Parte 16

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LEAN ESTO POR FAVOR

En este capítulo Emily lo está recordando/soñando mientras está en el sótano de la casa del señor Durand, en el próximo capítulo si continuaré con lo que quedó en el capítulo 15, mientras disfruten de este el cual es corto.



Mini maratón 2/2

Sábado 16 de julio del 2011
Hora: 10:00 am

Un parque, niños corriendo, la campana del heladero sonando cada vez más cerca del lugar, mucho sol y mucho ruido.

Una niña pequeña como de unos seis años sentada en medio de sus padres en el banco del parque mirando a todos los demás niños jugar en los columpios y toboganes.

¿Por qué la pequeña rubia no está jugando como los demás?, ¿Sus padres no le darán permiso?, ¿O es que ella no quiere?.

La niña miro a su madre y la mujer pelinegra de ojos marrones le hace un movimiento con la cabeza indicando que vaya a jugar, ella muy poco convencida hace una mueca y mira a su padre; él hombre está serio mirando todo a su alrededor, no parece gustarle mucho el lugar, él al sentir la mirada algo intensa de la pequeña, la mirá y alza una ceja. Ella suspira y mira a los niños jugar para luego volver a mirarlo.

El hombre pelinegro de ojos oscuros miro a la mujer para luego mirar a la niña y asentir, la pequeña algo sorprendida quedó con la boca abierta y luego el hombre habló.

— Ve, pero no te nos pierdas de vista — la pequeña rubia asiente y sale corriendo en dirección a los columpios.

La niña se sube en uno que justo acaban de dejar vacío y empieza a columpiarse, a su lado hay un pequeño niño rubio columpiandose, ella de inmediato lo imita. El niño al notar que ella hace lo mismo que él, trata de aumentar la velocidad a ver si ella también puede hacerlo.

Ella al notar lo que hace, se empieza a columpiar más rápido para ganarle al niño; minutos más tardes ambos quedan super cansados que ya ni quieren seguir columpiandose, Emily se bajó del columpio y él niño la imitó.

— Mucho gusto, mi nombre es Noel — el niño se acercó y se presentó, ella al tenerlo de frente quedo algo sorprendida, el pequeño era muy guapo, su cabello rubio pegado a su frente por el sudor, tenía los ojos de color verde iguales a los de ella, eso fue lo que más le llamo la atención.

Ella al darse cuenta de que no estaba disimulando en mirarlo tan descaradamente, movió la cabeza para poder concentrarse y presentarse.

— M-mucho gusto, s-soy Emily — el niño sonrió tomando su mano, ella algo nerviosa lo soltó rápido y escondió sus manos atrás de su espalda.

— ¿Que edad tienes Emily? — el niño tenía un acento raro, ella no sabía muy bien cuál sería, pero le parecía interesante.

— Tengo seis años ¿y tú?

— Tengo diez años

Emily miro al niño de arriba abajo y sonrió de lado

— ¿De que te ries? — preguntó el niño con el ceño fruncido

— Es que no pareces de diez años

Noel abrió la boca formando una O y luego la cerro y negó con la cabeza.

— Mi mamá dice que cuando crezca seré alto como mi padre.

— Aah ya, bueno quizás sí

Ambos niños se quedaron en silencio y luego Noel habló

— ¿Te gustaría comer un helado? — la pregunta del niño la hizo pensar bastante — no vamos a ir tan lejos, es aquí mismo, mira al señor de los helados — le mostró al señor el cual estaba junto a una pareja.

— Si me gustaría, pero no sé si mis padres me dejen, no les gusta que hable con desconocidos.

— Pero ya no soy un desconocido, ahora soy tu amigo.

Emily se quedó mirando al pequeño rubio y luego miro a sus padres los cuales estaban hablando.

— Dame un momento a qué le diga a mis padres si me dejan comprar un helado y vuelvo — Noel asintió y se quedó esperando a emily en el columpio

La pequeña rubia se acercó a sus padres a pasos lentos, ellos al notar que iba en su dirección, se quedaron en silencio y miraron a su hija.

— ¿Que paso? — le pregunto su madre algo asustada.

— ¿Te quieres ir? — pregunto su padre

Ella negó con la cabeza y suspiro para luego hablar — ¿Quería saber si me dan permiso de ir a por un helado?

La madre de Emily miro a su esposo buscando una respuesta en su mirada, él asintió y la señora le guiño el ojo y sonrió mirando a la niña la cual estaba algo sorprendida y sonrió al mirar a su madre; el padre de Emily se levantó y saco su billetera, la abrió y saco dos dólares y se los entrego a la niña ella asintió y le agradeció a sus padres para luego irse en dirección a los columpios y mostrarle el dinero al niño.

— Ya tengo el dinero, vamos por él helado — Noel se levantó y la cogió de la mano para llevarla hasta la pareja sentada junto al heladero.

— ¡Mamá!, ¡Papá!, ¿Me pueden dar dinero para comprar helado? — le pregunto el niño a la pareja.

Al estar cerca de la pareja, la mujer se quitó las gafas para el sol y miró al pequeño sonríendo.

— Claro que sí Noel — la mujer busco en su cartera el dinero y se lo entrego.

Emily quedó sorprendida porque la señora ni miro al señor para preguntarle si su hijo podía comer helado, simplemente se lo dió.

Ella quería saber porque su madre debía pedirle permiso a su padre para todo y esta mujer no lo hizo.

— Noel — lo llamó su padre

Emily al oír la voz profunda del hombre sintió algo en el pecho y la piel se le puso de gallina, era una sensación extraña que nunca le había pasado, ni con su padre.

— ¿Señor? — le pregunto el niño

— ¿A caso no nos piensas presentar a tu madre y a mi a tu nueva amiga?

El niño me miró y abrió los ojos y luego sonrió y asintió

— Si claro, disculpen — Noel miro a Emily y la tomo de la mano para acercarla a él — Emily, ella es mi madre, se llama Chloe — la pequeña miro a la señora y la observó por completo de una manera disimulada, la mujer es de tez blanca, cabello rojizo y ojos azules.

— Y él es mi padre... — el señor de tez blanca y cabello rubio como el de ella y el niño, se bajó las gafas de sol dejándole ver sus ojos de color verde completamente igual a los de ella y el niño.

— Mucho gusto Emily — él señor no dejo que su hijo terminará de hablar — yo soy Emilio.

La niña miró al hombre y su corazón empezó a latir de una manera sorprendente, tragó saliva mirando la mano del hombre frente a ella, su pequeña mano algo temblorosa tocó la del señor y él la apretó con delicadeza.

Emilio le mostró a Emily una sonrisa de lado la cual la hizo sonreí a ella también, había algo en ese hombre que le brindó confianza y seguridad.

Desde aquella vez que fueron al parque y ella conoció a Noel y a sus padres, ella trato de convencer a sus padres de que la llevarán más seguido, ella creía que volvería a ver al hombre, pero eso no sucedió, ella no lo volvió a ver ni a él, ni a él niño.

Emily tenía fe en que algún día los volvería a ver, que sabría reconocerlos por su cabello rubio y ojos verdosos como los de ella...

Amigos De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora