ɴɪɢʜᴛᴍᴀʀᴇ | ʜʏᴜɴʟɪx

ᴍɪᴇᴅᴏ

Hyunjin
Llego a mi apartamento con la cabeza llena de pensamientos, camino derecho al estudio, pero antes de siquiera tocar la manija de la puerta mi teléfono suena, reviso y es el mismo número de la vez pasada así que contesto sin pensarlo tanto.

—Fe... —es todo lo que logro pronunciar ya que los sollozos del otro lado de la línea me dejan sin habla, llora desconsoladamente y por primera vez en muchos años siento mi corazón doler. Dejo que llore y lentamente caigo al suelo mientras le hago compañía por la línea telefónica.

Después de unos 30 minutos, solo escucho una respiración lenta y tranquila, se quedó dormido, me levanto del suelo aún sin colgar la llamada e ingreso a mi estudio, me siento frente a mi computador y abro la canción que no tiene nombre, coloco la llamada en altavoz y la suave melodía empieza a sonar, comienzo a rapear al ritmo de la música y siento como si estuviera haciendo un concierto en privado para él, al finalizar la canción le dedico unas palabras.

—Eres fuerte bello, sé que podrás superar esto, estoy contigo —y cuelgo la llamada.

Me quedo dentro del estudio hasta que se hace de noche, coloqué un reloj en la pared y ahora logro ubicarme un poco mejor en el tiempo, salgo para ir a prepárame un café, lo necesito después de este día tan agitado. Mientras la cafetera hace su trabajo, pienso nuevamente en aquellos labios, realmente he quedado prendado de ellos, siento que fueron hechos solo para los míos. Ya con la taza de café en mis manos y mi cuerpo debajo de las cobijas, tomo mi celular y reviso mis redes, después de un rato, me llega un DM a mi Instagram, al ver el nombre del remitente lo abro enseguida.

—¿Esa canción tiene nombre? —no puede ser, quedo en blanco luego de leer ese mensaje, me tiemblan los dedos y de nuevo mi pecho me duele, pero es un dolor satisfactorio.

—¿Puedo hablar contigo? —le respondo a lo que él afirma en el siguiente mensaje —te recojo en 10 minutos en la entrada de tu edificio —espero impaciente la respuesta y cuando la recibo, cojo las llaves de mi auto y salgo.

Felix
Después de apagar y dejar el celular en el cajón de mi armario, me acerco al espejo del baño, mis ojos están demasiado hinchados y rojos, trato de hacerlos ver mejor con maquillaje, pero es en vano, siento impotencia correr por mi cuerpo y en un acto de rabia le pego un puño al espejo, creo que no fue la mejor decisión, mis nudillos empiezan a sangrar, no siento dolor, quizás ya llegué a mi límite, no quiero sentir nada más. Recojo un vidrio que cayó en el lavamanos y con fuerza lo aprieto, siento como mi sangre empieza a escurrir y la calidez a llenar mi mano, por fin acabará todo esto, pero entonces unos hoyuelos y aquella sonrisa se aparecen frente a mí en el espejo, ice rapper, suelto el vidrio asustado y salgo del baño, empiezo a ver un poco borroso, pero alcanzo a hacer una llamada.

—Apartamento 1103 —es lo que digo mientras me dirijo a la puerta para abrirla, luego de eso una neblina negra me cubre y todo se apaga.

Estoy en mi casa de la infancia, mi madre está en la cocina preparando la cena, aún soy pequeño y estoy jugando con mis muñecas en la sala, de pronto mi madre sale de la cocina con la mano en el pecho, está llorando y solo grita de dolor trato de acercarme, pero quedo pegado en el piso. Paso a otro recuerdo donde ahora soy más grande, mi madre está viendo televisión, yo me encuentro en la mesa del comedor haciendo mi tarea de la prepa, ella se levanta y vuelvo a escuchar sus gritos de dolor, me levanto de la silla, pero igual que el recuerdo anterior quedo pegado al piso y no me puedo acercar. Un tercer recuerdo aparece frente a mí y esta vez mi madre está en aquella cama de hospital, lloro porque sé muy bien que es lo que sigue, distingo a aquel doctor que fue el fiel compañero de mi madre durante sus últimos meses de vida, mis lágrimas solo caen y mi corazón se vuelve a romper.

Otro recuerdo aparece y esta vez reconozco aquella voz, la causa de mis principales pesadillas aparece frente a mí, estamos en una reunión con mi manager y desde entonces mi oscuridad surge, veo varios encuentros que tuve con él, trato de cerrar los ojos para no recordar pero siento aquellas manos sobre mí, mis lágrimas no han dejado de salir y me acurruco en el suelo mientras me abrazo a mí mismo, quiero que pare, quiero que acaben todas esas sensaciones tan desagradables, quiero dejar de sentir asco hacia mí, quiero dejar de sentir este vacío en mi pecho, quiero volver a sentir amor, quiero...y entonces aquellos brazos grandes me rodean nuevamente como en el mirador, aquellos labios se posan sobre mi cabeza y empiezo a escuchar una bella melodía, su voz resuena en mi cabeza y poco a poco todo empieza a iluminarse, al final abro mis ojos.

Hyunjin
Cuando por fin llego al piso de Felix, corro buscando la puerta de su apartamento, luego de que me hiciera esa extraña llamada no pisé el freno del automóvil y solo he corrido como loco, cuando llego a la puerta de su departamento la encuentro entreabierta y me temo lo peor, la abro lentamente y la encuentro en la sala entre un charco de sangre.

—¡NO! —grito mientras me acerco a él, saco mi celular del bolsillo y llamo a urgencias para pedir una ambulancia. Después de colgar lo reviso y es cuando veo que de sus manos es donde sale la sangre, así que me quito la bufanda e intento detener la hemorragia, los paramédicos llegan en cuestión de minutos y cuando entran al apartamento hacen las tácticas de primeros auxilios y lo suben en la camilla, no me separo de él hasta llegar a la ambulancia, pregunto si puedo ir con ellos, pero niegan y lo que me queda por hacer es seguirlos en el automóvil.

Llegamos al hospital y lo ingresan de inmediato a cirugía, yo solo puedo esperar en la sala mientras pienso en todo y rezando por no haber llegado demasiado tarde.