Una Película Aparte🥀MileApo

🥀 Capitulo 17.

Su cabeza dolía demasiado, sentía náuseas y muchas ganas de vomitar, aunque no hubiese comido nada desde ayer en su "reunión" con Dey y Jeff

Todo por un maldito mensaje.

Ya sentía como todo se iba a la mierda.

Miró el cuerpo a lado con ganas de levantarlo de su sueño, pero Barcode se veía tan tranquilo que le daba mucha pena despertarlo de su sueño. Ya lo había molestado mucho.

Había llegado a las dos de la mañana llorando y adolorido del pecho a casa de su otro mejor amigo, pidiendo entre sollozos un abrazo.

Code se había alertado al verlo en ese estado, pero decidió esperar que Apo se tranquilizara un poco para conversar con él.

Sus horas de dormir se podían ir al carajo por su pequeño Poo

Una vez mas calmado, Apo le resumió la historia.

-Espera un maldito segundo-. Apo reposaba su cabeza en el pecho de su amigo mientras el omega contrario lo sostenía fuertemente de la cintura entre sus brazos, dejando a su vez leves caricias en el área para tranquilizarlo, aunque no estaba funcionando. -Déjame ver si entendí-. Apo dejaba salir hipidos en conjunto a su aroma amargo lleno de duda y tristeza.

>>-¿Estás diciéndome que ese alfa idiota se fue con la bruja de Love a beber a un bar algo lejos y no te dijo nada ni a Build y ella tampoco dio aviso?-. Apo asintió dejando salir otro conjunto de sollozos pegándose aun mas al cuerpo de su amigo.

-Y-y ella lo quería besar-. Agregó con pena ocultando por completo su rostro en el pecho del contrario, sin detener sus peligrosas lágrimas, haciendo que sus ojos ardieran un poquito más.

-¿Y luego te besó a ti y te dijo eso?-. El pelirrosa asintió sin mostrar indicios de querer salir de su escondite.

Barcode abrió la boca asombrado, dejando lentas y leves caricias en la espalda de su amigo, sin saber realmente cómo reaccionar a la situación.

Al cabo de un par de horas, Apo pudo tranquilizarse un poco y cayo dormido a su lado en la cama de su habitación.

Barcode no sentía pesar por haberse dormido a las cuatro de la madrugada, simplemente sentía ese horrible pesar por la explosión de emociones que sabía había tenido Apo esa noche.

Lo miraba con pena y arrepentimiento. Talvez había sido una muy mala acudir a él a altas horas de la madrugada, pero no se sentía en las condiciones de pasar la noche en la misma casa que Mile, ni mucho menos solitario en su propio apartamento.

Necesitaba un consejo, necesitaba un abrazo, y necesitaba aclarar sus pensamientos.

No sabía cómo le vería la cara a Mile después de dejarlo ebrio y confundido al salir corriendo del lugar después de que lo besara, pero tendría que pensar.

Así que ahora ese era su más grande dilema.

¿Debería abrir el cofre de una vez por todas o cerrarlo nuevamente con mil candados y contraseñas?

Porque aún no le quedaba claro si Mile lo había hecho por haber estado borracho o porque realmente quería hacerlo y el alcohol solamente le había dado el valor para poder hacerlo.

Pero no estaba seguro que querer descubrirlo.

Después de todo había un dicho que decía que tanto los borrachos como los niños siempre dicen la verdad.

¿Sería cierto que no la beso?

¿Qué si lo hizo?

Dios santo, se sentía tan mal.