Star Wars - Parodia de Nico Di Angelo

Obi-Ann Kenobi

Tras las dunas del desierto más grande de Tatooine, se encontraba la vivienda de Annabeth Kenobi.

- ¿Y dices que tú también participaste en las guerras clon?

- ¿Yo? No. Pero mi madre sí. Todo lo que ella me dejó tras morir en combate, fue su legado y su fuerza. Yo heredé sus habilidades de Jedi. Tal como ocurrió con tu primo y su padre. – Ella suspiró.

- Mi primo se pasó al lado oscuro hace mucho tiempo. Nadie sabe si todavía sigue con vida. Lo más probable es que sea el general de algún tipo de ataque contra los rebeldes.

- Eso es lo que te ha dicho tu padrino ¿No? – Ella cogió aire – Tu primo es... o era, el mejor piloto de la galaxia. Cuando tu padre murió en la batalla, tu tío se volvió loco. Arremetió contra todo, y contra todos. Ya nadie sabía de qué bando estaba. Puede que ni siquiera él lo tuviera claro. Murió al poco tiempo.

Nico agachó la cabeza. Estaba procesando esa información.

- Tu primo fue quien eligió el lado oscuro hará cosa de tres o cuatro años. Desde entonces se prepara para destruir a los rebeldes. Él cree que no hay escapatoria de la maldad, y que es un camino más fácil, satisfactorio, y fuerte que le lado luminoso.

- ¿Y lo es?

- No se equivoca con lo de fácil. En el resto no estoy de acuerdo. Si sabes cómo controlar la fuerza, y canalizar tus poderes, puede ser incluso más mortífero que el lado oscuro.

- ¿La fuerza?

- Sí, la fuerza. Es una energía metafísica y omnipresente, creada por la vida, y que une a toda la galaxia.

Desvió los ojos a un pequeño maletín de cuero marrón. Nico se fijó en que, a pesar de que Annabeth no era mucho más mayor que él, parecía tener la sabiduría de un anciano de doscientos años. Ella se levantó y fue hacia la maleta, que abrió con cuidado, y extrajo un cilindro metálico con un ligero patrón grabado.

- ¿Qué es? – Preguntó Nico, curioso.

- Esto – Comenzó ella dirigiéndose a él – es el antiguo sable láser de tu primo. Lo utilizó antes de... antes de irse.

Nico asintió.

- Percy era... un buen amigo Nico – Dijo ella con un suspiro. Una lágrima le caía por la mejilla – No tienes ni idea de las cosas que fue capaz de hacer para salvarle la vida a cientos de personas y... y ahora – Sollozó, y se sentó al lado de Nico. – Yo sería incapaz de usarlo Skywalker. Pero quizá a ti te sirva.

Nico activó el sable láser. Lo cruzó, lo subió y bajó, y, en general, probó a hacer movimientos sin ningún sentido con él. Volvió a apagarlo.

- Obi – Ann... – Empezó Nico - ¿Qué le pasó a mi primo?

Annabeth suspiró.

- Hubo hace unos años, un Jedi muy poderoso, que fie seducido al lado oscuro de la fuerza. Se volvió contra todos, y apoyó al imperio hasta el final. Él fue quien convirtió a tu primo en lo que es ahora...

Hubo un silencio largo tras esas palabras, que fue interrumpido por varios pitidos de R2-D2.

- Bueno, veamos que tienes para mi amiguito – Dijo Annabeth cambiando de tono, a uno más animado.

Nico continuó reparando a C-3PO.

- Antes he visto parte de un mensaje que –

- Creo que lo tengo – Lo interrumpió ella, en cuanto el holograma de la princesa apareció sobre la mesa.

El mensaje empezó a reproducirse.

"General Kenobi – Empezaba la princesa – hace años, tu madre fue soldado en las guerras clon. Ahora necesito que seas tú quien me ayude a ganar la batalla y destruir el imperio. Sé que ella era una de las personas de confianza de mi padre, que murió como soldado en la batalla, y como hija suya, y continuación de su legado, eras la única que podría serme completamente fiel. – Cogió aire – He introducido información de gran importancia para la supervivencia de los rebeldes, en esta unidad R2-D2. Sé que nuestros padres hubieran querido la desaparición final del imperio. Estamos en nuestro momento más desesperado. Ayúdame Obi-Ann Kenobi, eres mi única esperanza."

Y eso fue todo.

Annabeth se giró hacia Nico.

- Bueno – Dijo son un suspiro – tendrás que aprender a utilizar la fuerza si vas a venir conmigo a Alderaan.

- ¿¡Alderaan!? – Repitió Nico – Oh, no. No puedo ir. No debo ir. Tengo que hacer muchas cosas aquí y-

- Necesito tu ayuda Nico. Ella la necesita. Si es cierto que posees el legado de tu padre, y su fuerza fluye por tus venas, deberíamos trabajar juntos. Es la única manera de vencer al emperador.

Nico la miró. Suspiró un momento, pero después volvió a la realidad.

- No puedo. Tengo trabajo. No es... no es que no quiera pero... es que no hay nada que pueda hacer ahora.

- Estás hablando como tu padrino.

- ¿Mi padrino? Bah... ¿Cómo se supone que voy a explicarle esto?

- Aprende a utilizar la fuerza Nicolas.

- No me llames...

- Aprende.

Nico hizo una pequeña pausa. Un silencio incómodo se instaló en la sala.

- Mira, puedo llevarte a la zona de transportes. Allí podrás coger una nave a... donde sea que tienes que ir... Es lo máximo que puedo hacer ahora.

- Deberías moverte más por tus sentimientos Skywalker. No por tus obligaciones.

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Nico montó junto con Obi-Ann Kenobi y los dos robots, en el speeder. De repente, y a lo lejos, vieron el gran almacén con ruedas de los vendedores de robot. Lo habían atacado y, en esos momentos, estaba más que destrozado. Un sentimiento de pánico le recorrió entonces a Nico la columna. Algo no iba bien.

Dejando a Annabeth y los androides cerca del almacén destruido, Nico subió en el speeder, y condujo a máxima velocidad hasta la casa de sus padrinos. Bajó de un salto del vehículo. La casa estaba completamente carbonizaba, y los huesos de sus padrinos yacían entre los escombros. No le alcanzaron ni las lágrimas para llorar por ellos.

Volvió sin pensarlo hasta donde Obi-Ann Kenobi lo esperaba.

- Voy contigo – Dijo nada más bajar – Ya nada me ata a Tatooine.

- No podías haber hecho nada para impedir lo que ha pasado. – Le consoló ella – Hubieras muerto si hubieras estado allí. Eso – Dijo señalando hacia donde estaba la casa de sus padrinos, escondida tras varias colinas de arena - es lo que hace el imperio.

- Lo sé – Respondió Nico, firme.

Ella solo sonrió y, tras bufar levemente, volvió a subir al speeder. Nico se puso al volante, y se dirigieron al centro de Tatooine, dejando atrás los Eriales de Jundland.

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Para aclarar un poco, sí, el papel de Darth Vader se lo he dado a Percy para que hubiera un enfrentamiento entre él y Annabeth, como en la primera película de la trilogía. Aunque he de decir que mi favorito por excelencia va a ser el Capitán Solo. Ya me decís que os parece. :)))