Aquel día cuando volviste a aparecer,
un aire de familiaridad invadió mi ser.
Entre cejas fruncidas, dudas que me enloquecen,
¿Eras tú? ¿Podías ser tú?
La euforia en mi pecho dejó de latir,
mi sonrisa se esfumó al verte venir.
Sí, eras tú,
el eco de mil recuerdos,
la traición, la angustia,
el tormento eterno.
No estaba preparada para volverte a ver,
de nuevo eras tú,
sonrisa en tus labios,
en mi rostro, nada.
Nuestras miradas se cruzaron,
pero no, no podía caer
en el abismo de nuevo,
enfrentar lo mismo,
el dolor, otra vez.
Me fui, no pude permanecer,
allí, en el lugar de los silencios.
Y tú, y yo,
ninguna palabra intercambiamos,
por última vez.
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Eternity
PuisiLo escrito aquí durará para toda la eternidad. Por mí Para mi amado Para su amada Para el indicado Para mi vida