(3) Insecurities (Steve Harrington)

Capítulo 11

Al día siguiente, sin hacer ruido y sin despertar a Will, salgo de la cama y desayuno junto a Jonathan.

-¿Qué te pasó anoche? ¿Soñaste con Steve y por eso tuviste esa pesadilla?- bromea riendo, yo sonrío pegándole en el hombro.

-Eres un idiota- digo riendo.

-No, ahora en serio. ¿Qué soñaste?- pregunta poniéndose serio, yo también me pongo seria.

-Soñé con lo que le pasó el año pasado a Will, a veces le noto raro y al principio pensé que era mi imaginación pero cada vez lo pienso más

-¿El qué?

-Creo que le está volviendo a pasar lo mismo- confieso, quitándome un peso de encima por haberlo soltado.

-¿Qué?

-Johnny, la manera en la que vino corriendo a por mí el otro día en el centro comercial me da a pensar cosas que a lo mejor no tienen sentido. Pero vi su cara, tenía miedo, era la misma cara que tengo grabada en mi mente desde que pasó lo del Azotamentes- mi hermano prefiere mantenerse callado un rato, pero luego habla.

-Nancy y yo hemos ido a la casa de una señora que tenía una plaga de ratas- le miro confusa, ¿qué tiene que ver eso?- Esas ratas se habían comido su abono y según ella tenían la rabia, eso no es algo normal que se vea todos los días

-¿Ratas con rabia?- pregunto confusa, jamás he oído hablar de eso.

-Sí, capturó una y la encerró en una jaula pequeña, la vi y estaba realmente rabiosa. Nunca había visto algo así Lyd, es muy raro

-¿Entonces me crees? ¿No crees que estoy paranóica?

-Por una parte sí, pero eso es parte de tu naturaleza- ruedo los ojos sonriendo por su estupidez, él también ríe- Puede que sea algo normal, pero no estoy seguro del todo, aunque si Eleven cerró el portal no creo que sea posible que ese bicho haya vuelto

-Lo sé- respondo suspirando- Espero que no sea eso, la verdad es que aún tengo algún trauma de lo que le pasó el año pasado. Creo que no sabría cómo llevarlo

-Tranquila, es prácticamente imposible que haya vuelto, no te preocupes- pero sus palabras, a pesar de que siempre lo hacen, esta vez no me tranquilizan.

Tal y como habíamos acordado, Robin y yo nos vemos en el autobús para ir juntas al centro comercial, nos sentamos una al lado de la otra.

-¿Qué tal ayer con Steve?- pregunta Robin disimuladamente.

-¿Por qué insistes tanto en Steve? ¿Acaso te gusta?- bromeo.

-No, a mí precisamente no me van...los hombres- al principio no pillo lo que dice, pero segundos después me asombro.

-¿En serio?

-Seeh- responde sin importancia.

-Wow

-Ya, wow- dice sonriendo.

-¿Crees que lo que nos dijo Dustin puede pasar?- pregunto respecto a lo que dijo sobre Steve y yo.

-Steve, aunque sea idiota, es un buen tío. Muchas veces, cuando le veo hablando contigo coincido con las palabras de Dustin. Pero otras veces parece no tener el más mínimo interés en ti, sin ofender. Tal vez sea porque intenta hacerse la idea de que solo sois mejores amigos

-No ofendes, créeme, sé perfectamente que no le gusto ni de lejos a Steve

-A lo mejor nos equivocamos y sí le gustas, o si no le gustas ahora puede que le gustes luego. El futuro es incierto- dice encogiéndose de hombros.

-Tienes razón, ya no sé qué esperar

-Ese es el problema, no esperes demasiado por alguien así. Tienes que vivir tu vida, seguir adelante, no te quedes parada por un tío- me aconseja.

-Lo sé, es lo que más deseo ahora mismo, pero llevo muchos años detrás de él y...creo que nunca voy a poder olvidarle

-Te gusta mucho, ¿verdad?

-Sí, demasiado diría yo- respondo con una sonrisa triste, Robin pone su mano encima de la mía para reconfortarme.

-No te preocupes Lydia, conseguiré abrirle los ojos a ese zoquete- dice haciéndome reír- Cuéntame más de ti

-Pues tengo dos hermanos, uno mayor y otro menor. El menor se llama Will, es el que pasó ayer por la heladería para hablar conmigo

-Sí, le vi, se parece mucho a ti- dice sonriendo- Y por cómo te abrazó debe de quererte mucho

-Lo hace, es un niño que ha pasado por mucho y es frágil, él dice que yo soy la única que puede calmarle cuando tiene miedo

-¿Y tu otro hermano?

-Se llama Jonathan, es el...novio de Nancy

-¿La misma Nancy que la de Steve?- pregunta asombrada.

-Sí- digo desganada- No me malinterpretes, no tengo nada en contra de Nancy, ella es perfecta a su manera y no la juzgo por su pasado con Steve, es mi mejor amiga. Pero no puedo parar de pensar que el día en que Steve vuelva a verla...tal vez sienta otra vez lo mismo por ella, tal vez ni siquiera la haya olvidado todavía

-No creo que eso pase, según Dustin, Steve ha cambiado mucho. ¿Por qué no iban a cambiar también sus sentimientos?

-Bueno, como dicen, lo pasado pasado está- respondo, debo dejar esos recuerdos malos atrás.

Cuando llegamos a la heladería, Steve y Dustin salen de esta.

-Vamos a ver si hay alguien sospechoso por ahí, ¿me cubrís?- pregunta Steve.

-Buenos días a ti también, parece que te has levantado productivo, qué raro- bromea Robin haciéndome reír.

-Muy graciosa- se queja Steve.

-Ve, te cubriremos- digo rodando los ojos.

Los dos se van y nosotras nos quedamos en la heladería, Robin tiene puesto los cascos y el diccionario ruso en la mano cuando Erica y sus amigas llegan a tocar el timbre.

-No más helados gratis, Erica, se acabó- me quejo.

-Una pena que sea la norma de vuestra heladería- dice la niña con una sonrisa.

-Una pena que ya hayas gastado todas tus oportunidades

-No, no, estoy segura de que eso no es parte de la norma- gruño y ruedo los ojos, toco el hombro de Robin para pedirle ayuda.

-¿Qué pasa?

-Ayúdame- la pido desesperada, ella me da los cascos y ahora se ocupa de Erica mientras me toca descifrar el código.