3 Quién pudiese

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Un mes después

No puedo creer cuantas veces ignoré muchas cosas que sabría que me harían daño, quisiese haber podido gritar antes, pedir ayuda y decir, no quiero esto para mí, valgo más que un simple amor mediocre o unas tontas promesas huérfanas que dañaban mi autoestima con cada mínimo porcentaje de abandono. Ha pasado un mes, no entraré en explicaciones profundas de todo lo que han sido estos 30 días junto a ella. No, no me ha tocado. No, ni siquiera me hizo sentir incómoda, solo da órdenes normales y por esa razón menciono lo del amor, siento calidez con ella, un hogar sin la lúgubre de a lo que llamaba casa. Pero he de confesar que en toda esta odisea, mi curiosidad por intentar tener algo con ella de la manera íntima me trae una intriga interminable, creo que estoy pasando a ser una más en la lista de las personas que mueren por ella, a diferencia que ella me trajo aquí por obligación, no he huido por miedo al daño, también porque aquí recibo todas las comodidades de la gente millonaria y a su vez la constante incógnita de que pasaría si la provoco.

-Vámonos, tengo que terminar unas cosas- Asentí y la seguí, pero en el camino uno de sus secretarios la interrumpió.

-Perdone señorita, he de comunicarle que la reunión con el grupo de Satélite se ha postergado hasta el día de mañana por la tarde. Don Germán ha sufrido un ataque cardiaco, pero ya está controlado, solicito descanso por hoy.

-ja, ja,ja ya me estaba emocionando, ese viejo se muere y las pasantías son mías... Oh qué lástima espero se recupere blah blah y las cosas que debo de decir cuando me dices estas cosas

-Veo que no pierde la chispa que tenía desde niña

-No la he perdido Héctor, pero igual ahora puedo quitarte la vida si se me da la maldita gana-Él la miro tan serio, solo esbozo una pequeña mueca y dijo con permiso.

Entramos a la habitación y me quedo observándola de una esquina, siento mi pulso salirse, su mirada recorre todo mi cuerpo, tengo intriga, pavor e un inmenso líbido que empieza a aparecer y que empieza recorrer cada pequeño espacio de mi. Ella se acerca lentamente y yo me quedo pasmada, me susurra, jugaremos un momento pequeña cachorrita.


Nota del autor:

Nuevo proyecto.. que no sé si leerán pero espero que sí, ya he crecido y quiero mostrarle el contraste de mis personajes...

Atentamente-

-Daynius

Una noche en la luna - BDSM -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora