●Capítulo I: Llegadas y Desapariciones
"Aunque nadie puede volver atrás y lograr un nuevo comienzo, cualquiera puede empezar ahora y lograr un nuevo final".
-Carl Bard.
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Pueblo de Raven Hill, Canadá
Lunes 25 de septiembre del 2023
Ariana Rosmarino
Amo el frío clima de la mañana, el olor a tierra húmeda, el leve rocío que hay en el ambiente y el silencio. La estación de otoño ya está presente y se aprecia en las hojas de los árboles teñidas de amarillo, ocre y rojo. Un espectáculo para cualquier persona amante de la naturaleza.
Desde que vivo en Raven Hill, hace ya casi doce años, mi actividad favorita es presenciar el amanecer a la orilla del lago Raven. Mi mamá enfurece cada vez que salgo de casa tan temprano solo para esto, pero vale la pena apreciar el espectáculo de tonalidades naranjas y rosadas con las que se cubre el cielo cada mañana, pero solo dura pocos minutos, ya que las espesas nubes vuelven a sumergir a Raven Hill en un ambiente de tonos grises y gélidos. Observé el lago otra vez y me levanté del suelo rápidamente.
A muchas personas les aterra este lugar por lo solitario que es. Para mí la soledad es un tiempo valioso donde puedo reflexionar que voy a hacer con mi vida luego de graduarme de la preparatoria, es angustiante que todos a tu alrededor crean que tienes todo planeado, cuando ni siquiera sé que voy a hacer en las próximas horas. Supongo que la incertidumbre es parte del trayecto.
Salir del bosque y llegar a mi casa me tomó alrededor de veinte minutos. El leve rocío que había se convirtió en una fuerte lluvia mientras corría, lastimosamente pisé charcos que dejaron mis zapatos llenos de barro y el viento dejó mi cabello como un nido de pájaros. Cuidadosamente cerré la puerta de la casa detrás de mí, no tenía la más mínima intención de que mi madre me viera en este estado tan horrible. Me quité los zapatos en la entrada para no ensuciar el piso y los llevé al cuarto de lavado. Mi mamá o Martha van a matarme cuando vean lo que le hice a unos zapatos blancos, así que los escondí en uno de los armarios hasta que llegue del instituto y los lave yo.
Subí a mi habitación, me duché con agua caliente para evitar un resfriado y me coloqué el uniforme del instituto; una camisa de botones manga larga blanca, pantalón, corbata y zapatos negros. Todo acompañado con un blazer negro, con el escudo del instituto en la parte izquierda del pecho; un cuervo dorado con su nombre.
Cuando estuve lista observé a mi gata dormir en mi cama que ahora es suya y salí de mi habitación sintiéndome como un saco de boxeo mientras bajo las escaleras.
Lo malo de trotar por las mañanas sin dormir lo suficiente es que duro todo el día sintiéndome de lo peor, cansada y con demasiado sueño. Pero eso me gano por dormirme a las dos de la madrugada y despertarme a las cinco. Lo de dormirme tarde me pasa por aceptar hacer un trabajo de algebra para mi amigo Arturo a última hora.
Esa es mi pasión, hacer las cosas y luego quejarme por mis idioteces.
─ ¿Entonces es oficial? ─ escuché la voz de mi padre proveniente de la cocina, me detuve y retrocedí un poco para evitar que me vean ─. Esto es una prueba, mientras más evitas las cosas la vida te las echa en cara.
─No sé qué hacer ─ le contesta mi mamá ─. A estas alturas no sé si me siga creyendo, e irnos de la noche a la mañana es imposible.
Frunzo el ceño. Normalmente mi mamá viaja por trabajo, pero no lo hace más de cuatro veces al año y este año ya cumplió su límite. Mi mamá es abogada, se especializa en casos familiares, de hecho es la dueña del bufete más importante de la provincia de Ontario. Aunque la sede principal está escondida en este pueblo y alejado de la gran ciudad, existen pequeños despachos en Toronto y Montreal. Al principio comenzó aquí en el pueblo como una abogada de oficio, llevando pequeños casos en las fiscalías, luego de once años con mucho esfuerzo y dedicación terminó siendo la socia mayoritaria de la firma "Brandon's Legal abogados y asociados".
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Mis Razones Para Enamorarme ©
Teen Fiction«Solo quiero despertar y darme cuenta que todo esto solo fue una horrible pesadilla, pero eso nunca sucederá.»