Nunca imaginé querer a alguien en el momento en el que menos creí, ya que mis esperanzas estaban escasas. E entendido, que todos tenemos errores y en algún momento... Lo hemos pagado caro. Quiero decirte que aunque me duela en el alma, deseo en todo mi ser que, no llores... No llores yo sé que la espera se hace larga, y que tus bellas flores de ansias se van apagar lentamente como si fueras una hoguera. Lo sé, no me mientas. Pero sé que pronto me verás llegar con un ramo de flores amarillas como sol resplandeciente que tanto amas ver antes de que salga en esa madrugada que desde muy pequeña le has tenido miedo, me verás llegar, tu tendrás aquel vestido blanco por las rodillas, con esas pequeñas... Pero delicada decoraciones azulejas que me han de dejar tonto y estar orgulloso de lo grandiosa que te verás ese día. Yo sé que sí.
Repito: No llores porque no estaré contigo, yo sé que en tú corazón estaré presente y seguiré vivo como en aquellas noches cálidas. Porque así vivimos en el recuerdo, somos como esos abrazos consoladores que tanto esperamos de alguien... Bueno, así viviré yo.
Es corto el tiempo que estaré, yo volveré. Lo prometo.
Contigo, entendí que la vida te premia con lo que menos esperas, te llena de alegría... De emociones que no sentiste alguna vez, que te hace sentir vivo. Pequeña, con eso no quiero decir que no tenemos fallas, y yo tengo muchos defectos que algunas vez te llegaron a lastimar, pero ten en cuenta esto. Nuestros defectos, le dan lecciones a quienes amamos, y sin darnos cuenta... Se vuelven una parte de tí, un recuerdo borroso pero vivo en el alma.