Capítulo 11

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Habían pasado dos semanas desde que Louis conoció a Sam. Dos semanas en las que aquel joven y carismático oficial lo había visitado en varias ocasiones en su domicilio solo con el fin de saludar.

Louis no sabía muy bien cómo sentirse al respecto. Liam no había llamado, ni mucho menos lo había visitado como prometió, y para esas alturas, el ojiazul no sabía si debía sentirse molesto, o agradecer por ello.

Era increíblemente doloroso admitirlo, pero por primera vez desde el accidente, e incluso por primera vez desde que conoció a Harry en aquella fiesta, Louis no se sentía bien hablado de él y su relación.

Todo era cada vez más confuso, y dolía como el mismo infierno, mientras cientos de preguntas sin respuestas atacaban su mente. Así que de cierta forma, hablar esporádicamente con Sam, alguien totalmente ajeno a lo que era "Harry y Louis", y su mágica historia de amor, lo hacía sentir algo aliviado, e incluso dejaba en él una sensación agradable.

Su madre estaba muy contenta al verlo interactuar más animado con el joven oficial, quien creyera como un amigo ocasional de Harry, su adorado yerno. Jay solo deseaba que Louis mejorara, que poco a poco fuera recuperando sus sonrisas, y también su vida, y creía que tener conversaciones agradables, eran un muy buen inicio para aquello. Ya pronto serían tres meses desde la muerte de Harry, y tenía la esperanza en que Louis finalmente comenzara a evolucionar de manera positiva.

Así que todo parecía en aparente calma, pues Louis sabía muy bien como ocultar frente a todos la enorme y feroz tormenta que llevaba en su interior.

Eso hasta ese momento.

-¿Boo, puedes abrir?, estoy algo ocupada aquí...- Jay gritó desde la cocina a Louis, quien se encontraba en su habitación viendo televisión. -¿Sam quedó de venir a verte?-

-¡Voy!- Louis se puso de pie de inmediato en dirección a la entrada. -No, no creo que sea Sam, no hemos hablado hoy.-

Y Louis tenía razón, al abrir la puerta la inesperada presencia de su mejor amigo se dejó ver.

-Hola... Niall- Louis saludó con gesto confuso. Él y Niall no se habían visto, ni habían hablado desde el incidente donde Louis terminó internado en aquel hospital psiquiátrico.

-Hey Lou, ¿Cómo estás?, yo quise venir a saludar. ¿Puedo pasar?-

La situación se sentía algo tensa entre aquellos dos mejores amigos. Louis no entendía porque Niall, siendo por siempre alguien tan presente en su vida, simplemente había desaparecido desde el día en que terminó llevándolo al hospital después de su repentino colapso.

-Si adelante, pasa...- Louis respondió con una fingida sonrisa.

El castaño y el irlandés ingresaron a la casa, y se sentaron en la sala sin mencionar palabra alguna.

-Oh, Niall... tanto tiempo, extrañaba tanto verte por aquí. ¿Dónde habías estado?- Jay de pronto se acercaba a la sala con una enorme sonrisa, completamente ajena a la tensión del lugar.

-Jay que gusto verte- El rubio respondió el saludo con una cordial sonrisa. -Bueno, yo he tenido demasiado trabajo. Como Lou aun no regresa a la oficina, he tenido que hacer mis proyectos y los de él...-

-Oh, lamento oír eso...- La mujer sonaba increíblemente dulce mientras observaba el rostro sereno de su hijo mayor. -¿Quieren que les sirva algo de beber?, tengo pastel de frutas...-

-Muchas gracias Jay, pero acabo de comer...- Niall responde sonriente.

-Yo tampoco, comí demasiado a la hora del almuerzo...-

-Bien entonces los dejo...- Jay sonrie complaciente. -Aprovecharé de ir a la tienda hijo, no quedan verduras para la cena... te dejo en buenas manos.-

Todos entregan una pequeña sonrisa, la que parece realmente mas un gesto realizado por compromiso, que uno sincero.

Dust In The Wind || L.S ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora