Skylar toda su vida a tomado decisiones de manera apresurada sin pensar en ningún tipo de consecuencias, cuando toma la decisión de irse vivir a Seúl, Corea del Sur. Jamás pensó que iba a quedar embarazada de un completo idiota y mucho menos que se...
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NARRA SKYLAR
Cada día pareciera que estoy en el infierno mismo, me sentía tremendamente miserable y culpable de todo, de perder al bebé, ser una carga para los chicos quienes cabe decir que no me han dejado sola ni un solo día desde que tuve el aborto, se turnaban para venir a mi apartamento, me trataban de animar de cualquier manera en la que fuera posible, pero era algo muy difícil no tenía ánimos de nada
- ¡Skylar Morris, abre tu puerta! – escuche la voz de mi mejor amigo quien golpeaba la puerta de mi apartamento - ¡No me obligues a ir por el conserje!
- Dios – susurre, caminando de mala gana abriendo la puerta de golpe - ¿Qué demonios te sucede? – entro cerrando la puerta mientras caminaba hacia mi habitación volviendo a acostarme, mi pequeña Nala aún se encontraba durmiendo en su cama en la esquina de mi habitación junto a sus juguetes
- ¿Qué demonios me sucede a mí? Eso debería yo preguntártelo a ti – cuestiono apoyando sus manos en sus caderas cual madre enojada
- No empieces – me tape cubriéndome con la colcha, este se acercó destapandome por completo - ¡Que te pasa!
- Tu – respondió igual de alterado – Tu eres lo que me pasa, ¿crees que no me preocupo por ti? Llevas días encerrada, no comes, no sales ¡No haces nada! Estamos todos preocupados
- Estoy bien – respondí consciente de que no lo estaba, pero ya no soportaba ser mas una carga para ellos y mucho menos para Felix, solo quería estar encerrada lejos de todos
- No, no lo estas – susurro sentándose en la cama al frente mío - ¿Has ido a tus citas con el psicólogo? – negué llevándome una mala mirada de su parte
- No lo necesito
- Claro que lo necesitas Skylar, lo que sucedió es algo fuerte no puedes solamente dejarlo pasar y hundirte en este pozo de tristeza y miseria – reí al ver su rostro, este me miro mal – Lo digo enserio cerdita
- Ya no soy cerdita – solté con nostalgia, este suspiro mientras se acercaba besando mi frente – Ya no mas
- Siempre serás una cerdita – rio, tomando mi mano – Estés o no embarazada
- Gracias Minho – me acerque para rodearlo entre mis brazos – Siento que soy una carga para ustedes
- Sientes puras estupideces, porque no eres ni serás jamás una carga para nosotros, no lo vuelvas a eso repetir en tu vida Skylar – me regaño soltándose de mi abrazo – Sabes si tanto quieres ser madre, yo te hare un bebé
- ¿Qué? – pregunte confundida ante la proposición de mi mejor amigo - ¿Qué has dicho?
- Lo que has escuchado Skylar, si tanto quieres un bebé yo te hare uno – soltó con toda la naturalidad del mundo
- Dios mío – exclame indignada- Minho no puedo creer que lo digas con tanta confianza
- Solo piénsalo – empezó mientras explicaba con seriedad – Un bebe nuestro seria hermoso, con tus genes y mis super fabulosos genes va ser el bebé mas hermoso que pueda existir
