nada que pueda lograr que nosotros nos alejemos. - confesó mientras me miraba de reojo y notaba como mi sonrisa se hacía cada vez más grande. 

La abracé fuerte y suspiré aliviado. 

- Te quiero mucho, La.

- Yo también, Juanpe. - Me respondió ella saliendo del abrazo con una amplia sonrisa. - Ahora vamos que es tarde - me recordó mientras se levantaba estirando su mano para que la tomara

No podía dejar de sentirme mal por haber arruinado mi relación más importante. Estaba siendo un tarado, y por más que lo supiera, no podía evitar pensar que lo mejor que podía hacer era alejarme, irme de mi lugar, de mi familia, de ella.

Desde nuestro beso, que fue provocado por mi confesión, no había vuelto a verla. Nos estábamos evitando, y esa era la señal que yo entendía tenía que seguir. Lali estaba intentando dejar atrás la situación y enfocarse en su matrimonio.  Ese que a mí me quitaba el aire de solo pensarlo, pero yo era su amigo, y no tenía ningún derecho de reclamar nada. Por eso elegía el camino facil, el que traicionaba todo lo que amaba. 

Porque que Lali esté pasándola mal por mi culpa es algo que no me podía permitir.

- Rochi, por favor no tenés que contar nada hasta que yo esté arriba del avión - Mi hermana me miraba como lo haría cualquiera de mis amigos, pero yo elegía seguir en negación.

- No puedo creer que te vayas como si nada -Ella no sabía mi principal razón, pero así y todo le dolía la situación, casi tanto como a mí.

Pero no podía irme sin explicación, mi familia merecía tener respuestas.

Porque sos mi hermana merecés saber toda la verdad. - le dije con decisión mientras ella me miraba con el ceño fruncido.

- ¿Qué pasó Pipu? - Me preguntó claramente alarmada porque me veía intranquilo.

- Ro, me voy porque estoy enamorado de Lali, y no quiero interferir en su vida. 

En una sola toma de aire volví a expulsar mi gran dolor ante la atenta mirada de mi hermanita.

- Vos me estás jodiendo - Soltó con incredulidad - ¿Pensás alejarte de la persona que amás? Que es tu mejor amiga, la persona que más querés en el mundo.

Acuérdate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora